García-Page ve en Sánchez «ganas de gobernar» y en Puigdemont «de librarse de la cárcel»

En un acto en un hospital de Manzanares (Ciudad Real), García-Page ha señalado que vio en Pedro Sánchez, sin nombrarle, «ganas de gobernar», y en el expresidente catalán catalán ganas «de librarse de la cárcel». «Yo lo que vi ayer [por el jueves] fue mucha necesidad. Y ninguna virtud, ninguna virtud», ha rematado su argumento, aludiendo veladamente a las palabras de Sánchez en el Comité Federal del PSOE del pasado 28 de octubre, cuando precisamente Page fue una de las escasas voces disonantes con la defensa de la amnistía para los encausados por el 'procés' que por primera vez hizo entonces el presidente del Gobierno. Además, ha asegurado que «Puigdemont es culpable, no es víctima de nada», que «los jueces han aplicado las leyes que se han aprobado por todos los partidos, también por el mío. Y por tanto no pueden ser objeto de investigación ni de persecución».

Durante un discurso en la inauguración de la nueva resonancia magnética del Hospital Virgen de Altagracia, García-Page ha hecho un elogio de la red hospitalaria de su región y ha recordado que se paga con los impuestos, pero los de «todos los españoles», en clara alusión a la pretensión de los separatistas de que se conceda a Cataluña el 100% de todos sus tributos. «La mayoría de la gente entiende por qué hay que poner pie en pared para defender que esto se pueda pagar. Para ser sincero, esto se paga con los impuestos de los ciudadanos de toda España, no con los de Castilla-La Mancha, que eso no da», ha explicado.

Antes de entrar en la materia del acuerdo entre los socialistas y Junts, el líder de los socialistas castellanomanchegos ha asegurado en tono retador que «no sólo va a hablar Puigdemont, digo yo, también García-Page, ¿o es que eso no es posible? Además yo lo hago desde España», ha concluido con toda intención. En esa línea, ha aseverado que «no vamos a tolerar bajo ningún concepto, que alguien utilice la singularidad o la pluralidad de España, el cuento de la lechera, para tener privilegios fiscales o financieros. Eso sería tanto como saber que el día de mañana no podríamos ni acabar los hospitales que estamos haciendo».

En referencia concreta al texto suscrito por el PSOE con Junts, Page ha señalado que «basar en la mentira, basar en la relectura de la historia, o de los acontecimientos, o de la realidad, basar una solución de convivencia es engañarse», ha advertido a la dirección de su partido. Y ha vaticinado que «lo peor que nos puede pasar es que el ansia porque se abra la legislatura o el ansia por gobernar se convierta en otorgarles la capacidad de decisión a quien tiene ya una decisión previamente tomada, que es la de acabar con la Constitución y acabar con la unidad del país. No lo vamos a permitir».

Page ha diagnosticado que «aquí se está movilizando a una parte del país para que no llegue al Gobierno la derecha española, sin darnos cuenta de que lo que se está consiguiendo es darle el mando a la derecha independentista catalana. Derecha, eh. Tan derecha como la otra», ha remarcado. Para el presidente de Castilla-La Mancha, que alguien como Puigdemont tenga «el mando de la estabilidad es, sinceramente, para tener preocupación, cuando no tristeza». Aunque pese a todo ha añadido que «sobran resortes en España, legales, constitucionales, democráticos, para que las cosas se terminen reencauzando, soy en este sentido más optimista de lo que mucha gente se puede imaginar», ha sentenciado.

Sobre el referéndum de independencia en Cataluña que el PSOE se compromete a negociar con el separatismo, incluso con una mediación internacional, García-Page ha sido taxativo a la hora de decir que eso «será imposible, pero con pactos o sin pactos, lo quiera o no lo quiera el Gobierno de turno, que haya una votación en la que se se ponga en cuestión algo que dice la Constituición, y mucho más la soberanía nacional o la unidad de España. Eso no se puede votar, y menos aún se puede votar sólo en una parte del país».

Al mismo tiempo, ha querido decir «con mucha claridad», que «el único camino que no podemos tolerar es el de la violencia. El que quiere criticar o atacar desde la violencia pierde argumentos».