El fiscal niega que se violara la intimidad del ex alto cargo que frecuentaba puticlubs con dinero público

El ex cargo socialista acusado argumentó que se habían vulnerado sus derechos fundamentales a la intimidad y a un proceso con todas las garantías, recogidos en la Constitución Española, mediante una providencia judicial «sin motivación suficiente».

El fiscal delegado de Anticorrupción, Fernando Soto, discrepa. En un escrito dirigido al tribunal del jurado que preside la magistrada Mercedes Alaya, defiende que la indagación en sus cuentas corrientes fue una medida «legal, proporcional y necesaria» . La intimidad está protegida, pero caben injerencias en la misma si existe un «fin constitucionalmente legítimo», como es éste el caso, afirma. El fiscal sostiene que se imponía investigar sus cuentas por un doble fin: uno, «comprobar si, como [Villén] había manifestado en alguna ocasión, realizó pagos en dichos clubes con capital propio» y, dos, « si habían salido fondos de sus cuentas y la de sus familiares directos , para el pago y reintegro de lo gastado».

«No hay que olvidar que estamos en presencia de un delito de malversación donde el acusado empleó fondos de la fundación para un gasto reprobable, no sólo jurídicamente, sino también moralmente, como eran servicios de prostitución », advierte.

Villén, que entre 2008 y 2010 formó parte de la ejecutiva del PSOE andaluz como secretario de Empleo , abonó 32.566 euros con cargo a las tarjetas Visa de la Faffe entre 2004 y 2010 en cinco locales de Sevilla, Córdoba y Cádiz donde se ejercía la prostitución.

A todo ello se añade que tanto el exdirector de la Faffe como la exdirectora económica-financiera de la entidad, Anna Valls Roc, «desplegaron un plan tendente a ocultar la existencia de dichos pagos y su reintegro a través de fondos de la fundación », detalla el representante del Ministerio Público. En su opinión, ambos, acusados de supuestos delitos continuados de malversación y falsedad documental, pusieron en práctica « maniobras para ocultar el desfase que se producía en las cuentas [de la Faffe] como consecuencia de estos pagos ilegítimos».

El abogado de Villén relata que «en ningún momento» dijo que las cantidades devueltas a la caja de la Faffe provinieran directamente de sus cuentas corrientes, sino que era dinero en metálico suyo o prestado por terceros, a excepción de los 14.737 euros que se gastó en una noche de fiesta en el club de alterne sevillano Don Ángelo . La juez Mercedes Alaya será quien tenga la última palabra sobre este asunto.

Tanto el Juzgado como la Audiencia Provincial de Sevilla desestimaron recursos anteriores de Villén contrarios al rastreo de sus cuentas. La Sección Tercera de la Audiencia determinó qu e el derecho a la intimidad no es «absoluto e ilimitado y permite intromisiones legítimas en determinadas ocasiones».