El pulso de poder entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz emponzoña la negociación para reunificar la izquierda

Pero en las últimas horas el pulso de poder lo han protagonizado Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, con un duelo en diferido que emponzoña las negociaciones para lograr una eventual coalición de izquierdas. Preguntados por lo que está haciendo la vicepresidenta para configurar Sumar -donde Podemos no será actor principal-, una fuente influyente de la dirección morada recuerda que «Yolanda nació del deterioro de Podemos», por lo que le aconseja no hacer tantos méritos para dejar de menos a un partido que «va a necesitar».

En cambio, una fuente catalana del grupo parlamentario afín a Díaz considera que es Podemos quien la tiene sometida a una presión constante por miedo a perder poder. La vicepresidenta oficializará su candidatura el 2 de abril sin haber llegado todavía a un acuerdo con Podemos. Desde el entorno de la vicepresidenta suelen insistir en que «Yolanda nunca entra en ninguna lógica de confrontación con Podemos ni con Iglesias». Sin embargo, la tensión entre Díaz y la cúpula de Podemos ya no se oculta.

El fin de semana, en Andalucía, la vicepresidenta pidió «unidad» a Podemos usando el mismo discurso que Pablo Iglesias pronunció contra Íñigo Errejón en marzo de 2019. Esta maniobra de presión del equipo de Díaz sentó muy mal a Podemos y, sobre todo, al propio Iglesias, que ayer la acusó en un artículo de opinión en el digital 'CTXT' de explicar a los medios que su intención era poner al partido morado y a él contra el espejo y exigirles la coherencia y la altura que ellos mismos pedían.

«El domingo 20 de marzo, Yolanda Díaz dijo lo mismo en un mitin y su equipo se lo transmitió a algunos periodistas para que hicieran una pieza», escribe Iglesias, que acusa a Díaz de querer imponer las candidaturas electorales de Sumar para las elecciones generales, no aceptar unas primarias y esperar a que Podemos pierda peso en los comicios del 28 de mayo.

Sin embargo, desde el entorno de la también ministra de Trabajo aseguran que su intención es que una vez se llegue a un acuerdo con los partidos de izquierdas que están al calor de Sumar, se celebren unas elecciones primarias que configuren las listas. Precisamente, el equipo de Díaz insiste en que quieren evitar lo que hizo Iglesias con ella cuando la nombró en 2021 a dedo su sucesora. El artículo crítico del exlíder de Podemos fue compartido en Twitter por la ministra de Igualdad y número dos de Podemos, Irene Montero, por lo que se asume que desde la dirección están alineados con él.

Iglesias y Díaz llevan sin hablar prácticamente un año y la relación de la vicepresidenta con las ministras de Podemos Irene Montero e Ione Belarra no es mejor. Y esta tensión termina afectando a la relación de Podemos con otros sectores del grupo parlamentario. Una muestra del ambiente envenenado es la interpretación que hace otra fuente de Podemos del apoyo que recibe Díaz: «Los comunes siempre han estado muy subordinados a Podemos y ven ahora con Yolanda una forma de reivindicarse, igual que IU».

Iglesias no solo enumeró a la vicepresidenta qué es lo que había que hacer para lograr una coalición, sino que puenteó a la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que es también ministra de Derechos Sociales, y la interlocutora principal de Podemos para con Sumar. En el partido hoy liderado por Belarra no pueden evitar la influencia de Iglesias por su presencia mediática y porque en última instancia es el director del Instituto 25M, el laboratorio de ideas que luego Podemos materializa.

Una de las fuentes moradas mencionadas se mimetiza con las tesis de Iglesias: «Un mal resultado de Podemos en las autonómicas y municipales de mayo también afectará a Yolanda en las generales». Fuentes de Sumar aseguran que trabajan para lograr un acuerdo con Podemos pero que no están ahora pensando en las listas. Desde Cataluña, una dirigente de los comunes admite que están emocionados con Sumar, pero insisten en el mismo mensaje: «Ahora no toca hablar de candidaturas».

Pero Iglesias les acusa de mentir. «Hay quien dice que las listas y los acuerdos de coalición son cosas de burócratas que no les interesan. Si quien afirma esto lleva más de dos décadas en política, está mintiendo», escribe el exlíder de Podemos. Y continúa: «(Las primarias) son la única garantía de que, en caso de que los partidos no lleguen a un acuerdo sobre lo que pesa cada uno, la unidad esté garantizada (...) deben garantizar la representación de las minorías y facilitar que, como en Italia y en otros países, pueda participar cualquiera».

Como informó ABC, el escollo que tendrán que superar Sumar y Podemos será el diseño de las primarias. En Podemos quieren hacer valer su mayoría militante pero Díaz y los otros partidos buscarán hacerlo proporcional. Podemos no solo deberá competir contra candidatos de otras fuerzas, como Más País o partidos regionalistas como Compromís en algunas circunscripciones, a pesar de que no conciben sentarse de igual a igual con Íñigo Errejón  o Joan Baldoví, sino que además tendrán que aceptar nuevas figuras o candidatos no adscritos a partidos.

En otro párrafo, vuelve a cargar contra Díaz: «El mejor ejemplo fue Andalucía. IU consideraba allí que su peso era mayor al de Podemos y, gracias al apoyo de Yolanda Díaz pudo imponer, tras una negociación muy desgastante, a su candidata sin un proceso de primarias conjuntas. Viendo el resultado final, nadie en su sano juicio debería repetir aquello».