Cartas al alcalde
La 'rentrée'
Unos la maldicen, pero hay que reverenciar a Madrid, que es noble y sucio, y un poco moro
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Madrid
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Iniciar sesiónLa palabra 'rentrée' es francesa, ya lo sabe usted, alcalde, pero la hemos repetido tanto que ya es una voz madriles. Ahora estamos en la 'rentrée', o sea, la vuelta al tajo. No diré que la vuelta al tajo es el odio a Madrid, ... pero casi, si soltamos el reojo alrededor, y ponemos oído a la cháchara del regreso vacacional. A Madrid le podemos echar la culpa de todo. Unos, hoy, la maldicen, pero hay que reverenciar a Madrid, que es noble y sucio, y hasta un poco moro, según el diagnóstico de Gómez de la Serna.
Fue el propio Ramón quien aupó el mes de agosto como mejor mes de Madrid, pero el gentío hace el hatillo, porque aquí no hay playa, y porque no hay quien aguante un agosto en Madrid, cuando lo que no hay quien aguante, casi, es un agosto sin Madrid. Las tiendas de gafas se han comido los cines de Gran Vía, pero la Gran Vía es aún la Gran Vía, donde lo tienes todo resuelto, a cualquier deshora, desde la compra de un fular al alterne con valquirias solitarias.
En Madrid empieza a cada rato una novela, sólo que a veces la novela nos incluye, y a veces no. A Madrid regresamos con cabreo, pero también puede volverse con el asombro apasionado del peatonaje cualquiera, bajo la ilusión siempre pendiente de hacer todo el picnic de tapeo de la Cava Baja y a ir al nuevo Bernabéu, porque el Real Madrid alivia la melancolía de los domingos. El Bernabéu es otro Museo del Prado, sólo que al revés.
Tenemos Madrid pendiente, pero Madrid no es un cabreo, sino un show. Ahí está el discotequeo, con el Joy, Teatro Barceló, o Kapital, para maniquíes equívocas, y ligones de catálogo. Y luego están los desmontes de la Ciudad Universitaria, donde juegan al amor las ninfas de botellón. Entre una cosa y la otra está la Puerta del Sol, un puerto con reloj de campanario, donde van y vienen las gentes en el ceremonial emocionante de conocerse o despedirse.
Lo que pasa con Madrid es que Madrid no nos deja ver Madrid. Los madrileños tenemos que viajar más a Madrid, que queda tan lejos, estando tan cerca.
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