Así son los mayores de Andalucía: el 80 por ciento tiene sobrepeso u obesidad

Tanto el sobrepeso como el tabaquismo son malas noticias para una población, la de la tercera edad andaluza , que suma ahora mismo 1,2 millones de personas, 15 de cada cien personas que viven en la comunidad, según datos de la Consejería de Salud y Familias. Además, se estima que, para dentro de 30 años, los mayores de 65 años serán el doble que ahora , un 30 por ciento del censo andaluz.

El exceso de peso en la población mayor es algo que preocupa a los expertos. Les resta calidad de vida y, además, les hace más vulnerables a problemas sanitarios. Entre otros, al coronavirus que, según los sanitarios, tiende a ser más peligroso cuando se tienen kilos de más , algo que Alberto y Ana saben y que les tiene preocupados.

Para afrontar los problemas que la tercera edad tiene en la comunidad, desde la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación que dirige Rocío Ruiz, han diseñado el I Plan Estratégico para personas mayores en Andalucía », un documento que analiza cuál es la realidad en la que vive este colectivo, qué problemas tiene y aporta una batería de medidas para abordarlos en los próximo años:

Según el estudio de la Consejería de Igualdad , solo el dos de cada diez andaluces hacen deporte entre los 50 y los 64 años. De ninguna forma en esa horquilla de edad se es mayor pero, advierten los expertos, ese es el intervalo donde hay que empezar a preparar una tercera edad de calidad. Si entre los 50 y la edad de jubilación los andaluces hacen algo de ejercicio y se cuidan, a los 80 estarán más ágiles. Plantean desde la Consejería de Igualdad que es como un plan de pensiones: esforzarse ahora para tener más calidad de vida después.

El problema del sedentarismo se agrava más aún cuando se supera la edad de jubilación. Desde los 65 años solo nueve de cada cien andaluces se ejercitan de manera regular, una cifra que contraviene todos los consejos sanitarios sobre envejecimiento saludable. Por ello, el plan de Igualdad contempla como objetivo incrementar esa cifra desde los 55 años. Es decir, empezar a invertir en salud antes de ser mayor. Activar cuanto antes el «plan de pensiones de la salud».

La obesidad y el sobrepeso es otro de los grandes asuntos en los que se centra el plan. Como se ha señalado, ocho de cada diez mayores andaluces debería perder algo de peso. El problema se agrava más en el caso de las mujeres, que tienen una tasa de obesidad que duplica al de ellos.

Ana lo habla con sus amigas y casi todas coinciden en que hay que cuidarse. Cuando quedan para comer la mitad de ellas se decantan por una manzana o algo de melón en verano para acabar, antes del café. Están en la media, porque según el estudio de Igualdad, casi la mitad de las mujeres de más de 55 años comen fruta a diario. Sin embargo, solo uno de cada tres hombres de esa franja de edad lo hace. Ellas se toman más en serio su alimentación y, además, empiezan a cuidarse antes.

Quienes tienen más de 65 años, por lógica, ya no trabajan. Están jubilados después de una vida de madrugones y oficina. Pero el plan de Igualdad no quiere solo abordar cómo están los mayores ahora, va más allá. También busca que quienes hoy no han llegado a los 65 años preparen una tercera edad de calidad. Y eso tiene mucho que ver con la vida laboral en los último años, cuando se define las pensiones que se van a cobrar tras la jubilación.

Así, según el análisis de Igualdad, solo la mitad de los hombres andaluces de entre 55 y 64 años tienen trabajo en Andalucía . El desempleo en el caso de las mujeres en esa horquilla de edad mucho más alto que el de los hombres: siete de cada diez andaluzas están en paro al cumplir la edad de jubilación.

Esto es algo que desde la consejería que dirige Rocío Ruiz quieren solucionar. Así, en el plan se establece la necesidad de «incrementar la empleabilidad» entre las personas de 55 y 64 años». El objetivo es que, si se consigue que haya más trabajadores, tendrán mejores pensiones. Y, además, se beneficiarán de las ventajas de una vida laboral activa, que también influye en las rutinas, las relaciones sociales y evita el aislamiento con el paso de los años.

Igualdad ha identificado que más de la mitad de los hombres de más de 65 años tienen reconocida la prestación por dependencia de entre el colectivo de mayores que están efectivamente en una situación de dependencia. Es decir, del total de mayores que necesitan una ayuda por esa cuestión en al comunidad, más de la mitad de los hombres tienen esa prestación. Como en muchas otras cuestiones de la realidad de la población mayor en Andalucía, cuando se analiza cómo están las mujeres de la tercera edad, las cifras cambian. Así, ellas tienen menos ayudas por dependencia que ellos, recoge el informe.

«Con la pensión de mi marido tiramos sin problema, gracias a Dios», explica Ana. Alberto trabajó toda su vida en una empresa conocida, con historia y que le permitió tener una jubilación digna. «Además tenemos ya el piso pagado y los niños casados, no nos quejamos», añaden. Pero esa tranquilidad que debería ser la norma llegada cierta edad, no es siempre así.

Es lo que recoge el informe de Igualdad, que indica que casi cuatro de cada diez mayores andaluces de entre 55 y 64 años son pobres en algún grado. Con esa situación es muy complicado preparar una jubilación decente.

Sin embargo, esa diferencia crece con fuerza según pasan los años. Así, cuando los hombres andaluces llegan a los 65 años, la tasa de pobreza que sufren es del 20 por ciento. En el caso de las mujeres es del 25 por ciento, cinco puntos más. Además, esa tasa de pobreza femenina aumenta hasta el 30 por ciento desde los 80 años. Es decir, a más años, más pobres son ellas.

Dentro del Plan Integral para las personas mayores, Igualdad ha detectado también una serie de problemas para este colectivo. Uno de los más importante es que falta información desagregada por edad. Razonan desde la consejería de Rocío Ruiz que no son iguales las condiciones de vida de una persona de 65 años que de una de 92. Además, destacan en el informe, falta visibilidad para las personas gays, lesbianas, bisexuales, transexuales o intersexuales cuando llegan a edades avanzadas, algo en lo que quieren trabajar, sobre todo el ámbito de las residencias, donde más tienen que «volver al armario» estas personas.

También destaca el plan de Igualdad el que la mayoría de los casos de maltrato entre las personas mayores andaluzas -el 67 por ciento- son mujeres.Y son mayoría mujeres las que tienen que cuidar de sus familiares, lo que les lastra en el final de sus años laborales a la hora de cotizar para tener una pensión igual a la de los hombres.

Para Alberto y Ana la vida, aún bien de salud , dentro de los achaques normales de la edad, la rutina aún no es cuidarse el uno al otro. Su rutina tiene más que ver con salir a pasear, ver a los nietos y los amigos. Los problemas son los cotidianos. El objetivo del informe y del plan de Igualdad es que la mayoría de los mayores andaluces disfruten de esa vida. Una vejez de calidad.