Los ingresos de la hacienda andaluza caen un 32% en el semestre del Covid

Y los resultados no son buenos aunque también tienen su interpretación porque hay que tener en cuenta que los plazos de presentación y pagos de los impuestos han estado suspendidos durante el estado de alarma, por lo que se espera un cierto repunte en los próximos meses, cuando los contribuyentes tengan que ponerse al día en sus pagos fiscales. Eso siempre y cuando no sea necesario volver a tomar medidas tan drásticas que obligen a la administración a volver a aplazar el pago de los impuestos.

En los ocho primeros meses del año —los datos oficiales están actualizados hasta el mes de agosto—, l a hacienda pública andaluza ha perdido el 32% de sus ingresos en comparación con el mismo período del año anterior. En términos absolutos supone una pérdida de 444,5 millones de euros porque el año pasado en estas fechas se habían ingresado 1.400 millones de euros y este año apenas se llega a 959.

Pero lo relevante es analizar qué impuestos han caído drásticamente. Y la clave está en la tasa fiscal del juego que ha perdido el 60% de los ingresos porque la Junta ha pasado de cobrar más de 87 millones a una recaudación que no llega a los 35 millones de euros. Durante el estado de alarma estuvieron cerrados los bares (donde hay máquinas recreativas que también abonan estas tasas) y los salones de juego y casas de apuestas con la suspensión total de la actividad. Desde junio hasta agosto se ha recuperado una buena parte pero no ha sido suficiente. La recuperación de la Liga de fútbol ha reabierto muchos establecimientos de apuestas que están recuperando su actividad y aunque el dinero de estas apuestas no va a las arcas de la Junta, sí que son un motor para otro tipo de juegos que sí tributan en Andalucía. Un factor a tener en cuenta es que las casas de apuestas por internet han subido su recaudación durante los meses de confinamiento, pero este tipo de juego no afecta a las arcas públicas andaluzas ya que su tributación es completamente diferente y, además, en muchos casos, tienen sus sedes fiscales muy lejos de España.

Especial incidencia ha tenido l a caída del mercado inmobiliario que ha provocado una reducción del 31% en el impuesto de transmisiones y en el de actos jurídicos documentados. Sólo en este tributo se han dejado de ingresar trescientos millones de euros. La parálisis de la actividad productiva también se muestra con la bajada del 22% en los impuestos ecológicos y de casi el 30% en tasas administrativas.

En estos tributos es donde están centradas las preocupaciones de los responsables de la gestión del Gobierno andaluz. Una de las principales preocupaciones del Gobierno de Juanma Moreno es, precisamente, reactivar la economía, ya que entiende que es la principal política social que puede ejecutar. Eso, al margen de las opciones que le da para llevar a cabo su programa contar con unas arcas públicas abultadas.

El impuesto de sucesiones y donaciones también ha perdido un 47% de sus ingresos con respecto a 2019 . Pero este caso es particular ya que es ahora cuando se está empezando a notar la bonificación del 99% en este impuesto para quienes hereden hasta un millón de euros, una reforma fiscal que aprobó el Consejo de Gobierno en el mes de abril de 2019 pero que hasta ahora no se ha empezado a notar a efectos fiscales ya que, según la ley, hay seis meses de plazo para la liquidación de este impuesto. Esto significa que habrá que esperar a finales de año para verificar el impacto real en las cuentas de la Junta de esta bonificación ya que durante el estado de alarma se han suspendido este tipo de actos administrativos.

Un impuesto que no ha tenido prácticamente variación ha sido el del canon de mejora del agua que pagan todos los consumidores en su factura.