El manuscrito de Móstoles de 1808 que rescataron unos obreros
Varios trabajadores localizaron por azar y salvaron de la destrucción, en un contenedor en Griñón, una carpeta con documentos, algunos inéditos, sobre las Cortes de Cádiz
Aquel Móstoles de hace 200 años
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUnos obreros de la construcción que trabajaban en Griñón (Madrid) encontraron hace unos años en un contenedor de obras una carpeta con un grupo de documentos que les parecieron valiosos. Y tanto: en ellos se encontraba un manuscrito inédito hasta el momento y que ha ... resultado clave para entender lo que ocurrió tras el 2 de mayo de 1808 y en las Cortes de Cádiz. Ahora, ese manuscrito y su historia son accesibles para quien tenga la curiosidad en ellos, en un catálogo virtual titulado 'El Manuscrito de Móstoles', que se puede ver en la web del Portal de Archivos de la Comunidad de Madrid.
El azar que quiso que aquellos trabajadores repararan en la carpeta, también actuó para que uno de ellos ojeara los documentos de su interior y viera que alguno hacía referencia a la guerra de la Independencia. Como había escuchado que el Ayuntamiento de Móstoles estaba preparando diversos actos con motivo del bicentenario de la Constitución de Cádiz, la 'Pepa', decidió entregar los documentos en la sede del Gobierno local.
De ahí llegaron a la Comunidad de Madrid, y tras su análisis por los responsables de los Archivos regionales, se llegó a varias conclusiones: de entre los 59 documentos hallados, había uno especialmente importante, al que llamaron 'Manuscrito de Móstoles'. Era inédito hasta el momento, y aportaba información trascendental sobre los acontecimientos del país en mayo de 1808 y los años posteriores. Ni de ese ni de los otros documentos, fechados entre principios del siglo XVIII y el primer tercio del XIX, se sabía entonces quién los redactó, cuándo exactamente ni porqué razón. Varios citaban a Francisco de Laborda, militar de la época, por lo que el conjunto pasó a conocerse como 'Colección Francisco de Laborda'.
Demolidas, incendiadas y arrasadas: así eran las «maravillas del mundo» desaparecidas en Madrid
Israel VianaLa capital de España albergó hasta hace no mucho varios palacios, impresionantes fortificaciones, lujosos castillos e imponentes torres que fueron pasto de las llamas o reducidos
El Manuscrito de Móstoles es de 1813, o eso pone al menos a su inicio; está escrito en primera persona y no tiene firma ni rúbrica. Lleva por título 'Colección de los antecedentes de las Cortes generales y extraordinarias', y explica las actuaciones realizadas desde el 2 de mayo de 1808 que permitieron convocar las Cortes de Cádiz en septiembre de 1810.
Son como un diario en primera persona de lo ocurrido: los avatares que se produjeron, las disensiones en cuestiones como la representación de las provincias ocupadas o las que había entonces en América y Asia, o las diferencias entre la Junta Central y la Regencia del Reino. Acaba con la llegada de los diputados a Cádiz, justo antes de constituirse las Cortes, y ahí se para, de manera abrupta y sin un final definido.
Se trata este manuscrito de un borrador, y como tal, tiene tachones, frases intercaladas entre los renglones iniciales, llamadas a notas marginales o explicaciones adicionales en notas a pie de página. Los estudiosos que se toparon con esta joya intentaron averiguar quién era su autor, puesto que de ello dependía también su valoración. Tras una larga investigación, se concluyó que quien lo escribió fue un fraile dominico e historiador, fray Jaime Villanueva.
Examen caligráfico
Para corroborar la autoría, se acudió a un examen caligráfico, comparando la letra del manuscrito con la de otros escritos del citado fraile, que se conservaban en el Archivo Histórico Nacional, la Real Academia de la Historia y el Congreso de los Diputados. El resultado de este estudio fue concluyente: eran la misma persona: las 'j' con su tejado hacia la izquierda; las 'f' con un caído particular del trazo; la 'r' y la 'l' le delatan.
Desvelado ya quién había sido el autor material del Manuscrito, faltaba por determinar si coincidía con su autor intelectual, y los motivos por los que lo escribió. Hay tres hipótesis al respecto: fue un encargo de las propias Cortes de Cádiz, lo hizo fray Jaime por propia iniciativa,o compartió la tarea con su hermano Joaquín Lorenzo. El Manuscrito está escrito con pasión y vehemencia, y con un grado de actualidad que quien lo lee no cree estar hablando de un asunto de hace más de 200 años; puede decirse que tiene auténtico estilo periodístico.
Textos jurídicos
Comienza, como corresponde a un texto que se quiere ofrecer al público en general, con la frase: «Al lect», pero inconclusa y tachada. Expone los hechos con descripciones cronológicas y apoyadas en escritos normativos, que dan justificación jurídica a todo lo que dice. De hecho, anexa muchos de estos textos jurídicos a los que alude.
Es un borrador que tiene tachones, frases intercaladas, llamadas a notas marginales o explicaciones adicionales
Sirvan de ejemplo algunos fragmentos del texto: «Además de la curiosidad histórica que ha parecido oportuno satisfacer con este escrito, hay otro motivo de mayor necesidad que es acallar las hablillas y quitar la ocasión de ellas a los que en secreto y por rincones (...) andan desacreditando las presentes cortes generales y extraordinarias como ilegales, y tumultuarias»; «más de una vez he oído a algunos diputados de este mismo Congreso empeñados en pervertir el ánimo de los incautos con el cacareado tema: las Cortes se han excedido de sus facultades. La historia que es maestra de la verdad, enseñará ahora a éstos que uno de los objetos y el primero porque la Junta Central quiso congregar las Cortes, fue para que restableciesen las leyes fundamentales de nuestra monarquía, gastadas y hechas olvidar por los privados de los Reyes, como incompatibles con su ambición y avaricia». Un texto apabullante en su actualidad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete