Elecciones generales 23J: Mañueco prevé un «triunfo histórico» del PP y Tudanca apela al miedo a la derecha
Los populares de Castilla y León, seguros del «cambio», mientras los socialistas se ceban con Núñez Feijóo
Vox, Sumar y los provincialistas siguen confiados en obtener escaños en el Congreso
El Gobierno coloca a sus afines en puestos clave a 48 horas de las elecciones
VALLADOLID
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Iniciar sesiónPues ya está. Terminó una campaña electoral, cuanto menos extraña, en la que los partidos políticos han tratado no sólo de pescar votos en el siempre recurrente grupo de indecisos sino, también, de quitárselos al de al lado, por muy contrario que sea. Todo ... para, en el caso de las grandes formaciones, asegurar una mayoría suficiente que permita o que todo siga igual o que todo cambie, siempre con la ayuda de las 'otras' formaciones. Y luego están los pequeños, los provinciales, que en el caso de Castilla y León (son cuatro), consigan o no escaños, lo que parece evidente es que pueden restar a los grandes y eso puede tener consecuencias.
Así que ayer, los candidatos y los líderes autonómicos echaron el resto para arañar hasta el último voto. Y si en algo coincidieron casi todos es en transmitir su convencimiento de que el domingo tendrán un buen resultado. Más aún, el presidente del PP, Alfonso Fernández Mañueco, hizo un nuevo llamamiento a apoyar a Alberto Núñez Feijóo para tener «un resultado histórico en la Comunidad y en toda España».
El secretario autonómico de los populares, Francisco Vázquez, fue aún más rotundo al señalar en Segovia que su partido obtendrá «un resultado regional impresionante y contundente».
«El voto tiene que ser útil y eficaz y votar a fuerzas que no van a tener ninguna representación es tirar el voto en saco roto. Estamos en el momento del cambio», insistió Mañueco en León, en su primera parada de una apretada jornada que después le llevó a Burgos, donde también auguró un resultado «histórico» y pidió un 3-1 (tres para el PP y 1 para el PSOE) para «ser protagonistas de un gobierno de Feijóo en solitario».
En la capital del Cid estuvo también presente el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien también insistió en que un 2-2 en Burgos «nos abocará al bloqueo para la formación de gobierno y a la repetición de elecciones» así que «todo al 3-1».
Por la tarde, ya en Valladolid y antes de cerrar en Salamanca, Mañueco afeó al candidato del PSOE, Pedro Sánchez su ausencia durante estos días de la Comunidad. «No se puede hacer una campaña en España sin pisar Castilla y León. Ha cometido un ultraje con esta tierra», señaló. También en la capital del Pisuerga se mostró seguro de que «vamos a ganar con claridad» e, incluso, vaticinó que «vamos a triplicar al resto de fuerzas», al tiempo que pidió abiertamente el voto a quienes en otras ocasiones han optado por Vox o por Ciudadanos y, especialmente, a los «socialistas desencantados».
La «derecha moderada»
En el lado opuesto, el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, finiquitó la campaña en la capital burgalesa donde afirmó que en la Comunidad «solo el PSOE» tiene la posibilidad de «sacar escaños» para formar «un gobierno progresista que evite la llegada de Feijóo y Abascal» al Gobierno de España. Por eso, se dirigió así a los «progresistas» de Burgos y Castilla y León para pedirles que concentren el voto en el PSOE. Durante su intervención, Tudanca quiso dirigirse no solo a los votantes de PSOE y Sumar, también a la «derecha moderada, sensata, que está asustada por la radicalización del PP», y los animó a «confiar en el PSOE». Además, arremetió contra el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, para señalar que «alguien que era amigo de un narcotraficante no puede ser presidente del país», al tiempo que le tachó de «machista» y «mentiroso» y cuestionó su «lumbalgia» en la «traca final de la campaña».
Por la mañana, la secretaria de Organización del PSCL, Ana Sánchez, hizo su particular balance de la campaña, porque realmente se centró en advertir del «peligro» que es el PP, que «blanquea la extrema derecha en España y le abre las puertas» en Europa. «Solo conocemos dos propuestas del Partido Popular estos días, en Castilla y León, en las nueve provincias: proponernos odiar al presidente del Gobierno de España y recortar el democracia», sentenció.
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En un tono bien distinto, la número dos de los socialistas castellano y leoneses y delegada del Gobierno en la Comunidad, Virginia Barcones, desde su Soria natal apeló al sentimiento: «Si algún soriano piensa que a lo largo de estos años ha trabajado bien al frente de la Delegación, debe votar al PSOE», ya que el equipo se ha dejado «el alma» para sacar proyectos adelante.
Los dirigentes de Vox, que parten con seis diputados en la Comunidad, concentraron sus fuerzas en el acto que celebraron en la plaza de Colón de Madrid, donde estuvo el líder autonómico y vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, quien defendió que en el Gobierno de Castilla y León «hemos conseguido algunas cosas relevantes como nuestras políticas que han puesto a la familia en el centro o el recorte de los privilegios de los sindicatos de clase».
Los de Sumar han estado huérfanos de líderes nacionales y sus actos han tenido siempre un marcado carácter local. Ayer, en Valladolid, sus candidatos apelaron al «voto decisivo y útil de la formación» para conseguir el quinto escaño en esta provincia y facilitar el Gobierno de coalición con el PSOE.También los partidos localistas apelaron a lo más cercano para convencer a sus paisanos. Lo hicieron los candidatos de la Unión del Pueblo Leonés al Congreso, Miguel Ángel Díez Cano, y al Senado, Javier Callado Cobo, que pidieron a los leoneses «que voten en conciencia y piensen quién defenderá los problemas de León».
También se mostraron «optimistas» con los resultados del domingo e introdujeron una variable al sentido del sufragio: «No se vota un presidente, lo que se vota es un representante político y a León le va a ir muy mal si no tiene una voz en Madrid».
En la misma línea, ¡Vamos Palencia! reclamó a la ciudadanía que se acuerden de su provincia a la hora de ejercer el derecho al voto. «Por primera vez, tenemos la oportunidad de que esté representada de verdad en el Congreso de los Diputados y en el Senado», defendieron. Desde Por Ávila, su presidente, José Ramón Budiño, consideró que la suya es «la única opción de los abulenses» para «contar con una voz reivindicativa en Madrid».
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