Justicia… ¿para cuándo?

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado así lo constatan, pero ¿por qué el juez hace caso omiso?. Únicamente hace referencia a la prohibición de otros actos que también se denuncian, pero obvia la retirada de camisetas y los nombres de los miembros de la organización terrorista ETA que se solicita, es decir, que retire de manera inmediata por humillar y denigrar no solamente a toda mi familia, sino todas las víctimas del terrorismo. Los nombres que figuran y que se enaltecen desde hace más de 18 años son de los asesinos de mi padre. Igor Solana Matarran y Harriet Iragi -asesinos materiales -son homenajeados todos los años por estas casetas de fiestas y, sin embargo, la Audiencia Nacional no lo quiere ver, lo quiere obviar justificándose en una supuesta libertad de expresión.

Me imagino que si se tratara de un acto de enaltecimiento del franquismo, seguramente actuaría de manera inmediata porque las órdenes de la Fiscalía General serían claras para prohibir este tipo de actos y, además de sancionarlos económicamente, se actuaría de forma preventiva para evitar los actos de enaltecimiento. Sin embargo, las víctimas de ETA seguimos en el vagón de cola, tenemos que seguir aguantando el escarnio anualmente sin que haya multas, sin que haya reproche penal, ni absolutamente nada, simplemente por un puñado de votos de sangre que son los que apoyan a un Gobierno muy débil, dirigido por Pedro Sánchez, y apoyado, entre otros, por Bildu, partido político que desde 2011 ha llevado sus listas a casi 100 terroristas, muchos de ellos con delitos de sangre en sus listas electorales. Pero el juez prefiere seguir los postulados y argumentaciones erróneas de la Fiscalía en este caso concreto. Expresa una argumentación sobre lo que es o no es humillar, sin considerar ni tener en cuenta la sentencia del pasado mes de junio de la comisión de presos de Sortu en la que los propios etarras reconocieron que este tipo de actos humillan a las víctimas del terrorismo.

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Sin embargo, a pesar de las humillaciones continuas a las víctimas de ETA en todas las fiestas de el País Vasco y Navarra, creo que debemos seguir denunciando, a pesar de que las instituciones (sí lo hacen Guardia Civil y Policía Nacional) no nos apoyen y nos dejen solas, porque es más importante que Moncloa gobierne un individuo con el apoyo de los herederos de ETA. En algún momento, España volverá a la normalidad democrática en donde los verdugos serán los asesinos y las víctimas, los que merecemos una Justicia que no se nos da actualmente y que se nos revictimiza hoy cada vez que se produce un acto en los que se homenajea a los asesinos de nuestros familiares.

No existirá el mal llamado «conflicto» como lo que hoy el Partido Socialista permite que sea el relato entre ETA y el Estado de Derecho. Pero para ello, necesitamos una Justicia donde el Ministerio Fiscal sea independiente y se le deje trabajar pues hay grandes profesionales dentro de la carrera, donde no se le den directrices políticas mediante órdenes que contradicen la propia legalidad y el sentido común. Ese día llegará y, mientras tanto, seguiremos trabajando con ahínco y denunciando todas las injusticias hacia las víctimas de ETA.

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Daniel Portero es presidente de Dignidad y Justicia