La «incertidumbre» judicial ponen en vilo al Gobierno vasco
Pradales afronta el curso con la mirada en Madrid y mientras sobrevuela el fantasma de un adelanto electoral
El lendakari se apoya en el Supremo para justificar la inacción ante los carteles proetarras
Bilbao
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Iniciar sesiónPreparado para «navegar la incertidumbre». Tanto en el mundo en general, como en España en particular. Con ese mensaje, publicado en su cuenta de Linkedin, el lendakari Imanol Pradales volvía hace una semana a la actividad después de casi un mes de vacaciones. Ahora, para ... dar pasos en su agenda, tendrá que reconectar con una realidad que obliga al jefe del Ejecutivo vasco a mirar a Madrid, donde el Gobierno de Pedro Sánchez trata de sobrevivir a la situación judicial que envuelve al entorno del presidente y el PSOE. El corto plazo también se le promete intenso en el País Vasco. Aquí, además de sobrevolar el fantasma del anticipo de elecciones generales, hay pendientes diversos debates de calado en torno al autogobierno, el intento de blindar el euskera en el acceso al empleo público, la aprobación de un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propio o el intento de EH Bildu de legitimar el papel de ETA durante el franquismo, empleando las figuras de Txiki y Otaegi.
Pradales, que lleva por bandera su manera «distinta de hacer política», opuesta a la «toxicidad» de la capital, anunció el jueves una ronda con los partidos políticos (a excepción de Vox, al que mantiene vetado) para compartir los «temas que ocuparan la agenda vasca» los próximos meses. Entre ellos, el «horizonte» del autogobierno, un asunto con una doble derivada. Por un lado, las negociaciones sobre la reforma del Estatuto de Guernica, de las que se desconoce si ha habido avances y que mantienen en secreto el PNV, EH Bildu y el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Por otro, la lista de transferencias pendientes, acordadas entre los nacionalistas y el PSOE, claves en el apoyo de los primeros a Pedro Sánchez desde que fuera investido presidente en noviembre de 2023.
«Por nuestra parte no va a quedar. Nos atornillaremos a la silla en Madrid», afirmó el lendakari tras el primer Consejo de Gobierno celebrado en el Palacio de Miramar (San Sebastián). Si bien lo pactado era que dichos traspasos estuvieran cumplimentados antes de que finalizara 2025, la realidad hace mirar a un plazo más largo. El Ejecutivo autonómico trabaja en hacer llegar al Gobierno central, antes de que termine el mes de septiembre, «toda la documentación» relativa a las competencias pendientes de transferir..
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Entre ellas, la de mayor envergadura es la gestión económica de la Seguridad Social, sobre la que Pradales no terminó de cerrar un acuerdo en el mes de julio, cuando se vio con Sánchez en la segunda reunión de la Comisión Bilateral creada entre el Gobierno de España y el del País Vasco. «Reconozco voluntad política por su parte, pero es exigible un mayor liderazgo y coordinación que remueva los obstáculos administrativos y las resistencias políticas que estamos encontrando», dijo entonces el lendakari. Ahora, «si es necesario» María Ubarretxena «se alquilara un piso en Madrid». La consejera de Autogobierno, que capitanea las negociaciones, este próximo mes mantendrá diversas reuniones en la capital con los distintos ministerios implicados.
La cuestión ha sido uno de los asuntos centrales en la acción del gabinete del lendakari en el poco más de un año que lleva en el cargo, y únicamente se entiende vinculada a la relación de dependencia entre el PNV y los socialistas, tanto a nivel nacional como autonómico. Es por esto que la «agenda vasca» de Pradales podría desbaratarse en el caso de producirse un cambio de Gobierno antes de que termine la legislatura en 2027. Descartada, en principio, la moción de censura, quedaría el adelanto electoral. Una opción que, tras el estallido en junio del 'caso Cerdán' y, sobre todo, a la vuelta de verano, cuando los partidos han empezado a tomar posiciones, cada vez está más presente en el debate público vasco.
PP y Bildu hacen la pinza
Es el PP, que ha puesto a su delegación en la región en «modo electoral», quien con más insistencia incide en esta idea. Los populares buscan aprovechar el desgaste del PNV, a quien vinculan con los casos de corrupción que afectan a la cúpula socialista y afean su escasa reacción ante las revelaciones sobre la presunta trama de mordidas que investiga el Tribunal Supremo. Además, con el objetivo de intentar pescar afines en su electorado moderado, les acusan de haber cedido a los postulados de la izquierda radical en cuestiones como la política fiscal (acordaron una reforma en marzo de este año con Podemos y el PSE). «Son el sanchismo a la vasca», dijo el lunes Miguel Tellado, secretario general del PP, en una visita a San Sebastián.
Un mensaje que lleva repitiendo el partido desde que se disipó un posible apoyo del PNV a Alberto Núñez Feijóo en una moción de censura tras conocerse el informe de la Unidad Central Operativa Operativa de la Guardia Civil (UCO) y darse el encarcelamiento de Santos Cerdán. Algo que no había hecho elevar el tono a los nacionalistas con Pedro Sánchez. Hasta este viernes. En el primer mitin del curso político, Aitor Esteban cargó duramente contra los populares, pero, y esto sería lo nuevo, también contra el PSOE, al que acusó de «agarrarse al poder como una lapa». «No importa si hay presupuestos, inventa y pone sobre la mesa planes de regeneración, no importa que no tenga mayoría...», dijo sobre su socio en Madrid y Vitoria.
Menos de un año después de relevar a Andoni Ortuzar, el presidente del Euzkadi Buru Batzar se enfrenta a una pinza, pues, más allá de los intentos del PP por rascar en su bolsa de votantes, EH Bildu presiona al PNV en el espacio nacionalista posicionándose como «esperanza y alternativa». Arnaldo Otegi, que no esconde su interés en que Pedro Sánchez permanezca en la Moncloa, tampoco ve con malos ojos la posibilidad de un adelanto electoral. «Nosotros planteamos que si hay elecciones generales las reconvirtamos en unas elecciones que permitan al pueblo vasco expresar su voluntad nacional», dijo el viernes tras la primera reunión de la Mesa Política de EH Bildu. El secretario general de la coalición aberzale busca formar un frente amplio «progresista» de cara a futuros comicios y con el que pretende abrir el debate sobre la monarquía parlamentaria y el carácter «plurinacional» del Estado. Una estrategia que ya ha puesto en marcha, manteniendo reuniones con Podemos antes de verano, y con ERC, Más Madrid y Més per Mallorca la última semana. Mallorca.
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