La movilidad en Andalucía para Semana Santa, en duda por la cepa británica y la «meseta» de la curva

Sobre la presencia de la cepa británica del coronavirus, Aguirre admitió ayer que es irregular. Sobre todo se aprecia en provincias como Almería -donde es el 93 por ciento de los casos detectados-, Cádiz o Granada -un 75 por ciento de prevalencia sobre la variante original-. Son precisamente estas provincias con mayor prevalencia de la cepa británica las que no han conseguido bajar al nivel 2 de alerta como sí lo han hecho la mitad de los municipios andaluces. Eso podría condicionar la apertura perimentral de estas tres provincias. De hecho Almería tiene la mayor tasa de incidencia de la comunidad, con 229 casos por cien mil habitanres a 14 días y le sigue Granada, con 171 casos.

Sin embargo, en zonas como Córdoba (18 por ciento de casos detectados) o Huelva (11 por ciento) la presencia de la variante del Reino Unido es mucho menor . La media de Andalucía se sitúa en el 60 por ciento de prevalencia de esta mutación del Covid-19. Y el objetivo de Salud es evitar que la cepa salte de las provincias donde hay más casos a las menos expuestas a esta variante.

En todo caso, el consejero indicó que la incidencia de las cepas va a ser « uno de los muchos parámetros » a tener en cuenta para decidir la movilidad entre provincias de cara a la Semana Santa, y una variable a utilizar a la hora de acordar las medidas. Pero no el único.

El segundo factor que podría acabar con las aspiraciones de abrir la movilidad está en el comportamiento errático que ahora mismo tiene la curva de la pandemia. Tras semanas en bajada a plomo, los datos se ralentizaron hace unos 14 días. Y ya la pasada semana se produjo un vuelco. Empezaron a crecer. Esto se notó primero en los contagios y luego en la tasa de incidencia acumulada. Ese indicador, que bajó de casi mil puntos a menos de 150 en cuatro semanas, tardó 14 días en reducir 20 puntos. Hasta finales de la semana pasada, cuando subió por primera vez en un mes. Lo mismo hizo este medidor a siete días, que también se elevó, aunque tímidamente.

Esa tendencia parece haberse corregido en el inicio de esta semana. Pero la comunidad vive ahora en lo que Aguirre definió como una «meseta» en cuanto a contagios. Por eso el consejero de Salud realizó un «llamamiento a la prudencia» y a no «lanzar las campanas al vuelo». «Todavía es pronto para hablar de apertura de cierres perimetrales», zanjó el consejero de Salud.