Pedro Sánchez termina la campaña confiado en forzar un virtual empate
El PSOE cree que la última semana le ha sido muy favorable y que el PP se ha estancado, pero no contempla una victoria clara del bloque de izquierdas
Sánchez no pisa el sur, Navarra ni las islas en esta campaña
Getafe
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Iniciar sesiónGetafe, una ciudad contigua a la capital de España y de las más pobladas de la Comunidad de Madrid, ha sido este viernes el escenario elegido por Pedro Sánchez para cerrar la que podría ser su última campaña electoral como secretario general del ... PSOE, si el bloque de la derecha obtiene, como apuntan la mayoría de los sondeos, un contundente triunfo en las elecciones generales de mañana. La localidad ha sido gobernada siempre por los socialistas, ahora con Sara Hernández como alcaldesa, desde las primeras elecciones municipales de 1979, salvo una legislatura, la de 2011 a 2015, que tuvo un alcalde del Partido Popular (PP).
«Demostraremos a Europa que en España empezó el avance progresista»
Pedro Sánchez
Nada mejor que un feudo de esas características para llenar un pabellón deportivo, el del barrio de La Alhóndiga, que vivió una auténtica fiesta socialista. Hasta el punto de que Sánchez, habitualmente frío en sus discursos de campaña, se arrancó con el público al grito de «ista, ista, ista, España socialista», que los más viejos del lugar corearon por primera vez en los años setenta u ochenta con Felipe González.
«Vamos a ganar a la derecha dura del PP y a la ultraderecha de Vox»
El líder socialista se reconoció emocionado, tras recordar que estaba «en mi federación», la de Madrid, y centró su mensaje principal en «frenar» a la «derecha dura» del PP y a la «ultraderecha» de Vox. «Vamos a demostrarle a Europa que en España empezó el avance de las fuerzas progresistas», enfatizó, en un discurso precedido de su número dos, la ministra Teresa Ribera, en el que ambos fueron interrumpidos constantemente por el júbilo de un público entregado como pocas veces.
'Yo soy Perro Sanxe'
José F. PeláezLa campaña socialista ha ido de menos a más en cuanto a presencia del candidato, que la primera mitad de la misma sólo protagonizó dos mítines, centrado en la preparación del cara a cara con Alberto Núñez Feijóo, el momento más bajo de la caravana presidencial. También en progresión ascendente en cuanto a audiencia de los mítines, con un gran éxito de afluencia el jueves, penúltimo día de campaña, en Lugo, otra ciudad con alcaldesa socialista, y también de menos a más, piensan los socialistas en base a sus datos internos, en intención de voto.
UNA CAMPAÑA 'IN CRESCENDO'
Dos mítines la primera semana
La campaña del candidato socialista comenzó de manera extraordinariamente tímida. Apenas dos mítines la primera semana, donde permaneció enclaustrado preparando su debate contra Alberto Núñez Feijóo.
Fracaso en el cara a cara con Feijóo
Sin duda, el peor momento de Sánchez en la campaña. Perdió sin paliativos, como admitieron los suyos en privado, y a partir de ahí trató de reconstruir la campaña y apareció más tranquilo en el debate a tres con Abascal y Díaz.
Cambio de guión en el tramo final
Pese a la cumbre UE-Celac, Sánchez tiró de aviones para llegar a sendos mítines en Huesca y San Sebastián el lunes y el martes. No quería perder ni un segundo más de una campaña que planeó de otra manera y se le iba de las manos.
Zapatero, un aliado que «se ha salido»
Frente a la total ausencia de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero se ha erigido en un activo de las campañas del PSOE. No ha parado de mitinear y ayer Sánchez dijo que se «ha salido» mientras el público le jaleaba.
En el cuartel general del partido, según las fuentes consultadas, creen que su progresión es muy buena desde el pasado sábado, y que de seguir así estarían acariciando un virtual empate entre los bloques de la derecha y la izquierda, dado el estancamiento que también observan, siempre según sus datos, en el PP.
«Nos caímos y nos levantamos, quedan unos metros para el esprint final y lo vamos a hacer el 23J»
No se llaman a engaño, ya que como mucho creen posible ese virtual empate o situación de bloqueo (algo que no verbalizan así) pero nada más. O dicho de otro modo, en ningún caso creen posible lograr una victoria clara el domingo. Y tampoco descartan, por descontado, que los peores augurios se cumplan y el tiempo de Sánchez como presidente, después de cinco años en La Moncloa, pueda tocar a su fin.
Sprint final para la «remontada»
Para buscar la «remontada» Sánchez ha cogido el timón los últimos siete días con una montaña rusa de cambios de última hora en su calendario. El domingo, cuando los sondeos internos empezaron a darle alguna buena noticia –o dejaron de dárselas tan malas– el presidente decidió que no había cumbre de la Unión Europea (UE) y la Celac que le impidiese mitinear el lunes y el martes. Tiró de aviones de Bruselas a Huesca, ida y vuelta, y luego otra vez a San Sebastián. A partir de ahí una recta final que anoche resumió tirando de símil ciclista: «Nos caímos y levantamos contra reloj todas las metas volantes, todos los puertos inimaginables. Nos quedan unos metros para llegar al final y lo vamos a hacer el 23 de julio».
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