Borja Carabante: «La izquierda ha talado en Madrid más árboles que nadie; es una polémica ficticia»
El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad critica el «populismo» de la oposición desde el lugar donde se soterrará la A-5, la obra faraónica del mandato, que empezará en octubre
Geotermia y pérgolas solares para alimentar el túnel de la A-5 y los edificios públicos cercanos
Borja Carabante (49 años, Madrid) posa junto a la brecha de asfalto que cruzan a diario miles y miles de coches. Es una autovía que parte dos barrios, los de Batán y Campamento, que conviven con los humos y ruidos de la A-5 en la misma puerta de sus casas ... . En tres años, esa estampa será muy diferente. Carabante, uno de los alfiles de José Luis Martínez-Almeida, es el director de orquesta de una obra faraónica, la operación de transformación urbana más importante, no solo de Madrid, sino de toda España, se atreve a decir el concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de la capital.
—Aquí estará el futuro Paseo Verde del Suroeste, ¿cómo será este lugar en 2027?
—Un poquito más abajo, en la salida del Batán, estará uno de los siete nodos que habrá a lo largo de los 80.000 metros cuadrados que se van a recuperar, con zonas estanciales, pérgolas, zonas verdes y zonas infantiles. Es más que un soterramiento, porque el objetivo no es solo que los coches vayan por debajo, sino que podamos recuperar el espacio para los ciudadanos. Ahora mismo tienen apenas medio metro entre las fachadas y la autopista, y van a tener árboles, jardines, carril bici... El espacio público que se demanda ahora en las sociedades modernas.
—¿Cuándo se licitará el proyecto?
—Ya se ha publicado en el boletín [el BOAM] y ha empezado el plazo para presentar ofertas. Normalmente es un mes, pero hemos dado dos meses porque es un proyecto importante. A partir de ahí, se someterá a las mesas técnicas y económicas para poder adjudicarlo y empezar las obras a principios de octubre.
—En enero comenzaron las expropiaciones junto a la A-5, ¿en qué terrenos?
—Son muy pocas. Tiene afecciones a pocos suelos, que son los que están limítrofes con el soterramiento, porque hay que hacer determinados ajustes en las curvas de los enlaces. En una obra de esta envergadura solo 7 millones de euros van destinados a expropiaciones.
—Ese dinero lo reciben los vecinos, ¿hay casas que se van a tirar abajo?
—No, no, las casas van a mantenerse. Hay alguna pequeña edificación, que no llega a ser un edificio, que sí hay que eliminar, pero estamos hablando ya con los propietarios y está siendo bastante sencillo y pacífico el trámite administrativo.
—¿El presupuesto ya está cerrado?
—El importe total será algo menos de 404 millones de euros, que es el descuento que harán las empresas. Supone un reto por parte del ayuntamiento ser capaz de acometer esa infraestructura y, a la vez, no eliminar aquellos proyectos de mantenimiento, conservación y reposición de la vía ordinaria. ¿Por qué lo podemos hacer ahora? Porque en los últimos cuatro años se ha recuperado la capacidad inversora que se había perdido durante el anterior mandato de la izquierda.
—¿Cuentan con la financiación del Ministerio de Transportes?
—Hemos acordado que el primer tramo, hasta la avenida de los Poblados, lo financiamos nosotros y el siguiente tramo aportarán ellos el presupuesto. Por eso los ciudadanos tienen que estar tranquilos con la continuidad de este proyecto.
—¿Ha hablado personalmente con el ministro, Óscar Puente, por este tema?
—No he tenido ocasión. He hablado con el secretario de Estado, con el que ya tuvimos reuniones previas antes de que fuera nombrado el ministro Puente.
—¿Tiene intención de reunirse con él?
—Nos encantaría, no que nos atendiera, sino que cumpliera sus compromisos. Lamentablemente ya ha demostrado que no va a cumplir los compromisos que se refieren a la mejora de Cercanías. También estaríamos encantados de hablar con él para que volviera a impulsar la ejecución de un carril bus, no solo en la A-2, sino en el resto de las radiales de Madrid.
—Ya se han producido tres reuniones para la Operación Campamento. ¿Cuánto se ha avanzado?
—Estamos muy satisfechos con la relación con el ministerio [de Vivienda]. Su compromiso es presentar la iniciativa en el mes de junio o julio, y estamos perfilando el proyecto de urbanización. Si así fuera podremos ver grúas en Campamento a finales de 2025.
—Hablemos de las polémicas talas, la última, 28 árboles por la reforma del 'parking' de la plaza de Santa Ana. ¿Se plantea reformular el proyecto?
—Eso es una estimación, cuando se consiga la ejecución se salvan muchos más árboles. Pasó en la plaza del Carmen y va a pasar también en Santa Ana. Pero es una operación imprescindible para los vecinos. Hay que levantar la plaza para evitar que las filtraciones puedan perjudicar no solo al aparcamiento, sino también a las viviendas colindantes. En segundo lugar, va a reducir mucho el tráfico y habrá más plazas para los residentes. Es verdad que las obras de infraestructuras muchas veces suponen tala de árboles. En la A-2 nos acaban de pedir una autorización de tala de 145 árboles. Hemos remitido una carta al Ministerio de Transición Ecológica diciendo que entendemos que es favorable porque es una petición de tala del Gobierno de la nación.
«La diferencia respecto al dogmatismo climático de Pedro Sánchez es que nuestra transición energética es progresiva, con una política de ayudas y alternativas»
Borja Carabante
Concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid
—¿En Madrid se abusa de la motosierra, como critica la izquierda?
—Se abusa de la pancarta y de la manifestación en una polémica absolutamente ficticia hinchada por la izquierda, en un ejercicio de populismo e incoherencia. La izquierda ha talado en Madrid más árboles que nadie. Los proyectos del PSOE proponen más talas que ningún otro gobierno. Cuando se perdió arbolado en la ciudad, fue durante el mandato de Manuela Carmela, la única alcaldesa de la historia reciente de Madrid que no inauguró un solo parque. La izquierda lo tiene muy fácil, podría hacer una ley de protección del arbolado a nivel estatal que prohíba las talas por infraestructuras, pero no lo hace porque eso le impediría prestar los servicios públicos a los ciudadanos.
—Ya no hay protestas por los cantones de limpieza en Montecarmelo y Vicálvaro, ¿el ayuntamiento los ha quitado?
—No. Los vecinos han acudido a los tribunales y los tribunales han dado la razón al Ayuntamiento de Madrid. Unos fueron a la Fiscalía, que lo ha archivado, otros fueron al Defensor del Pueblo, que dijo que teníamos capacidad para decidir porque las ubicaciones no suponían perjuicios, malos olores ni molestias, y otros han ido al contencioso. Aquí la izquierda se ha comportado de una manera indecente, porque Reyes Maroto [la portavoz del PSOE] dijo que los cantones eran vertederos, con el objetivo de enfangar.
—Eso mismo se vive en los plenos de Cibeles, con sesiones de mucha crispación, ¿cómo se soluciona?
—Por parte de los grupos de la oposición ha habido una escalada de violencia verbal y de agresión física incluso, pero no por parte del PP. El alcalde es el alcalde de los Acuerdos de la Villa, el que siempre tiende la mano a los grupos municipales. Tenemos a Javier Ortega Smith [el portavoz de Vox], que ha tenido una actitud desmedida, y a Reyes Maroto que se proclamaba sanchista. Claro, si el sanchismo es enfrentar y dividir, es precisamente lo que está llegando al Ayuntamiento de Madrid.
—La izquierda critica que el presidente del pleno, Borja Fanjul (PP), no es imparcial.
—El problema no es el comportamiento de Borja Fanjul, el problema es el comportamiento de los concejales de la oposición a los que el presidente tiene que expulsar del pleno. Si la izquierda debatiera de manera razonable, el presidente no tendría que intervenir.
—La semana pasada entró en vigor la peatonalización del mercado de San Miguel, ¿tiene otras en mente?
—Vamos a seguir estudiando la posibilidad de ampliar zonas peatonales. Tiene un extraordinario éxito, como en la Puerta del Sol. Siempre y cuando no suponga un deterioro de la movilidad de los vecinos o una restricción masiva de la circulación.
—El 4 de febrero hubo una protesta de coches contaminantes en contra de sus restricciones. ¿Son medidas demasiado ambiciosas para la sociedad madrileña?
—Son las medidas que la sociedad madrileña se puede permitir desde el punto de vista social, productivo y económico. Y lo hemos demostrado, porque tenemos los mejores datos de calidad del aire con esas restricciones, pero seguimos siendo el motor económico y de generación de empleo de España. Vox decía que aquí iba a haber un caos, pero han visto que no es cierto.
—Salvando las distancias, las tractoradas de agricultores también critican la agenda verde. Y tanto Vox como el PP acusan a Pedro Sánchez de «dogmatismo climático».
—La diferencia es que nosotros pensamos que la transición energética es una transición y no una ruptura del modelo económico, social y productivo. Esa transición tiene que ser progresiva, no de un día para otro como pretende el sectarismo climático, y tiene que haber una política de ayudas, como estamos haciendo con familias y empresas, y de alternativas, y aquí lo estamos haciendo con una alternativa muy potente de transporte público.
«El modelo de Reyes Maroto es París, y París ha incumplido la directiva europea de calidad del aire. Maroto sigue en ese negacionismo de los datos»
Borja Carabante
Concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid
—En una entrevista con Madridiario, Reyes Maroto afirma que «Almeida niega el cambio climático».
—Creemos que hay una posibilidad factible, técnicamente sostenible, que es Madrid 360 [la estrategia medioambiental de Almeida] que permite luchar contra el cambio climático, y hemos demostrado que con políticas moderadas y de ayudas es posible tener los mejores datos de calidad del aire. Yo sé que el modelo de de Reyes Maroto es París, y París ha incumplido la directiva europea con el sectarismo climático de la izquierda parisina que pretende copiar. La Comisión Europea dice que somos una ciudad ejemplar, pero Reyes Maroto sigue en ese negacionismo de los datos.
—La Fórmula 1, los 'Oscar' del deporte, quizá la NFL... ¿Madrid está preparada para asumir estos macroeventos?
—Todos esos grandes eventos vienen a Madrid por tres cuestiones: la capacidad de acogida, la capacidad organizadora (tuvimos que organizar la Cumbre del Clima en apenas unas semanas y la Cumbre de la OTAN) y, en tercer lugar, tenemos un sistema muy potente que es la envidia de todas las ciudades, el mejor transporte público que hay en ninguna capital europea.
—¿En qué punto se encuentra el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)?
—Hemos tenido muchos avances. Hemos creado la Oficina del Plan General y el Consejo Asesor, formado por arquitectos y al que se van a incorporar otros perfiles, como la decana del Colegio de Ingenieros de Caminos. El pasado lunes tuvimos una primera jornada de trabajo. La dificultad del PGOU, no solo desde el punto de vista normativo, es establecer cuáles son los retos y los objetivos. Los retos los resumo en tres. El acceso a la vivienda, para los madrileños y para los que vienen a Madrid a trabajar. La transformación urbana, como en la A-5, la generación de espacio público más sostenible. Y, en tercer lugar, la sostenibilidad como un criterio y un factor estratégico de planificación de la ciudad. Lo que queremos hacer en 2024 es suscitar el debate y elaborar un diagnóstico.
—Dentro de su macroárea, ¿cuál es la próxima medida?
—En los contratos de recogida de residuos incorporamos el soterramiento de treinta contenedores en el distrito Centro y va a comenzar esta semana, primero en la calle de Serrano Anguita y después en Divino Pastor. Nos permite eliminar los contenedores de plazas emblemáticas y era una cuestión muy demandada por los vecinos.
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