«Triste y nervioso», pero «firme»: lo que revelan los gestos del presidente

En una rueda de prensa desde el Palacio de la Moncloa, donde los expertos en comunicación no verbal consultados por ABC afirman que Sánchez se habría mostrado «triste y nervioso» al principio, pero «firme» a partir de entonces, ha anunciado: «He decidido seguir al frente de la presidencia del Gobierno de España«.

El profesor especialista en comunicación política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Alfredo Arceo, destaca la tensión en el mentón, tic que el líder del PSOE ha mostrado en otras comparecencias relevantes en los últimos años, y una «actitud de explicación» a la hora de plantear los argumentos que le han llevado a tomar su decisión final.

Algo en lo que coincide el profesor José Luis Martín Ovejero, que apunta ha que Sánchez ha tenido que coger aire antes de empezar «en busca de fuerza» y que ha seguido con las manos entrelazadas. «Es un gesto marca de la casa Pedro Sánchez de cuando se encuentra inseguro», defiende.

Sin embargo, del «nerviosismo» detectado por Arceo en el constante movimiento de sus cejas al pasar las hojas del discurso y el gesto de fruncir las cejas, el líder socialista habría pasado a una «actitud de firmeza». «A nivel voz no se acelera. Maneja los silencios para generar expectativas. Las manos pasan de estar entrelazadas a acompañar el discurso...», señala Ovejero sobre estos «gestos ilustradores», que son positivos para el discurso de una buena oración. «Transmiten que se cree lo que está contando», puntualiza.

Además, lo especialistas destacan la posición erguida con la que ha anunciado su continuidad. «No hay vaivenes corporales», afirma Ovejero, que sí los habría detectado en otros momentos de crisis como cuando tenía que hablar durante el confinamiento por el Covid-19: «Tampoco miradas bajas».

Según él, la imagen mostrada sería la de una persona firme, dispuesta a comunicar algo que no ha decidido en las horas recientes, sino que tendría claro de hace días y le habría dado tiempo a interiorizar. «Estaba consolidado en su mente», defiende.

Y es que, ahora inmersos en la campaña de las elecciones catalanas, fue el pasado miércoles cuando sorprendió publicando una carta en su cuenta oficial de X. En ella, denunciaba los ataques de una «galaxia mediática» afín a la ultraderecha contra su pareja, de la que se declaraba «profundamente enamorado».

Es en este contexto en el que el presidente del Gobierno suspendía su agenda y se tomaba un periodo de cinco días para pensar si le merecía la pena, según sus propias palabras, continuar al frente del Ejecutivo. Desde entonces, y con él aislado en el Palacio de la Moncloa, el PSOE inició una campaña para pedirle que resistiera.

La máxima expresión de esta se vivió el sábado. Cuando el partido transformó su Comité Federal, que tenía previsto debatir las listas a las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en un acto de apoyo a su líder. Para eso, fletaron autobuses con simpatizantes dirigidos a la calle Ferraz y dispusieron pantallas para retransmitir la cita en directo desde el exterior.