El último adiós a Sánchez Dragó

Hasta ese pueblo de apenas una treintena de habitantes censados donde este lunes le sorprendió la muerte al escritor a los 86 años se han acercado el economista Ramón Tamames, al que le unía una larga amistad; el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, o la actriz Aitana Sánchez Gijón, entre otros.

Vivió «como quería», según Tamames, quien ha ensalzado la figura de su amigo, que «tuvo la locura» de proponerle para la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Nos conocimos en el año 56 y desde entonces nos veíamos con frecuencia y hablábamos y escribíamos de todo», ha rememorado el político y economista español, quien ha subrayado que se quedó «anonado» por la noticia del repentino fallecimiento de su amigo. Tamames ha apuntado al carácter libre del polifacético Sánchez Dragó, quien hizo la «vida que le dio la gana».

El líder de Vox, Santiago Abascal, se ha limitado a «acompañar» en el dolor a la familia y no ha realizado declaración alguna a los numerosos medios de comunicación que copaban la plaza de la iglesia de La Asunción, informa Ical.

Sin embargo, a su llegada, sí ha confiado a uno de los concejales del pueblo sentirse apenado por la muerte de su intelectual de cabecera y artífice de su biografía. Además, le ha reconocido que el pueblo soriano le traía «muy buenos recuerdos», ya que se trasladó en varias ocasiones hasta la residencia del escritor para fraguar 'España vertebrada'.

Además, como representante de la Junta de Castilla y León, que le había nombrado recientemente Premio de las Letras de la Comunidad, ha estado presente la viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho. Durante la mañana se ha acercado hasta el domicilio familiar el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, que esta tarde tenía pleno en las Cortes de Castilla y León.

Al funeral, oficiado por el párroco de la localidad, Ricardo Pancorbo, han acudido los vecinos de Sánchez Dragó, quienes han señalado que en Castilfrío era «cercano y humano» y formaba parte del entramado social. Tal es así que su deseo fue descansar en el cementerio del pueblo que conoció a través de su padrastro.

Las campanas de la iglesia doblaron en memoria del ensayista madrileño, autor de más de 40 títulos y padre de cuatro hijos, el más pequeño de diez años de edad.

En la localidad soriana descansarán los restos del autor de obras como 'Gárgoris y Habidis' (1978) o 'La prueba del laberinto' (1992), mientras que su biblioteca podría también ser cedida a la tierra de adopción del escritor, según ha asegurado el diputado y concejal del PP Tomás Cabezón, quien ha indicado que el propio autor le había trasladado recientemente ese deseo.