ELECCIONES
Joan Baldoví: «Mónica Oltra tiene la puerta abierta en Compromís y ella decidirá su futuro»
El candidato de Compromís a la Presidencia de la Generalitat regresa a la política valenciana tras una década como diputado nacional con el propósito de reeditar el tripartito de izquierdas. Sitúa la infrafinanciación, la Atención Primaria y la vivienda como los ejes principales de un tercer Gobierno con los socialistas y los morados
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VALENCIA
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Iniciar sesiónDejó su escaño en el Congreso de los Diputados muy emocionado y entre aplausos de sus compañeros tras doce años de política intensa, cada vez más bronca, como él mismo expresó. Joan Baldoví (Sueca, 1958) vuelve a casa porque Compromís se lo pidió: tiene ... el difícil reto de sustituir a Mónica Oltra como cabeza de cartel a la Presidencia de la Generalitat. La coalición confía en su buen talante y en su popularidad -es uno de los políticos mejor valorados- para reeditar el Gobierno del Botànic con PSPV y Unides Podem. Pese a que los morados no han tenido muy buenas palabras hacia él, Baldoví elude el choque.
El que fue alcalde de su localidad natal, antes de emprender el viaje hacia la capital, atiende a ABC por teléfono de camino a La Vall d'Uixó. Es la primera parada de una agenda de campaña que le llevará en la misma jornada a Vila-real, Xàtiva y Tavernes de la Valldigna. Por kilómetros no será. Entiende el interés por su buena relación con Yolanda Díaz, pero se esfuerza en que su mensaje en clave valenciana -centrado en las políticas sociales- no se diluya entre los derroteros de la política nacional. Tampoco quiere avanzarse a lo que ocurriría en la confección de un nuevo pacto de izquierdas. Lo que sí deja claro es que no abandonara el que ha sido uno de sus caballos de batalla durante años: la lucha contra la infrafinanciación que sufre históricamente la Comunidad Valenciana. No tiene reparos en señalar a los culpables.
—¿Cuándo decidió que era momento de dejar el escaño y dar un paso adelante en la política valenciana?
—El liderazgo natural aquí era de Mónica Oltra. Cuando dimitió, algunos compañeros y compañeras me pidieron que diera el paso y entendí que llevaba casi 12 años en Madrid y era el momento de ofrecer todo lo que había aprendido, primero en política municipal y luego donde está el centro del poder, y ponerlo a disposición de los míos. Para un valencianista como yo, ser presidente de la Generalitat sería el honor más grande que hubiera podido soñar.
—¿Qué puede aportar a la política valenciana de su experiencia en la nacional?
—Contactos con el Gobierno, experiencia en negociaciones con ministros y las claves de cómo funciona el centro de poder en Madrid. Además, he forjado buenas relaciones con mucha gente que seguro que me ayudarán a poder desarrollar mi trabajo en nuestra comunidad autónoma.
—El anuncio de su candidatura pilló a muchos por sorpresa en Compromís. ¿Esa herida se ha cerrado? ¿Fue una estrategia de Més para ganar terreno a una Iniciativa tocada?
—Ni ha habido herida, ni ha habido estrategia. Era un relevo natural y se ha visto en nuestras primarias. El 94% de los militantes de Compromís, fueran de Més o de Iniciativa, avaló mi candidatura.
Botànic III
«El trato con Ximo Puig siempre ha sido cordial. Los que hemos sido alcaldes acabamos teniendo una relación especial»
—¿Mantiene el contacto con Mónica Oltra? ¿La ve en un tercer Botànic o como candidata a las generales?
—Siempre digo lo mismo. Mónica tiene la puerta abierta en Compromís y siempre seré muy respetuoso con aquello que ella decida. Ella decidirá cuál ha de ser su propio futuro. No seré yo quien le tenga que decir qué es lo que puede y no puede hacer.
—¿Los territorios están bien representados en el Congreso y el Senado?
—El Senado, con la actual configuración, es absolutamente innecesario. Se debería de parecer mucho más a lo que es, por ejemplo, la Cámara de representación territorial alemana [el Consejo Federal o Bundesrat]. Habrían de discutirse las proposiciones que presentan las comunidades. Es una reforma pendiente que avalan muchos expertos y que alguna vez se tendrá que abordar.
—¿Cómo es su relación con Ximo Puig? ¿Ha hablado con él últimamente?
—Hablamos en el primer debate de campaña que tuvimos. Mi relación con él siempre ha sido cordial. Los que hemos sido alcaldes de nuestros pueblos o de nuestras ciudades acabamos teniendo una relación especial. Recuerdo que cuando entré en el Congreso de Diputados tenía a mi lado a alcaldes del PP y algunos del PSOE, y con ellos es como si habláramos un mismo idioma. Coincidí con Ximo cuando él fue alcalde Morella y yo de Sueca. Tuvimos ocasión de estar muchas veces juntos. Creo firmemente que las buenas relaciones personales facilitan mucho los acuerdos en política y siempre intento mantener buenas relaciones con todo el mundo, porque creo que es una buena manera de llegar a acuerdos en el futuro. Al final, es eso lo que quieren los ciudadanos.
Socios de Gobierno
«Entiendo las subidas de tono en campaña, pero mi adversario no es Unidas Podemos»
—En un mitin en Valencia, Irene Montero le reprochó que defendiera en 2016 un gobierno estatal con PSOE, Ciudadanos y Podemos. ¿La irrupción de Sumar ha complicado su relación con Unidas Podemos?
—Es absolutamente mentira. Le puede preguntar a su compañero en el Consejo de Ministros Alberto Garzón, si promoví eso o un gobierno de Izquierda Unida, Compromís y Podemos. Fui unos de los máximos defensores de que el PSOE negociara desde el primer día con Podemos. Creo que es bueno mantener buenas relaciones y que no tengamos ninguna refriega con alguien con el que probablemente te tendrás que entender a partir del día 29 en el Consell. Puedo entender todas estas subidas de tono en campaña electoral, pero a mí nunca me encontraran criticando a Unidas Podemos porque no es mi adversario, sino el dúo PP y Vox.
—¿La estrategia de Yolanda Díaz ha sido la más acertada? ¿Habría sido menos conflictivo esperar a después del 28M para oficializar su candidatura?
—Para los que nos gusta la política, es apasionante hablar de lo que hubiera podido ser, pero entiendo que a los valencianos lo que les interesa ahora es saber qué va a pasar con la sanidad, la educación o la vivienda. Qué van a hacer los alcaldes con la limpieza y la recogida de basuras o la cultura. Me quiero centrar única y exclusivamente en los problemas de los valencianos y no en otros que creo que a los ciudadanos no les interesan. Por tanto, me permitirá que esta pregunta se la conteste en otra entrevista a partir del día 29.
—Vamos a hablar entonces de su programa electoral. ¿Qué es 'todo lo que importa', como dice en su lema de campaña?
—Podemos resumirlo en tres cosas fundamentales. Tener un buen sistema de financiación nos permitiría tener servicios públicos fuertes, garantizar nuestro estado de bienestar y poder hacer políticas para ayudar a los autónomos, a los jóvenes, al comercio o a la agricultura. Políticas que ahora no podemos hacer porque no tenemos ese músculo.
Otra de nuestras prioridades ha de ser darle una vuelta a la Atención Primaria, como hemos hecho en la educación. Hemos de ser capaces de hacer un gran plan para reforzarla, con más recursos, más personal y mejor organización. No puede ser que ahora mismo a los ciudadanos les den cita para dentro de una semana o diez días. Tienen que tienen que entenderles el mismo día o al día siguiente como máximo. Cada euro invertido en la Atención Primaria, ahorra diez en atención hospitalaria.
Y el otro gran eje es el de la vivienda. Si los jóvenes valencianos son los que más tarde se van de casa de toda Europa es porque el acceso a la vivienda es prohibitivo para muchísimos de ellos. Muy pocos jóvenes están emancipados antes de los 30 y tienen que quedarse en casa o compartir piso con otros jóvenes, porque tienen que dedicar una parte abismal de su suelo si quieren independizarse. Proponemos construir 5.000 viviendas para conformar un parque público municipal y autonómico. Recuperar todas las viviendas del Sareb, que todos los valencianos ya pagamos en su momento, para ofrecerlas a nuestros jóvenes y a la gente que más lo necesita. Además, ir hasta el final con la Ley de Vivienda: declarar zonas tensionadas aquellas ciudades donde la vivienda sigue siendo prohibitiva para tanta gente.
Financiación autonómica
«Si hay culpables de que los valencianos no tengamos un buen sistema son PSOE y PP por igual»
—La reforma de la financiación ha sido una de sus grandes batallas en Madrid. ¿Cree que desde el PSPV han rebajado el tono frente al Gobierno socialista?
—Sí. Lo he visto en el PSOE y lo he visto en el PP cuando tenía mayoría absoluta a nivel nacional y en la Comunidad Valenciana. No puede haber una modulación del tono en función de quién gobierna en Madrid. Veo ahora a un Partido Popular muy lanzado en el tema de la financiación. Cuando tuvieron la ocasión callaron de una manera absolutamente vergonzosa. En ese momento era mucho más fácil que ahora, porque había mayoría absoluta en el Congreso, en el Senado y en la mayoría de las comunidades autónomas. Ni se hizo entonces, ni se ha hecho ahora. Si hay culpables de que los valencianos no tengamos un buen sistema de financiación son PSOE y PP por igual.
—Pese a ser un asunto capital, no está en la conversación social. ¿La política y la calle siguen caminos paralelos?
—Es un tema que ha logrado estar en la agenda política, pero la gente aún no ha entendido la verdadera magnitud de tener un sistema propio. Veo cómo Navarra u otras comunidades de la cornisa cantábrica pueden hacer mejores políticas porque tienen una buena financiación. Nuestra obligación es explicar su importancia, porque de él depende el bienestar de los ciudadanos, y que penetre en el debate público.
—Tras ocho años de Gobierno y visto desde fuera, ¿cuál ha sido el peor error del Botànic?
—Evidentemente, en cualquier gobierno hay errores, pero pondría el acento en los aciertos. Todos los indicadores económicos y sociales de esta comunidad son mejores que en el 2015. Por tanto, el mantra de que la derecha sabe gobernar mejor la economía, lo hemos destrozado. Hay 30.000 empresas y 35.000 autónomos más. Hay más gente trabajando y hemos bajado el paro en diez puntos. Las exportaciones valencianas y las inversiones extranjeras marcan récords. Grandes empresas europeas y multinacionales deciden instalarse aquí. Por tanto, creo que hay que destacar todo lo que hemos avanzado los valencianos con ocho años de un gobierno decente. Porque ahora estamos juzgando a muchos de los en 2015 nos gobernaban.
—¿En un hipotético tercer Botànic, qué área le gustaría gestionar? ¿Se ve como vicepresidente? ¿Pedirán cambiar el reparto de conselleries y dejar atrás el mestizaje?
—Me gustaría ser presidente y para eso me presento. No tendría sentido que el Valencia saliera a principio de curso a ser segundo, tercero o cuarto. Tiene que aspirar a ganar y Compromís aspira a tener la Presidencia de la Generalitat. El resto, lo decidiremos el día 29. En cuanto a las áreas, en Compromís hemos demostrado que somos capaces de gestionar áreas sociales y económicas, como Educación o Economía. Tenemos personas preparadas para dirigir cualquier departamento. Por respeto a las negociaciones que tendrán que empezar después de las elecciones, le diré que 'cuando toque, regaremos', y ya hablaremos de conselleries. Ahora el objetivo tiene que estar centrado únicamente en sacar los mejores resultados para revalidar esa mayoría de un gobierno progresista.
—¿Se quedará en la oposición si no gobiernan?
—Sí, he demostrado que puedo hacer oposición y debería quedarme. Pero es un escenario que no contemplo. Creo que va a haber Botànic, porque la gente votará con la cabeza y sabrá valorar nuestros aciertos.
Requisito lingüístico
«Seguiremos avanzando hasta que haya el mismo respeto para una persona que habla castellano y una que habla valenciano»
—¿Y qué le diría a un votante de Compromís que se sienta decepcionado y que se esté pensando si ir a votar?
—Que valore dónde estábamos en 2015, lo que se ha avanzado y lo que podríamos avanzar. Que tenga en cuenta que no hay mayorías absolutas, sino gobiernos plurales donde todos ganamos. También que piense cuál sería la alternativa y todo lo que podríamos retroceder. Si hace una valoración ponderada de todo, creo que al final no tendrá duda en depositar su voto a Compromís o a cualquiera de las opciones progresistas que se presentan.
—¿Se abstendrían para facilitar un gobierno del PP en solitario y evitar así la entrada de Vox al Consell?
—No va a pasar, va a haber Gobierno del Botànic. Es una disyuntiva que no me planteo. En cualquier caso, este PP es demasiado parecido a Vox. Por tanto, no habría discusión.
—Un asunto que ha generado choques entre PSPV y Compromís ha sido el del requisito lingüístico. ¿Contemplan endurecerlo en la próxima legislatura?
—Creemos que queda mucho camino por recorrer para que las personas que hablan una de las dos lenguas cooficiales tengan los mismos derechos. Yo le pediría al PSPV que fuera respetuoso con todas las personas, hablen la lengua que hablen. Todo el mundo tiene al derecho a ser atendido en la lengua en la que prefiera, porque no hay ninguna por encima de otra, y es importante garantizarlo. Seguiremos avanzando hasta que haya el mismo respeto para una persona que habla castellano y una que habla valenciano.
—La última pregunta es la misma para todos los candidatos. ¿Cuánto vale un viaje de metro o autobús urbano y cuánto una barra de pan?
—Una barra de pan, depende de donde la compres y de la clase, entre setenta céntimos y un euro. En una gran superficie, dos barras de pan corriente pueden estar entre los cincuenta y los setenta céntimos. En cuanto al transporte, le puedo decir lo que vale un viaje en el tren de Cercanías, que es el que utilizo, porque en Valencia me desplazo andando y así aprovecho para hacer deporte. Un billete de ida y vuelta a Sueca está en 7,80 euros.
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