Año y medio después de la gran crisis de Gobierno los nuevos ministros no despegan y son muy poco conocidos

Tan solo Félix Bolaños tiene un nivel de conocimiento relativamente alto

Isabel Rodríguez y Pilar Alegría tienen niveles de conocimiento que se limitan a en torno a un tercio del electorado

Toma de posesión de los nuevos ministros en julio de 2021 y de los ministros que cambiaban de cartera

Pedro Sánchez acometió en julio de 2021 la única gran crisis de Gobierno registrada en los más de cuatro años y medio que lleva al frente de La Moncloa. Desde junio de 2018 se ha visto obligado y ha forzado numerosos retoques puntuales del ... Consejo de Ministros. En enero de 2020 fue algo más allá al tener que incorporar a los ministros de Unidas Podemos. Pero solo en la remodelación de hace año y medio el presidente fue completamente autónomo como para utilizar este recurso para imprimir un nuevo ritmo al Gobierno.

En ese momento, superados los peores momentos de una pandemia que todavía iba a dar algunos coletazos más, Pedro Sánchez utilizó esa crisis como la pieza más importante en una reconfiguración de sus equipos y portavoces. Completaría ese proceso meses después con el Congreso Federal del PSOE. Las decisiones en clave orgánica terminaron por demostrarse equivocadas. O al menos superadas por los acontecimientos. Hasta el punto de que nueve meses después, el pasado verano, Sánchez se veía obligado a cambiar las portavocías en el Congreso de los Diputados y en su Ejecutiva Federal.

En el Consejo de Ministros la sangre no ha llegado al río. Sánchez renunció a hacer una nueva remodelación del Gobierno. Pero los datos del último barómetro del CIS arrojan unas cifras que cuestionan cualquier planteamiento optimista sobre sus resultados. El más evidente de ellos es muy claro: en términos de opinión pública, de conocimiento ciudadano, ese cambio de Gobierno ha dejado al presidente más desguarnecido ante la ciudadanía: los nuevos ministros no han ocupado el espacio de relevancia que tenían sus antecesores. Entre otros, salieron entonces del Gobierno José Luis Ábalos, Carmen Calvo e Isabel Celáa, que había sido la primera portavoz del Ejecutivo. Además dejaba la portavocía la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

En el actual Consejo de Ministros no hay cortafuegos ni diques de contención como representaban Calvo y Ábalos. Eso se hizo evidente con el cambio de Gobierno, pero el tiempo no lo ha resuelto. Y en cierta forma se agravó con la salida de la dirección del PSOE de Adriana Lastra, una de las personas de más confianza del presidente desde 2016. No hay ya muchas personas que puedan aguantar un titular que no sea el propio presidente. Todo es Sánchez para bien y para mal.

De los ministros que se incorporaron en julio de 2021 tan solo Félix Bolaños tiene un conocimiento relativamente alto (61,6%) entre la población. Todos los demás están en la parte baja de la tabla. Y es muy llamativo que a la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, la conozca sólo un 29,2%. La ministra de Educación y desde el pasado verano portavoz de la dirección del PSOE, Pilar Alegría, mejora algo esas cifras, pero se queda en un 35,2%. No obstante, hay en el PSOE quienes no ven ningún problema en que todo se mueva «en torno al presidente» porque creen que «nadie nos va a votar si le gusta un ministro o un portavoz». Esto avala la idea de un modelo más presidencial. Y en el que restan importancia a que sus dos portavoces no sean muy conocidas. «También da muestras de que no han dado pie a la polémica ni han cometido errores», valora un dirigente de peso consultado por estos datos.

Con indicadores similares a los de Alegría está el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, pese a que las cuestiones relativas a su cartera, como lo relacionado con la crisis con Marruecos, han tenido mucha repercusión. La ministra de Justicia, Pilar Llop, solo tiene un nivel de conocimiento del 25,6%. En un tiempo en el que las reformas del Código Penal o las negociaciones con el PP en torno al CGPJ o el TC han estado en primera línea, su papel ha permanecido siempre opacado por Bolaños. Los paros de los transportistas con los que prácticamente se inició en el cargo tampoco han servido para dar notoriedad a Raquel Sánchez. Solo la conoce un 18,1%. Y aún así es más que a la ministra de Ciencia, Diana Morant. Las cinco ministras fueron promocionadas como el futuro del partido. No será en este ciclo electoral. En el PSOE intentan ver el lado positivo. Desconocimiento es también ausencia de desgaste: «Ninguna ha quedado inhabilitada».

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