Luis Garicano abandona la política y deja a Inés Arrimadas sin su referente en Europa

El adiós de Garicano, un nuevo revés para Inés Arrimadas, sucede en un momento delicado para su partido, inmerso en su refundación y con un futuro incierto, al borde de la extinción. La formación desapareció el 19 de junio del Parlamento andaluz, en lo que le supuso la pérdida de su cuarto y último gobierno autonómico en pie en apenas un año y medio. Este martes, el primer barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde esas elecciones relegaba a Cs a un pírrico 1,7 por ciento en intención de voto, insuficiente siquiera para obtener representación en el Congreso.

Cs y Garicano han evitado escenificar un divorcio; de hecho, tanto Arrimadas como el partido han hecho una lectura triunfalista de la oportunidad laboral que se le abre al eurodiputado, pero la realidad es que el que fuese gurú económico de Albert Rivera no será uno de los pilares sobre los que construir la pregonada refundación.

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Con su marcha, Arrimadas pierde a su referente en Europa –Garicano fue el cabeza de cartel de Cs en las elecciones europeas de mayo del 2019– y también a un puntal en economía. No en vano, redactó en su momento, junto a Toni Roldán, las principales propuestas económicas del partido, todavía en tiempos de Rivera.

El papel de Garicano a nivel orgánico era prácticamente inexistente y su labor se ha visto reducida en los últimos tres años a su actividad como eurodiputado, donde se ganó a pulso ser uno de los miembros más valorados de Renew Europe.

A primera hora de la mañana, con un vídeo y una carta publicados en Twitter, Garicano ha divulgado su renuncia como eurodiputado, previamente anticipada al presidente de Renew Europe, Stéphane Séjourné, y a la líder nacional de Cs, Inés Arrimadas. «Servir a los españoles ha sido el mayor honor de mi vida. Por eso quiero daros las gracias a los 2,7 millones de españoles que me concedisteis el honor de representaros», ha escrito.

Garicano formó parte del Comité Ejecutivo de Rivera y fue durante años su principal asesor económico. Pero la relación entre ambos se enturbió el 24 de junio del 2019, cuando dimitió Roldán, responsable de programas y discípulo aventajado de Garicano, crítico con el giro a la derecha de Cs. Ese día, en una reunión de la ejecutiva de Cs celebrada ex profeso, Garicano lideró una corriente crítica que reclamó negociar con el PSOE una investidura con los 180 escaños que entonces sumaban con Cs.

Solo se le unieron su amigo Francisco Igea, Javier Nart y Fernando Maura, pero la confianza entre él y Rivera, que defendió el mantenimiento del veto a Pedro Sánchez, se quebró. Cuando dimitió el expresidente de Cs por el batacazo del 10-N, Garicano entró sorprendentemente a formar parte de la gestora que pilotó el partido en la transición hacia el liderazgo de Arrimadas, en lo que se interpretó como un gesto del sector oficialista a los críticos de la formación.

Garicano estaba llamado a ser un hombre fuerte en la dirección de Arrimadas, pero, finalmente, renunció a formar parte de su candidatura por dos razones: ella no le ofreció el puesto esperado, secretario general, y se iba a enfrentar en primarias a Igea, a quien le une una relación de amistad.

Caprichos del destino, Garicano se marcha de la primera línea política apenas dos semanas después de que Arrimadas e Igea enterrasen definitivamente el hacha de guerra con la incorporación del exvicepresidente de Castilla y León al Comité Ejecutivo de la líder de Cs. Arrimadas recupera a su viejo rival para su dirección, pero ve partir a quien pudo ser, como lo fue de Rivera, su mayor activo en la parcela económica del partido.

En su carta de despedida, Garicano solo menciona a Cs para subrayar que Arrimadas estaba informada de su decisión y para agradecer a sus compañeros y colaboradores el trabajo compartido en los últimos años. Ni una sola palabra sobre el proceso en el que se encuentra inmerso el partido, la refundación, en la que no ha mostrado implicación alguna.

Eso sí, el eurodiputado, que dejará el acta oficialmente en los próximos días, según las fuentes consultadas por ABC, mantiene su «compromiso» con la defensa de «la libertad» de los españoles para buscar «su propia prosperidad y felicidad», así como el espíritu reformista que ha imprimido desde que tomó posesión como eurodiputado en 2019. En los últimos meses, a raíz de la guerra en Ucrania, Garicano ha protagonizado discursos críticos en el Parlamento Europeo en los que ha abogado por prescindir de forma drástica del gas ruso para no financiar la conquista de Vladímir Putin.

Arrimadas, prácticamente después del anuncio de Garicano, ha compartido un mensaje en Twitter deseándole suerte: «Enhorabuena, querido Luis, por esta gran oportunidad que te surge y muchas gracias por tu enorme trabajo en la familia liberal española y en las instituciones europeas. Seguiremos defendiendo los mismos valores. Te deseo lo mejor en esta nueva etapa. Un fuerte abrazo».

Misma línea de Cs en su comunicado, en el que subraya el «honor» de contar con Garicano como colaborador desde la sociedad civil y «afiliado» al partido. Cuando se formalice su renuncia, heredará su acta un integrante de las listas de Cs en 2019. Por orden, el escaño le corresponde a Eva Poptcheva, reputada funcionaria en el Parlamento Europeo y conocedora de sus entresijos.