La última prueba de Antonio Anglés en el crimen de las niñas de Alcàsser
La Justicia ordena nuevas diligencias para evitar que el considerado autor material de la violación y asesinato de Miriam, Toñi y Desirée quede impune y los delitos prescriban
Fuga de Antonio Anglés: el día clave de la huida del asesino de las niñas de Alcàsser
Qué pasó con las niñas de Alcàsser hasta que fueron halladas en una fosa el 27 de enero de 1993
Reconstrucción facial de Antonio Anglés realizada por el Instituto de Formación Profesional en Ciencias Forenses
La investigación judicial por el triple asesinato de Miriam, Toñi, Desirée, también conocidas como las niñas de Alcàsser, tiene fecha de caducidad. El 14 de diciembre de 2029 prescribirán los delitos que se le atribuyen a Antonio Anglés, quien, a partir de ese ... mismo momento, pasará a ser inimputable.
30 años después del crimen que asoló a toda España -el 13 de noviembre de 1992 desaparecieron las adolescentes y el 27 de enero de 1993 se encontraron sus cadáveres semienterrados-, Antonio Anglés, considerado autor material por la sentencia dictada hace ya 22 años, sigue oficialmente en busca y captura, aunque los últimos intentos de la Policía por hallarle han resultado infructuosos.
Ahora, las nuevas pruebas ordenadas por la jueza que instruye el caso Alcàsser persiguen encontrar evidencias físicas de la participación de Anglés en los macabros hechos, más allá del testimonio de Miguel Ricart, su amigo y único condenado en la investigación, que fue quien le incriminó directamente durante el juicio.
De esta manera, se busca que en el caso hipotético de que el fugitivo hispano brasileño siguiera vivo -en la actualidad tendría 56 años- y se le detuviese, se le pudiera juzgar por el triple crimen de las niñas; o que si jamás se hallara su cadáver, la causa pueda cerrarse con una evidencia científica que le incriminara directamente en el asesinato, rapto y violación de las menores.
Nuevas técnicas para analizar ADN
El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira ha ordenado durante este año diferentes diligencias para tratar de encontrar pruebas que demuestren la culpabilidad del prófugo buscado sin éxito desde hace tres décadas a lo largo y ancho de toda Europa. Nuevas pesquisas, requeridas por la acusación popular que ejerce la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, con el objetivo de encontrar ADN de Anglés en los diferentes objetos encontrados en la escena del crimen, en la caseta donde fueron torturadas, violadas y asesinadas, y en el propio coche de Miguel Ricart.
Cartel difundido en 1992 para encontrar a las niñas de Alcàsser
La última diligencia dictada por la magistrada permitirá a los especialistas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses analizar la moqueta que envolvieron los cadáveres de las tres adolescentes, así como unos trozos de papel encontrados en la fosa donde permanecían semienterradas. Respecto a la primera prenda, se trata de la tercera ocasión que será examinada, después de haber sido estudiada por el Instituto Anatómico Forense de Valencia en 1993 y después por el catedrático de Medicina Luis Frontela.
De acuerdo con la valoración del criminólogo y responsable de la asociación Lasxhmi, Félix Ríos, utilizar nuevas técnicas de amplificación de ADN pueden permitir encontrar evidencias que no se pudieron obtener en la década de los 90, cuando a pesar de dar positivo varias pruebas sobre semen y sangre, no se confirmaron posteriormente ni se encontró ADN por la baja sensibilidad y la escala tecnología de la época.
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Por otro lado, la misma entidad encabezó el análisis de otros objetos clave como la sábana blanca que cubría el colchón en la caseta del paraje donde se hallaron los cadáveres, diferentes fibras del forro de la cama, ropa interior y camisetas de las niñas y un pedazo de tapizado del Opel Corsa de Miguel Ricart, turismo con el que presuntamente se produjo el secuestro de las niñas.
Sin rastro de Anglés
Desde hace tres décadas, la Policía y la Guardia Civil tratan de dar con el paradero de uno de los prófugos más peligrosos de Europa, según los organismos internacionales. Tanto Europol como Interpol mantienen activa la búsqueda de Anglés, en cuya ficha -expediente 1993-9069- se ha actualizado su edad y su rostro con una reconstrucción facial de cómo sería su aspecto en la actualidad, con 56 años.
En la misma, se describe al fugitivo como un hombre «muy desconfiado», que mide 1,75 metros, tiene los ojos azules y varios tatuajes por todo el cuerpo. En concreto, un esqueleto con guadañas en el brazo derecho; «Amor de madre», en el izquierdo y una mujer china vestida y con sombrilla en el antebrazo. Asimismo, advierte de que presenta un quiste sebáceo en la garganta sobre la nuez y que consume «recurrentemente» Rohypnol para combatir su adicción a las drogas.
En otro orden, mientras continúa activa su búsqueda, la familia de Anglés ha comenzado los trámites para solicitar la declaración de su fallecimiento para gestionar una herencia devenida por la muerte de dos de sus hermanos este mismo verano.
Imagen de archivo de Miguel Ricart cuando salió en libertad en noviembre de 2013
Respecto a Miguel Ricart, el amigo y compañero de Anglés fue el único condenado por el rapto, violación, asesinato e inhumación ilegal de tres menores, en un juicio que duró 49 sesiones en la Audiencia Provincial de Valencia. Fue sentenciado a 170 años de cárcel, aunque fue puesto en libertad a finales de 2013 tras cumplir tan solo 21 en la prisión de Herrera de la Mancha en Ciudad Real gracias a la derogación de la doctrina Parot.
De esta manera, antes de que se cierre definitivamente el caso Alcàsser, continúa la búsqueda tres décadas después después del fugitivo Antonio Anglés, para el que todavía quedan seis años para poder incriminarle y demostrar su autoría. En concreto, el 14 de diciembre de 2029.
Esta fecha cobra especial relevancia después de que en abril de 2013, la jueza dictara un auto en el que rechazaba extinguir la responsabilidad criminal de Anglés, tras haber transcurrido entonces veinte años del triple crimen. Así, consideraba que la fecha para empezar a computar el plazo de prescripción del delito debe fijarse en el 14 de diciembre de 2009, cuando se produjo una última diligencia judicial relevante.
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