Elecciones
Sandra Gómez: «No somos Compromís ni Ribó y los socialistas queremos liderar una nueva etapa en Valencia»
La candidata del PSPV-PSOE a la Alcaldía de la capital del Turia marca distancias con sus socios de Gobierno y acusa al PP de «intoxicar» la campaña electoral
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Joan Ribó: «No me arrepiento de mi oposición a Rita Barberá. Fue el PP quien más la maltrató»
VALENCIA
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Iniciar sesiónUno de los principales objetivos del PSOE en las elecciones municipales del 28M pasa por conseguir la Alcaldía de la tercera capital de España. Una plaza codiciada por su condición de ser el 'Ohio español' y que los socialistas perdieron en 1991 cuando Rita ... Barberá desbancó a Clementina Ródenas. Ahora, otra mujer, Sandra Gómez (Valencia, 1985), aspira a recuperar la vara de mando bajo «un nuevo liderazgo que mire al futuro».
Tras ocho años como vicealcaldesa, marca distancias con sus socios de gobierno de Compromís y con el alcalde Joan Ribó, mientras que afea al PP que esté «intoxicando» la campaña electoral. Según relata a ABC, su nuevo modelo de ciudad se basa en el acceso a la vivienda, apaciguar los conflictos surgidos de la movilidad y limitar la oferta de apartamentos turísticos en la capital del Turia.
—La campaña del 28M ha aupado a Valencia a ser la plaza más deseada por todos los partidos. ¿Cree que condicionará su resultado a lo que podría ocurrir en las generales?
—El Partido Popular lo está intentando plantear así porque no tiene un relato ni un proyecto de ciudad para Valencia y, por lo tanto, sólo sabe hablar de 'sanchismo' y de una previa a las elecciones generales. Creo que dice muy poco de una persona y de una formación política que quiere liderar la ciudad que no sea capaz de hacer un discurso sobre ella.
—¿Cree que perjudica a los intereses socialistas la presencia de condenados de ETA en listas de Bildu al mismo tiempo que pactan con ellos a nivel nacional?
—El único partido que ha tenido representantes de Bildu en sus listas es el Partido Popular. Se publicó hace un par de días que un exportavoz de esta formación que se había incorporado a las listas del PP amenazó al alcalde de su pueblo. Insisto, el PSOE no tiene entre sus filas a ninguna persona de este partido.
«El PP sólo sabe hablar de 'sanchismo' y de una previa a las elecciones generales»
—¿Qué opinión le merecen las acusaciones del PP contra Ximo Puig por tramitar presuntas facturas sin contrato a su hermano cuando era alcalde de Morella?
—Como decía, el PP no tiene relato ni discurso y sólo se está dedicando a embarrar e intoxicar. Han puesto una denuncia, pero eso no significa nada. Lo que sí es cierto es que acaban de archivar una parte de la causa que inició el PP contra el hermano de Ximo Puig y cargos de la Generalitat Valenciana porque no hay ningún tipo de indicio criminal. Lo que sí que ha dicho un fiscal es que Francisco Camps debería ser condenado porque hay «un capazo» de indicios criminales en el marco del caso Gürtel. Nosotros tampoco estamos haciendo incidencia en ello porque tenemos proyecto de ciudad para hablar de lo que realmente le interesa a la gente, pero ellos, que no lo tienen, necesitan empañar porque la ciudadanía está contenta y ante eso no pueden debatir.
—'Pasado o futuro', es el lema de su campaña. ¿En qué se va a diferenciar el futuro si gana las elecciones con el pasado de los últimos ocho años?
—Entendemos que en estas elecciones se decide la Valencia de los próximos diez años porque se van a responder a cuestiones muy importantes: garantizar el derecho a la vivienda, construir una ciudad resiliente ante el cambio climático y edificar un modelo de buenos empleos para todos y que dé calidad de vida a los ciudadanos. Al igual que en 1979 se celebraron unos comicios históricos que cimentaron la ciudad que conocemos, entendemos que este 2023 supondrá otro punto de inflexión.
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—¿Por qué lo cree?
—Existe un pasado del que venimos los valencianos que nos condujo a nuestro peor momento de sobreendeudamiento, paro, recortes y pérdida del tejido productivo. Las demás personas que hoy quieren liderar Valencia pertenecen a ese pasado. No son personas distintas ni nuevas y por eso el PSOE no quiere volver a ese pasado; no somos continuidad, no somos Compromís ni somos Ribó, queremos representar una nueva etapa con la fuerza, liderazgo y empuje de llevar la ciudad hacia el futuro.
—¿Cuál ha sido su mayor acierto y su peor error durante estos ocho años?
—Valencia, en su conjunto, está mejor que hace ocho años. Hay 90.000 personas más trabajando porque nos hemos preocupado de generar un marco que pueda atraer inversiones como HP, Lufthansa o Siemens, que crean empleo de calidad. Hemos bajado la deuda de mil a 273 millones de euros y estamos invirtiendo en nuestros barrios más que nunca. No obstante, quedan retos por abordar como la vivienda con propuestas como poner tope a los apartamentos turísticos aplicando una moratoria para que no se añada ninguno más y una 'tasa Airbnb', la primera de toda España, y generando un nuevo parque público de viviendas que nos permita dar respuesta a las familias y compensar el mercado del alquiler privado que hoy no compite con el público porque prácticamente no hay. Eso es lo que tenemos que mejorar.
—Las últimas encuestas apuntan a un empate técnico entre ambos bloques, incluso algunas dan opciones de que la derecha recupere el Ayuntamiento. ¿Se mantendría en la oposición si ocurriera?
—No hago política-ficción y además tengo la confianza de que no sólo las fuerzas progresistas van a liderar el Ayuntamiento sino que lo va a hacer el PSOE. Si lideramos nosotros el Consistorio repercutirá en mejores resultados para Valencia. Si la gente quiere más PSOE es el momento de que nos den la fuerza suficiente.
—¿Se abstendrían para facilitar un gobierno del PP en solitario y evitar así la entrada de Vox al Consistorio?
—Insisto, aspiramos a tener la fuerza de la ciudadanía y en que me convierta en la próxima alcaldesa de Valencia.
—Tras la Nau y el Rialto, si llegará el tercer mandato de coalición con Compromís ¿cuáles serían sus primeras medidas y los proyectos más importantes?
—Debe ser el mandato de garantizar el derecho a la vivienda, de construir más suelo público y, sinceramente, de poner límite a los apartamentos turísticos que están generando muchos problemas de convivencia en nuestros barrios históricos. En segundo lugar, economía y empleo, es lo que nos diferencia del resto de partidos. Nos preocupa que todo el mundo que quiera trabajar en nuestra ciudad pueda hacerlo generando oportunidades a las personas con menos formación. También es importante tener una buena red y mapa sanitario que cuide especialmente a las familias y a las personas mayores. Además creo que también va a ser un mandato para las familias a través de medidas como la educación universal gratuita hasta tres años o sufragar la hora matinera, que hoy pagan muchas familias.
—¿Cree que Ribó agotará la legislatura en un nuevo gobierno de izquierdas en Valencia?
—Lo único que puedo decir en ese sentido es que quien vote al PSOE sabrá que está votando a Sandra Gómez como alcaldesa. No hay incertidumbre ni va a haber ningún cambio.
—Ribó afirmó a este periódico que la propuesta de Pedro Sánchez de avalar el 20% de las hipotecas a jóvenes no es una «feliz idea», ya que el Parlamento británico evidenció que supone un incremento de precios. ¿Qué opina sobre ello?
—Queremos garantizar el acceso a la vivienda, tanto en alquiler como compra. Hay muchos jóvenes que quieren adquirir una casa y que no pueden pagarla, no sólo avalar el 20% previo de lo que te pide el banco, sino gastos de notaría, fiscales o tramitación con la inmobiliaria. Mi generación no pudo comprar por la crisis financiera e inmobiliaria y ahora no podemos alquilar. A ellos debemos hablarles y garantizarles que si quieren pueden tener su propia vivienda.
—La construcción de vivienda pública es uno de los pilares de su proyecto de ciudad. No obstante, el PP denunció en el último pleno que solo han construido catorce en el último mandato. ¿Cómo pretenden cambiar esta situación?
—Desde el 2019 hasta el 2023 se han decidido construir 2.000 viviendas por parte de este Ayuntamiento que hoy están en marcha. Es muy fácil de comprobar, tan solo es necesario ir y ver cómo se están desarrollando las obras. Lo que pasa es que desde que uno decide hacer más vivienda hasta que le dan las llaves pueden pasar un par de años. Pero lo que sí puedo decir es que durante los años del PP no construyeron una sola vivienda pública y éramos la ciudad con menos de toda España.
—¿Están abiertos a un intercambio de concejalías con Compromís en caso de que reediten su pacto de gobierno? ¿Cuál sería irrenunciable?
—La alcaldía es irrenunciable, por lo demás, no es el momento. Queremos liderar el Ayuntamiento, aunque hay determinadas cuestiones que he puesto encima de la mesa como que María Pérez lleve el área de Movilidad. Creo que esta concejalía debe salir ya de la confrontación y por ello apostamos por una persona seria, rigurosa y capaz, Ningún otro partido ha presentado a una candidata con su solvencia.
—Entiendo entonces que han habido diferentes choques de postura con el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi…
—La movilidad tiene que salir de la confrontación, ya que está para hacer más fácil la vida a la gente.
—Este pasado fin de semana se celebraron los festejos de la patrona de la ciudad y el alcalde Ribó recibió abucheos en ellos. Se le criticó que no acudiera nunca, al igual que en las Fallas o la Semana Santa Marinera, y ahora sí en campaña electoral. ¿Opina igual?
—Lo primero es que no hay que abuchear a nadie, siempre hay que tratarnos con respeto, aunque nos guste más o menos un político determinado. Ahora bien, nosotros siempre hemos estado donde toca con independencia de que se piense o sienta. Para mí es muy importante la Mare de Déu, como para muchos valencianos, y por eso he participado siempre. De igual manera, defiendo los Gay Games, que puede ser que gusten más o menos, pero creo que es algo importante para la ciudad. Somos el único partido que no hace sectarismo, ya que la derecha ha dicho que renunciaría a la candidatura y otros que no participarán. Somos transversales, queremos representar a todo el mundo, que se sientan cómodos con independencia de la diversidad de opiniones.
—¿Está de acuerdo con las quejas vecinales por la sensación de inseguridad y suciedad en la ciudad?
—Los datos son incontestables y luego hay otros debates más ambiguos, como la limpieza y la seguridad, donde la derecha intenta llevar su relato. Pero la realidad es que Valencia es una ciudad segura. ¿Tú crees que una empresa como Telecom eligiría Valencia si fuera insegura? Es una gran ciudad y tenemos que hacer un esfuerzo para garantizar la convivencia porque siempre va a haber problemas, por eso hemos apostado por incrementar la plantilla de la Policía Local, con el objetivo de llegar a 2.000 agentes. Hay un mantra de la derecha de generar miedo y asustar con el tema, por ejemplo, de las okupaciones. ¿De verdad alguien cree que su casa va a ser okupada? En realidad es un problema creado por algunas personas o partidos que ante la falta de relato intentan generar problemas ficticios.
—Valencia CF. ¿Habrá estadio en los próximos años? ¿Cómo será su relación con el club y Meriton de reeditar el gobierno de coalición?
—Mantendré la misma posición que he defendido hasta ahora. Mucho me temo a quién no le gustaría que fuese alcaldesa de Valencia, a Meriton, pero nosotros lo que hemos hecho es garantizar que los derechos están a salvo. Hemos anulado la ATE que hizo el Partido Popular que prácticamente daba carta blanca al máximo accionista para hacer lo que quisiera con esos terrenos. Hoy son del Ayuntamiento y solo se podrá disponer de ellos para acabar el estadio. Las condiciones las marcamos nosotros y si no le gustan al máximo accionista que venda y que se vaya.
«Si al máximo accionista del Valencia no le gustan las condiciones del nuevo estadio que venda y que se vaya»
—Anunció también una 'tasa Airbnb' para apartamentos turísticos. ¿Se ha descontrolado la oferta de estos inmuebles?
—Proponemos aplicar la primera 'tasa Airbnb' que son seis euros por noche y pernoctación, que no es recaudatoria porque lo único que queremos es que no haya más. Pretendemos que sea más rentable que un piso se dedique al alquiler residencial y no al ocasional. En Valencia no hacen falta más apartamentos turísticos, sino más viviendas para familias.
—La última pregunta es la misma para todos los candidatos: ¿Cuánto vale un viaje de metro o autobús urbano y cuánto una barra de pan?
—Cuatro euros el bono de diez viajes, depende de la edad que tengas. Hemos integrado todos los servicios en una tarjeta para poder utilizar metro, bus y cercanías. En cuanto a la barra de pan, creo que depende también según horno o supermercado, pero ronda entre 0,45 y 0,70 euros, si es de cristal, de agua o de masa madre.
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