Rueda, a Pontón: «Su prioridad es la independencia, la nuestra dar oportunidad a la gente de independizarse»

El presidente recuerda a Pontón los postulados de la UPG y al PSdeG su «sainete» en los ayuntamientos de Santiago y O Carballiño

La Xunta se marca como «reto» impulsar la construcción de otras 25.000 viviendas

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, este miércoles en el pleno del Parlamento de Galicia Xunta

J. Hierro

Santiago

El congreso del fin de semana de la Unión do Povo Galego (UPG), la formación con más peso y poder dentro del BNG, ha sobrevolado la sesión de control al presidente de la Xunta en el Parlamento de Galicia. El líder del Gobierno gallego se ... ha encargado de que así fuera. La líder del BNG, Ana Pontón, había preguntado Alfonso Rueda por las políticas de vivienda del Ejecutivo autonómico. Y el presidente aprovechó para recordarle los postulados de la UPG, entre «el comunismo y la independencia», formación a la que la propia Pontón pertenece: «No hablaron de vivienda ni de la economía de las familias, sino de las cosas del nacionalismo».

En su réplica a la portavoz nacional del BNG, Rueda afirmó que la política de vivienda es una de sus prioridades en esta legislatura, y para tratar de demostrarlo puso sobre la mesa algunos datos. Por ejemplo, los trámites, ya en marcha, para la construcción o rehabilitación de cerca de 400 viviendas de promoción pública en distintos ayuntamientos en los primeros cien días de su gobierno: «Y llegaremos a las 4.000 cuando acabe la legislatura».

Otro ejemplo que deslizó sobre la importancia que la Xunta le da a esta materia: la creación de una consellería específica de vivienda. Para el mandatario gallego, eso confirma las prioridades de la Xunta frente a los intereses del BNG: «Mientras sus prioridades son la independencia, el monolingüismo y la imposición ideológica, la nuestra en materia de vivienda es dar oportunidad a la gente para independizarse y ayudar a quienes más leas cuesta tener una vivienda».

Pontón, en cambio, considera que el modelo del PP «es el de la especulación antes que el del derecho a la vivienda», acusando a Rueda de pretender maquillar la realidad con «propaganda y titulares», porque «miles de gallegos no pueden acceder a una vivienda a un precio razonable». Y también afeó al presidente autonómico que, mientras «miles de gallegos no pueden acceder a una vivienda», acuda al Parlamento de Galicia a «hablar de comunismo e independencia».

Por su parte, el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, optó por preguntar a Rueda por la política social de la Xunta. En concreto, por la aportación autonómica al Servicio de Ayuda en el Hogar (SAF), criticándole que la Xunta «descargue» sobre los concellos las cargas que le corresponderían a la Administración gallega. En este contexto, el líder del PSdeG advirtió de la subida del precio del SAF a 21 euros la hora de media, aunque «hay ayuntamientos que la pagan a 24», y criticó que la Xunta no ponga «ni 5».

Subirá la aportación del SAF

El presidente de la Xunta replicó que la aportación autonómica al SAF subió «un 24 por ciento» en los últimos años, hasta el entorno de los 12 euros la hora y un presupuesto total de 130 millones de euros este año. Dicho esto, reconoció como «necesario volver a aumentar» esta partida. Besteiro, por su parte, prometió que reclamará al Gobierno del también socialista Pedro Sánchez que haga lo propio.

Pero Rueda insistió en que ellos se toman «muy en serio» esta cuestión, y que «lo demás es demagogia», no dejando pasar la oportunidad de recordar las crisis municipales de los socialistas en Santiago y en O Carballiño. En la capital gallega, con un grupo municipal en el Concello abiertamente enfrentado a la dirección local del partido; y en la localidad orensana, Besteiro amenazando con «consecuencias políticas» a sus ediles, que pactaron gobernar con el PP. Sobre Santiago, Rueda señaló a Besteiro por «protagonizar un sainete muy divertido».

«Hay una diferencia de trato entre el que le damos nosotros a los concellos y el que la da usted», añadió Rueda, tras recordar sus últimas reuniones «fructíferas», por ejemplo, con el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero; o el de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Ferández Lores.

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