Las lluvias recientes de otoño no alejan los próximos decretos de sequía en Andalucía

Los datos tan poco halagüeños ya han hecho saltar las primeras alarmas. El Consejo de Gobierno andaluz ha dado luz verde al decreto ley de la Consejería de Agricultura por el que se faculta a los consejos del agua de las demarcaciones hidrográficas para aprobar los decretos de sequía en las cuencas intracomunitarias andaluzas. Agricultura ya inició el pasado mes de mayo la tramitación de una normativa dirigida a regular la entrada y salida en situación de excepcional sequía de los sistemas de explotación de las cuencas andaluzas. Además, esta nueva regulación abordará también el proceso para la adopción de medidas extraordinarias en las demarcaciones hidrológicas que así lo requieran . Los farolillos rojos ahora mismo, con situaciones críticas, son el Campo de Gibraltar, en Cádiz; Viñuela-Axarquía en Málaga y Cuevas del Almanzora en Almería.

En la provincia de Cádiz el embalse de Guadalcín, con una capacidad de 800 hectómetros cúbicos, lleva acumulados sólo 317; se encuentra cerca del 40%. El de Barbate aún es peor: su porcentaje cubierto de 228 hm3 es del 20,96%. O el de Charco Redondo, que con menos capacidad, 81,60 hm3, no llega ni al 18%. En Málaga hay un dato muy preocupante: su mayor embalse, el de La Viñuela, con 165,43 hm3, sólo llega al 26,25%. Pero la plusmarca de poca agua se la lleva, como viene siendo habitual, Almería. Cuevas de Almanzora, con una capacidad de 157 hm3 ha recogido 17,18; se encuentra al 10,88% del llenado. El embalse de Beninar al 7,95% . Estos datos son de ayer, la Consejería de Agricultura los actualiza todos los días.

Las medidas excepcionales para estas zonas están ya previstas para los «próximos meses». Con ellas se ejecutarán obras de emergencia o la movilización de recursos de diferentes sistemas que permita gestionar adecuadamente la sequía. La Junta apuesta, «en función de las características y necesidades de cada zona», por «el impulso de sistemas terciarios que permitan disponer de aguas regeneradas , por la ejecución de conducciones para transportar agua y por la puesta en marcha de pozos que se encuentran en desuso desde la sequía de 2005», apuntan desde Agricultura.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ya ha solicitado a los regantes de la demarcación «responsabilidad y compromiso para afrontar la delicada situación por la que atraviesa la cuenca del Guadalquivir». El balance del año hidrológico finalizado ha tenido una precipitación acumulada un 10% inferior a la media histórica y un 48,1% menos de aportaciones a los embalses de la cuenca. Pero el que ha comenzado (1 de octubre) es peor aún, sin visos de mejora. El 2020-2021 ha arrancado con un 32,1% menos de agua en los embalses que la media, el registro más bajo desde la misma fecha en 2007 . En lo que llevamos de año hidrológico hasta el día de hoy, la cuenca cuenta con un 10% menos de precipitación acumulada y un 62,7% menos de aportaciones a los embalses con respecto a los últimos 25 años, señalan desde la CHG.

«Nos encontramos en una situación climatológica e hidrológica preocupante, donde es fundamental cumplir con los objetivos medioambientales». En esta línea, Joaquín Páez ha recordado que, a pesar de las últimas precipitaciones, la situación de la cuenca continúa siendo pésima, por lo que no podrá captarse agua de los cauces si no se garantiza el caudal ecológico.

De cara a la próxima campaña, si bien hay garantizada una dotación mínima de emergencia, solo un año húmedo permitiría un riego normal. En caso de producirse un año seco, e incluso normal, la campaña sería deficitaria o ligeramente deficitaria, respectivamente. No obstante, a pesar del déficit de precipitaciones, las reservas de agua almacenadas garantizan el abastecimiento a la población para los próximos tres años. La CHG, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ya ha comunicado a los regantes de la cuenca que no pueden captar aguas superficiales de los cauces para el riego de sus cultivos mientras perdure la actual situación hidrológica. Asimismo, también ha informado que, a través de la Comisaría de Aguas y los Servicios de Explotación, se mantendrá una «especial vigilancia para evitar cualquier captación superficial para riego, procediendo a la incoación de los correspondientes expedientes sancionadores si fuera necesario». Como consecuencia de las escasas precipitaciones registradas desde el inicio del año hidrológico 2020-2021, las escorrentías naturales son prácticamente nulas en el Guadalquivir, situación que no es previsible que mejore en los próximos días a la vista de las predicciones disponibles. En estos momentos, los caudales que discurren por los cauces principales de la cuenca proceden en su práctica totalidad de los desembalses que se están realizando para el mantenimiento de los caudales mínimos, no para riegos.

Los agricultores, agrupados en Asaja, defienden que Andalucía es la región que más ha invertido en los últimos 10 años en la modernización de su regadío. Casi la mitad de la superficie española de riego localizado está en Andalucía. «El esfuerzo de los agricultores ha llevado a que ocho de cada 10 hectáreas de regadío andaluz sean por goteo», señalan desde la asociación de jóvenes agricultores. Por último, señalan que «la agricultura de regadío aporta más del 60% de la producción final agraria. De hecho, una hectárea de regadío produce hasta seis veces más que la de secano y genera seis veces más empleo . Los cultivos con mayor superficie regada en Andalucía son el olivar, el algodón, el naranjo, el arroz y el almendro. Estos cultivos representan el 74% de la superficie total regada en Andalucía.