El fingido aggiornamento del nacionalismo gallego

En todo caso, es de agradecer que recuerden al conjunto de la sociedad que hay cosas que son lo que son y siempre lo serán . Podrán edulcorar la imagen que proyectan con una candidata con un tono más amable, pero el Bloque es lo que es. Podrán escenificar artificiosamente un aggiornamento, pero el nacionalismo gallego sigue siendo lo mismo que siempre fue.

En realidad, la que hoy es la segunda fuerza política de Galicia y lidera la oposición en el Parlamento autonómico ha sido siempre, es y será la marca blanca de la UPG . Ana Pontón -la cara visible del BNG en Galicia- salió de la U. Néstor Rego -el diputado nacionalista en el Congreso- es el líder de la U. Poco quedó que no fuese de la U después de Amio. Ayer, hoy y mañana el Bloque fue, es y será la UPG, una organización que se ha asentado siempre sobre postulados marxistas-leninistas.

La actual cúpula del nacionalismo es consciente de que articular el discurso en pleno siglo XXI en torno a mercancía caducada hace muchas décadas solo puede llevar al fracaso electoral. Por eso camuflan sus bases ideológicas . Con un tono más afable, con una elevada dosis de populismo y desde la premisa de su falsa superioridad moral, el Bloque ha conseguido desarrollar una eficaz campaña de mercadotecnia para maquillar qué es. Por eso es importante que de vez en cuando no se resistan a quitarse la máscara.

Sí, el BNG es la UPG, pero muchos de los electores que eligieron en julio la papeleta del Bloque no lo son . Ciudadanos que huyeron de la implosión del rupturismo o de la irresponsabilidad del actual PSOE respaldaron coyunturalmente la candidatura de Pontón, pero es probable que no pocos de ellos abjuran de los principios, de la esencia, sobre los que se asienta el proyecto político que representa ese tipo de nacionalismo gallego. Hay cosas que son lo que son.