Sí a Europa

El proyecto europeo nació con el anhelo de poner fin a décadas de cruentos conflictos entre vecinos que habían llevado a nuestro continente al borde del abismo.

Guerras alimentadas por un nacionalismo que prendió hasta llevar a algunos pueblos europeos a la locura.

El racismo , la intolerancia, la falta de libertades dominaron la escena en aquellos países controlados por regímenes totalitarios .

A mediados de los 80, España era una joven democracia. La incorporación de nuestro país se asumía como un paso natural en el proceso que se había abierto con la Transición .

En 1986 el sueño se hizo realidad, y a día de hoy, el balance es enormemente positivo.

Los beneficios que se han derivado para España de la pertenencia a la UE son numerosos. Algunos de ellos han sido de tipo económico: nuestro país ha sido uno de los principales beneficiarios de la PAC; en materia de fondos de cohesión, hemos recibido más de 160.000 millones de euros, cuya inversión nos ha permitido, entre otras cosas, desarrollar una moderna red de infraestructuras; la eliminación de las fronteras interiores entre los Estados miembros nos ha permitido crear un mercado único de 500 millones de personas con las enormes oportunidades que esto conlleva para empresarios y consumidores; el establecimiento de una política comercial común nos hace más competitivos.

Pero la UE no sólo es economía: la UE son derechos, es democracia , es Estado de Derecho, es educación, es solidaridad, es bienestar.

La UE nos ofrece un espacio de libertad, seguridad y justicia.

Defender la UE es defender sus valores y principios, un espacio de democracia, derechos humanos y progreso económico y social . Es defender una España moderna y consciente de la necesidad de abordar los retos del futuro desde una perspectiva global.

Lo insensato es negarse a Europa. Yo digo «sí» a Europa.