Los motivos que esgrime la Generalitat Valenciana para prorrogar las restricciones pese al riesgo bajo

No obstante, en comparación a otras regiones del país, como Madrid, que multiplica por ocho la tasa de contagios de las tres provincias, las medidas en vigor hasta el 24 de mayo en la Comunidad Valenciana -avaladas por la Justicia- son mucho más restrictivas , con el toque de queda fijado a medianoche o las reuniones limitadas a diez personas.

Por tanto, ¿qué motivos esgrime el Consell para mantener esas limitaciones pese a la buena situación epidemiológica? El Gobierno de Ximo Puig, tal y como se esgrime en el documento oficial, se basa en un informe de la subdirección general de Epidemiología, Vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental con datos hasta el 4 de mayo para justificar su decisión.

Pese a que el número de contagios y las hospitalizaciones han descendido -especialmente en las UCI-, «el exceso significativo de casos en algunos departamentos de salud , así como el nivel de alerta 4 o alerta 3 en algunos municipios de mayor tamaño, son motivos de preocupación. De hecho, si no se llegarán a cortar las cadenas de transmisión, la evolución de la pandemia podría ser desfavorable».

Además, señala este informe, «todas las comunidades autónomas vecinas excepto Murcia se encuentran en estos niveles de riesgo», con la exposición que eso conlleva tras decaer el cierre perimetral, y la «limitada masa de personas vacunadas a día de hoy» queda lejos de la ansiada «inmunidad colectiva» . Por ello, la desescalada no puede ser «disruptiva», «al menos durante el periodo en que se completa la vacunación de la población de más de 50 años que, al efecto, resulta ser la más vulnerable» al coronavirus.

El informe epidemiólogo ahonda también en la aparición de las nuevas variantes -la cepa inglesa está detrás del 95% de los contagios en la Comunidad Valenciana-, como la india o la sudafricana. Asimismo, la mayoría de los brotes se continúan produciendo en encuentros sociales en los que se suelen relajar las medidas, no haciendo buen uso de la mascarilla o realizando actividades donde es incompatible su uso, como comer o beber.

En este sentido, «se consideran eficaces la limitación del número de personas no convivientes -diez- en dichas reuniones, sobre todo en interiores» y en franjas horarias -en referencia al toque de queda entre medianoche y las seis de la mañana- que puedan implicar «conductas que pueden favorecer la propagación del virus». El documento ilustra este punto con un ejemplo: el brote registrado en las últimas semanas en el colegio mayor Ausiàs March de Valencia , con 127 positivos y «una tasa de ataque superior al 50%» .