Belarra y Montero plantarán a Díaz el día 2 porque no hay acuerdo con Sumar

Fuentes de la dirección de Podemos consideran que el balance de estas jornadas parlamentarias ha sido positivo «porque hay que reforzar la mayoría de la investidura y cerrar crisis» después de semanas de fuertes tensiones. Y también señalan que «no hay dudas sobre la candidatura» de Díaz en una eventual coalición a la izquierda del PSOE para las elecciones generales previstas para diciembre.

Sin embargo, reprochan que la vicepresidenta no quiera cerrar un acuerdo hasta verano, pasadas las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Las mismas fuentes confirman que las ministras Ione Belarra e Irene Montero, número uno y dos del partido morado, plantarán a la vicepresidenta el domingo de ramos, precisamente porque no están negociando ya sobre unas primarias para esa candidatura. «Entendemos que los que van a ir al acto de Sumar es porque tienen un acuerdo, nosotros iremos si hay acuerdo y preferimos que sea cuanto antes».

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Desde Sumar aseguran que no hay acuerdo alguno con ninguna formación. Como informó ABC, el principal escollo entre Sumar y Podemos es acordar una fórmula de primarias que sirvan para cerrar las listas electorales. Pero tanto desde Sumar como desde otros sectores de Unidas Podemos -como los comunes, afines a Díaz- aseguran que «no es el momento de hablar de candidaturas, porque no hay elecciones».

El mensaje que trasladan desde Podemos, por el contrario, es que las primarias «son el elemento central sobre la mesa para saber el peso de cada uno». Y en alusión al fracaso de la coalición en Andalucía el año pasado, donde Díaz defendió que IU la encabezara, lanzan una advertencia: «El peso no se decide en despachos».

La tensión entre Díaz y Podemos vuelve a reflejarse pese al mensaje de unidad de la vicepresidenta en su discurso de réplica a Ramón Tamames. Mientras en Sumar aseguran que existen conversaciones con todos los partidos del entorno, en Podemos critican que «no hay ninguna negociación».

La vicepresidenta no da importancia a esta presión e insiste en que siempre ha hablado de primarias precisamente para evitar lo que ocurrió cuando Pablo Iglesias la nombró a dedo su sucesora. Pero insiste en que hasta verano no se llegará a ningún acuerdo. En IU, los comunes, Compromís y Más País, el partido de Íñigo Errejón, están de acuerdo con ese límite temporal. También hay satisfacción en el equipo de la vicepresidenta segunda con el balance de la moción.

En el ala socialista, la sensación reinante es que todo ha salido «mejor de lo esperado», porque se ha demostrado que la alternativa impulsada por Vox es «muy extravagante». En la cúpula del Ejecutivo creen que la ausencia de Alberto Núñez Feijóo en el Congreso dibuja «un liderazgo muy insustancial» que creen que provocará «decepción» en una franja de votantes centristas. Y aunque pocos cuantitativamente, Moncloa otorga importancia al electorado que todavía orbita en torno a Ciudadanos (CS). Porque si bien CS se ha opuesto a la moción de censura, en el Gobierno creen que Inés Arrimadas tuvo intervenciones «de corte ultraderechista».

En contraposición, en La Moncloa se destacaba ayer el papel de Díaz: «Es un refuerzo muy importante de la coalición, la defensa de la gestión y su puesta en valor». Ven en la moción «un chute para la movilización de la izquierda». Otras fuentes de La Moncloa creen que salen del debate con el «objetivo cumplido».

La idea era transmitir que se afianzaba «la acción del Gobierno y la coalición». Tras los focos de la primera sesión, en el día de ayer sólo habló Sánchez. Pero en el Gobierno siguen destacando «el ejercicio estratégico de sincronización» con Díaz.

La idea que se pretendía transmitir, y ahí juega un papel fundamental la vicepresidenta, era romper el marco de que el Gobierno está en tiempo de descuento y a la defensiva: «Hacen falta al menos dos legislaturas para revertir los destrozos del PP», dicen desde Moncloa. Podemos insiste en este sentido en llegar pronto a un acuerdo con Díaz para revalidar la coalición e ir a la «ofensiva».

En el Gobierno, no obstante, son conscientes de que los estados de ánimo «duran lo que duran» y que «las noticias se amortizan rápido». Pero en última instancia daban mucha importancia, tras un primer trimestre de año muy complicado, a salir de este trance «con sensaciones muy positivas».

Cuestión distinta es cómo se materialice el pacto a su izquierda. Y si verdaderamente el impulso que se ha buscado dar a Díaz favorece su candidatura. Aquí las opiniones son discrepantes. Hay fuentes que creen que Podemos «no tiene más opción» que pactar con Díaz. Pero un miembro del Ejecutivo manifestaba ayer su pesimismo, señalando que Pablo Iglesias llevará su jugada al límite».