La 'reina Melchor' del PSOE de Almonte: La Junta permitió pagar la cabalgata con fondos para parados

Ana María Orihuela se sienta en el banquillo de los acusados junto a su hijo Manuel R.O., empleado de mantenimiento de Formades; su sobrino Cristobal O.O., seguridad del centro; y Juan Francisco M.L., el veterinario del centro. La Fiscalía pide seis años de cárcel para la reina Melchor de Almonte, como se le ha conocido a raíz de este caso, pieza separada de la macrocausa de corrupción de los cursos de formación , que se llevó en el Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, el mismo del caso ERE. Además de la Fiscalía Anticorrupción, que pide dos años y medio de cárcel a los otros tres acusados, también están personados la Junta de Andalucía y el PP-A.

Durante el interrogatorio del fiscal anticorrupción Fernado Soto, la acusada se ha desligado de los hechos delictivos que presuntamente constituyen delitos de prevaricación y malversación . Ella, junto al administrador y el jefe de estudios, se encargaba anualmente de presentar a la Dirección General de Formación, por donde pasaron hasta cinco directores en su tiempo al frente del centro, los proyectos formativos y de inversión, con sus respectivos presupuestos.

En este sentido, ha admitido que hubo modificaciones presupuestarias en las partidas porque a veces el dinero de las subvenciones no llegaba hasta febrero del siguiente año, aunque el fiscal le ha precisado que el 75 por ciento del importe se entregaba con la aprobación del proyecto.

En esta causa, según lo expuesto por el fiscal durante su interrogatorio, existe falta de documentación que respalden todas las actuaciones de los acusados, a pesar de Orihuela haya jurado por Dios, incluso, que existían pero que después de ser cesada en 2011 y detenida en 2014 nunca pudo acceder a ella. 

Sobre las contrataciones irregulares de los tres acusados, ha dicho que era una cuestión que llevaba a cabo el administrador del consorcio. "Yo daba por hecho que el administrador cumplía la ley" , ha afirmado Orihuela, añadiendo que era el encargado de justificar las subvenciones. En la causa no existen contratos, ni presupuestos de tres proveedores que optaban a surtir de ciertos servicios al centro como formación o seguridad, ni tampoco los pliegos de condiciones de los contratos.

Ella ha asegurado que los pliegos se hicieron y se entregaron a la Dirección General de Formación, con Juan Manuel Fuentes Doblado al frente, y allí se eternizaban. «Me decían que esperara. No dependían de mí». "Impotencia es lo que siento. Si no se hubieran hecho, lo admitiría. Pero es que se elaboraron", ha insistido sobre los pliegos.

Ante esta situación, la gestión del consorcio tenía que seguir y prorrogaban a los antiguos trabajadores o proveedores, entre los que estaban los otros tres acusados. " Seguíamos con las mismas empresas" , ha admitido.

« Me siento culpable de la gestión (administrativa) y pido perdón », ha confesado la acusada porque no salieran los pliegos. Por ejemplo, el veterinario, además de esta función, realizaba labores de formador y era el proveedor de pienso y de medicamentos. Y esto a pesar de que la normativa le prohíbe vender medicamentos.

Su hijo, además de empleado de mantenimiento, cobró una factura por la compra de un aire acondicionado . Su sobrino, además de seguridad los fines de semana, cobró facturas por descargar cajas, según el fiscal. Ella ha asegurado que desconoce todo esto, afirmado además que no tenía relación con su hijo entonces y nunca ordenó su contratación. Su hijo recibió decenas de transferencia por valor de más de 400.000 euros . Entre las acusaciones de la Fiscalía también está el fraccionamiento de contratos a estos empleados y proveedores para no superar los 20.000 euros. "Jamás, lo juro por Dios" , ha respondido a esta cuestión la acusada.

En su reparto de culpas, Ana María Orihuela ha señalado al administrador del centro pero también ha mirado hacia arriba, apuntando a la Dirección General de Formación , cuya persona era además presidente del consejo rector de Formades. El director general firmaba las contrataciones. "Yo no daba un paso sin que se supiera arriba" , ha asegurado.

Pero además ha manifestado que la directora general permitió que el consorcio pagara 6.500 euros en caramelos y gominolas para la cabalgata de los Reyes Mayos de Almonte en 2009, donde ella encarnó al rey Melchor. El fiscal le ha preguntado si considera lógico que los gastos que tenía que asumir como rey mago lo hiciera con dinero de las subvenciones para los cursos. Ha contestado que sí, porque la directora general de Formación, María José Lara, le dio permiso, lo único que le pidió que no diera el dinero como subvención. En esta causa la juez María Núñez Bolaños decidió excluir a los altos cargos de la Junta.

También abonó un desayuno de los Reyes Magos . «Yo no podía hacer otra que no fuera con facturas», ha tratado de explicar. El fiscal también le ha preguntado por otra serie de facturas «exóticas» de «difícil encaje», como 14 facturas de comidas con empresarios, de un valor de 9.000 euros o una merienda para la cárcel de Huelva, publicidad o productos y objetos de comercialización y mercadotecnia.

Sobre el núcleo central de Formades, que era la formación para desempleados y empleados andaluces . El fiscal le ha preguntado por qué nunca se dieron cursos de formación para empleados, seminarios y jornadas para los que recibieron dinero público. «No me consta que se hiciera nada mal» , ha afirmado, añadiendo que era una cuestión del jefe de estudio. En los expedientes administrativos sólo constan los partes de asistencia de los alumnos, nada más.

Sobre el déficit de justificación de las inversiones , que en 2008 fue de 562.000 euros y en 2009 fue de 220.000 euros, ha explicado que la Dirección General de Formación nunca le advirtió de nada. No sabe por qué el interventor del consorcio dejó de firmar las justificaciones.

"Hay un déficit en la justificación en 2008, 2009 y 2010 y los cursos para empleados no se daban, crees que es razonable no usar esos fondos para formación", le ha planteado al fiscal a la acusada sobre los gastos "de difícil encaje" . Ella ha confesado: "sí, pero pedí permiso".