Las citas del desafecto

La primera en aparecer fue Manuela Carmena , diez minutos antes de la hora fijada. Quería irse pronto para llegar con tiempo al acto de la Real Casa de Correos. Mientras esperaba al resto, comentó cómo iba la recuperación de su tobillo y reprendió al redactor jefe de ABC Madrid por tirar una colilla al suelo, ofreciéndole uno de sus ceniceros portátiles. Cuando contaba cómo había colocado flores en todos los balcones de los edificios municipales, asomó con dos escoltas por la plaza el candidato de Vox, Javier Ortega Smith . Prefirió quedarse alejado hablando por teléfono. Minutos más tarde, llegó Pepu Hernández (PSOE), quien saludó con afinidad a la alcaldesa. No se conocían apenas, revelaron ambos antes de separarse para cuchichear sobre la actitud del candidato de la formación de Abascal, que seguía en un extremo de la plaza sin acercarse. Pasó por su lado al adentrarse en el espacio Carlos Sánchez Mato , de IU Madrid en Pie, arremangándose frente a Ortega su americana para lucir una pulsera tricolor .

El concejal de Carmena que se medirá frente a ella en las municipales tras sus desavenencias en la Corporación concedió su saludo a los presentes, salvo al representante de Vox. «Mis hijas no me lo perdonarían», dijo, sarcástico. Su homólogo en las antípodas ideológicas se animó a reunirse con todos cuando Begoña Villacís llegó, pero tampoco hizo ademán de estrechar la mano al anticapitalista; se excusó en que no se dio cuenta.

Eran las 10.10 de la mañana y la regidora apremiaba por hacer la foto y poner fin a la cita, pero faltaba José Luis Martínez-Almeida (PP), que venía de camino en moto tras un desayuno en el Pirulí. Antes de las 10.15 apareció el candidato popular por la Calle Mayor. Su primer comentario, sin que el resto lo oyera, fue una broma sobre la corbata de Ortega: «Es del CEU».

Con los candidatos a la Comunidad de Madrid, la cita se fijó a las 10.30 horas en la plaza de Pontejos, a la espalda de la Real Casa de Correos, epicentro de los acontecimientos de la jornada. La primera en llegar, antes incluso de la hora comprometida, fue la cabeza de lista de Vox, Rocío Monasterio , acompañada de su marido y diputado electo del Congreso por la misma formación, Iván Espinosa de los Monteros. Ambos habían llegado «caminando diez manzanas» para participar, por primera vez, en la recepción oficial del Dos de Mayo. Les acompañaban su seguridad y una persona de su equipo de prensa.

Sobre la hora llegó Íñigo Errejón , número uno a la Asamblea de Más Madrid, junto con varios colaboradores. Minutos después, aparecía el candidato de Ciudadanos, Ignacio Aguado , en compañía de Ángel Garrido . Casi a la vez, se personaban en la plaza el socialista Ángel Gabilondo y su equipo. Cada uno se mantuvo en su rincón, sin aproximarse a los dirigentes de Vox ni hacer gesto alguno por saludarlos, lo que dio lugar a un lapsus algo incómodo.

Isabel Serra , la cabeza de cartel de Unidas Podemos-Izquierda Unida-Madrid en Pie no se presentó a la cita, pese a que su equipo confirmó su asistencia. La candidata popular, Isabel Díaz Ayuso , lo hizo, pero llegó 15 minutos tarde, cuando ya el resto de los citados –con sus equipos molestos por el retraso– se cruzaban saludos entre sí y se colocaban ante la cámara. Hubo algún cruce de bromas entre Aguado y Errejón; éste no quiso alzar el pulgar para una de las imágenes, como sí hicieron los demás.