La apuesta de Díaz fracasa en Andalucía en el bautismo de su proyecto de unidad

El resultado de la propuesta personal de Díaz es técnicamente insignificante para la izquierda andaluza; y llega tres semanas antes de que la vicepresidenta segunda empiece a configurar su proyecto político mediante la plataforma Sumar. Otra mala noticia que llega desde un territorio que se suma a las imputaciones de Ada Colau y Mónica Oltra y a la investigación a Más Madrid.

Díaz apenas quiso vincularse con Unidas Podemos en las elecciones de Castilla y León de febrero , pero ahora tiene más difícil desligarse de este resultado. La también ministra de Trabajo participó en tres actos de campaña arropando a la candidata Nieto , su apuesta personal. Precisamente, la gran diferencia con esta campaña es su fuerte implicación en la configuración de la coalición de Podemos, Izquierda Unida, Más País, Alianza Verde, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

El jefe de Gabinete de la vicepresidenta segunda, Josep Vendrell, desatascó la negociación in extremis con una llamada a la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge , para decirle que Nieto, dirigente de IU, tenía que ser la candidata. Podemos tuvo que ceder a regañadientes. «Si lo dice la jefa, se hace...», decían, resignados. La negociación fue muy complicada por la lucha interna entre Podemos con IU y Díaz para no perder espacio. Este es el bautismo del proyecto nacional de la vicepresidenta, por lo que las presiones para no perder poder iban mucho más allá del territorio andaluz.

El resultado de los conflictos fue desastroso para la izquierda andaluza. Nieto empezó la campaña pidiendo perdón y asumiendo las dificultades. A pesar de que Díaz intervino para zanjar el pulso, IU formalizó en el registro en el último minuto de plazo una propuesta de coalición en la que Podemos no aparecía . Y todavía hoy siguen sin ser parte oficial ni tener acceso a las subvenciones, ya que ese «error material» no se pudo subsanar.

«Lo de Andalucía es un horror (...) hemos vuelto a los despachos, las puñaladas , las filtraciones», lamentaba Pablo Iglesias , exlíder de Podemos, relacionando el lío con el «primer paso» de la vicepresidenta. Ella no respondió entonces y evitó más ruido y más daño a Por Andalucía. Por su parte, Nieto iba trasladando en las entrevistas la idea de que ellos son «la gente de Yolanda Díaz en Andalucía», «la pata orgánica» de un «proyecto social mucho más amplio».

El miedo a la desmovilización y a un voto de cabreo que les penalizase hizo que los ministros de Unidas Podemos se implicasen durante estas últimas semanas, hasta el nivel de que por primera vez en muchos meses se vio a Díaz con la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, y al titular de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón . También hubo fotografías de Díaz con el líder de Más País, Íñigo Errejón . Una imagen de unidad después de meses de tensión interna y de relaciones deterioradas en Unidas Podemos.

No funcionó para hacer que el proyecto amplio despegase en este primer examen. La propia Nieto admitía que se necesita «tiempo para ensanchar el espacio». El 8 de julio la vicepresidenta tendrá el primer acto del llamado proceso de escucha en Madrid; una gira de seis meses para configurar su candidatura a las elecciones generales. «Estoy dispuesta a dar un paso para ganar España» , anunció Díaz el primer sábado de esta campaña.

Ayer el asunto ya empezaba regular, a mitad de la tarde Podemos lanzaba una campaña en redes sociales con un «pásalo» donde explicaban que son parte de Por Andalucía para evitar confusiones. Había desconcierto entre la nueva coalición de izquierdas y Adelante Andalucía, de Teresa Rodríguez , ya que en las anteriores elecciones se presentaron juntos. Rodríguez rompió con Podemos en febrero de 2020, muy crítica con la estrategia de Pablo Iglesias de gobernar con el PSOE.