Don Juan Carlos en Abu Dabi: un día a día tranquilo y discreto desde que llegó con dos maletas

Por las condiciones del viaje y lo precipitado de su partida, nada más llegar a Abu Dabi Don Juan Carlos se instaló en el Hotel Emirates Palace, uno de los más caros del mundo y propiedad del Gobierno de Emiratos Árabes Unidos. Se encuentra en la exclusiva urbanización de Al Bateen, donde más tarde se instaló cuando terminaron las obras de una casa del ahora emir Mohamed bin Zayed, que en ese momento era Príncipe Heredero. Como le ocurre con los jeques y príncipes de los demás países del Golfo, Don Juan Carlos y Mohammed bin Zayed se tratan como hermanos, de ahí que al padre de Felipe VI le llamen de forma cariñosa y en la intimidad «Juanito».

Junto a Juan Carlos I viajaron aquel mes de agosto cuatro personas de su máxima confianza. Tres de ellas eran personal de seguridad de la Casa del Rey, que desde hace dos años y medio se encuentran con él en Abu Dabi. A los tres meses, este equipo fue relevado por otros tres escoltas. Desde entonces se turnan de manera consecutiva.

Estos dos grupos viven a caballo entre Madrid y Abu Dabi y forman parte del equipo de seguridad más próximo al padre de Felipe VI, que depende directamente del Palacio de la Zarzuela. Hasta ahora, cuando se han encontrado de servicio en Abu Dabi se habían instalado en una casa contigua a la de Don Juan Carlos. Por esta razón, además de para facilitar sus problemas de movilidad, Mohamed bin Zayed acondicionó la casa donde ha vivido Juan Carlos I.

En esta reforma contaron también con una sala donde pudiera hacer ejercicio todas las semanas con un fisioterapeuta que Don Juan Carlos contrató nada más llegar a la capital emiratí.

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Del día a día de Don Juan Carlos en Abu Dabi se sabe poco. Por algo —por privacidad y discreción—, eligió vivir allí. La mayor parte del tiempo lo pasa en la misma urbanización de Al Bateen, a la que solo acceden residentes con un número muy reducido de invitados por propiedad. Don Juan Carlos ha conseguido blindar su vida para que no trascienda ninguna información sobre él, tampoco sus planes, ni sus amigos, ni la gente que le acompaña.

En agosto de este año se cumplirán tres años desde que el padre de Don Felipe comunicó a su hijo a través de una carta su intención de instalarse −«tras una meditada decisión»− en Abu Dabi por un tiempo, hasta que se resolvieran las causas judiciales por las que se le estaba investigando en España. En marzo del año pasado, sin embargo, días después de que se anunciase el archivo por parte de la Fiscalía de las dos investigaciones contra él, Don Juan Carlos informó a su hijo de su intención de fijar su residencia «de forma permanente y estable» en Abu Dabi.

Desde que se instaló en Abu Dabi, Don Juan Carlos convive con el conflicto interno que le supone verse a muchos kilómetros de distancia de su vida en España y el hecho de que, por encima de todo, está el futuro de la Corona. De ahí que este último año, desde que volvió de Sangenjo, tenga muy presente la conversación que mantuvo con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Allí el Rey demandó prudencia a su padre en todas las decisiones que tomase en el futuro, entre ellas que evitase una excesiva exposición en sus próximas visitas a España.