Diez hitos que cambiaron Andalucía en una legislatura que se queda corta

Ésta es la crónica de una legislatura que ha explorado senderos inéditos desde el primer día , empezando por la investidura de un presidente del PP y terminando por una devastadora pandemia que nadie vio venir.

Por primera vez en la democracia andaluza, las derechas sumaban más escaños que las izquierdas. Una carambola a tres bandas convirtió a Juanma Moreno Bonilla en el primer presidente no socialista de la comunidad más poblada de España. Es una ironía del destino que los conservadores conquistaran el poder con sus peores resultados . Juan Marín, el candidato de Cs, lo acompaña como vicepresidente en un Gobierno de coalición tan resistente como el hormigón, que nunca ha corrido el riesgo de romperse. Prueba de su solidez es que ha sobrevivido incluso al adelanto de las elecciones para el 19 de junio y a la operación de la anterior dirección nacional del PP para azuzar la fuga de cargos del partido liberal.

A diferencia de las rupturas traumáticas del PP y Cs en Madrid y Castilla y León, en tres años y medio de legislatura no han aflorado desencuentros dignos de mención en Andalucía . Las discrepancias, como el empeño de Marín en ampliar las consejerías, se han resuelto con pragmatismo y diálogo. La sintonía entre el vicepresidente y el consejero Elías Bendodo ha limado cualquier aspereza. Vox completa el tridente, que ha facilitado la aprobación de tres presupuestos de la Junta y sus principales leyes.

Juanma Moreno lo proclamó al finiquitar su mandato: «Ha sido una de las legislaturas más complicadas de la historia». Ha tenido que lidiar con la peor pandemia del último siglo. Buena parte de la actividad económica se paralizó, las calles se vaciaron, mientras se colapsaban los hospitales y las UCI. La gente tuvo que encerrarse en sus casas porque, hasta que llegaron las vacunas a principios de 2021, el aislamiento social funcionó como el único antídoto contra el mortífero coronavirus. El Covid reventó las costuras del sistema sanitario andaluz, cuyos profesionales sufrieron también la escasez global de batas de protección y mascarillas en los primeros meses. El consejero de Salud, Jesús Aguirre (PP) , que acababa de cursar un máster en gestión de crisis sanitaria a cuenta de brote de listeriosis, hizo de la necesidad virtud. El sistema ha sumado 12.000 profesionales a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez no mantiene el fondo extraordinario del Covid en 2022 .

Propulsado por la pandemia, el gasto público en sanidad ha superado la barrera de los 10.000 millones de euros al año. Podían haber sido más si se hubieran aprobado los presupuestos de 2022. Entre 2008 y 2018, con el PSOE en el poder, el sistema perdió 7.000 millones de euros , acumulando déficit en personal e infraestructuras. La Junta ha sacado brillo a la «joya de la corona». Los sanitarios cobran más por las guardias y han conseguido el ansiado complemento de la carrera profesional. Tres lustros llevaban reivindicándolo.

Los profesores de la enseñanza pública también han visto saldada una antigua deuda salarial. A punto de sonar la campana electoral, la Junta pactó con los sindicatos una subida de en torno a 150 euros al mes en el sueldo de 110.000 docentes de la pública y 25.000 de la concertada. Nunca ha habido tantos profesores en nómina ni mejor pagados.

La ratio de alumnos por aula es la más baja de la historia: 20 niños en Infantil y 21 en Primaria. Un hito que amplía el palmarés del consejero Javier Imbroda , defensor de expulsar la ideología del aula, fallecido el 2 de abril por un cáncer. En tres años, Andalucía ha perdido 50.000 escolares por la caída de la natalidad. La tasa del abandono escolar temprano registró en 2021 el mayor descenso desde 2002. Alcanza el 17,7%, por primera vez por debajo del 20%.

El reparto de fondos en las universidades públicas ha sido una inagotable fuente de conflictos entre la Junta y los rectores. Los campus tenían un sistema de financiación caducado, que se remontaba a 2007 . El PSOE aparcó su promesa de revisarlo. El consejero Rogelio Velasco puso sobre la mesa un nuevo modelo que provocó un motín en los despachos académicos. El rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez, dimitió como protesta. Pero, las aguas revueltas volvieron a su cauce. Velasco pactó un modelo que garantiza a todas las universidades al menos el 100% de la financiación de 2021 más un 2,8% de la cota de ese año.

Una de las primeras decisiones que tomó el Gobierno de coalición fue bajar impuestos. El consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), defendía que podía recaudarse más si se reducen los tipos impositivos porque aumenta el dinero en circulación y se reactiva el consumo. La parálisis económica causada por la pandemia no ha impedido que se cumpla esta ecuación. La Junta cerró el año 2021 con un aumento de recaudación del 4,7% en los principales impuestos cedidos por el Estado, casi cien millones más que en 2018. Los datos avalan esa recuperación, que ahora ponen en riesgo la guerra en Ucrania y una subida de precios que roza el 10%.

El Gobierno andaluz ha rebajado los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Entre 2019 y 2020, tras la reducción del tramo autonómico del IRPF, la comunidad ganó 280.000 contribuyentes, pese al Covid. Andalucía ha escalado del puesto 13 al quinto en el Índice de Competitividad Fiscal desde 2018.

La consejera Rocío Ruiz (Cs) ha cogido sin complejos una de las banderas que enarbolaba la izquierda: la política social. Ha demostrado que el liberalismo no está reñido con la defensa de la causa feminista y la extensión de la red de protección pública a los colectivos más desfavorecidos. Sus guiños a los habituales caladeros de voto del PSOE y Podemos han desquiciado a Vox , que ha llegado a pedir su cabeza en varias ocasiones. Un daño menor para Juanma Moreno, que está encantado con la imagen de centralidad y moderación que aporta la indómita consejera de Igualdad.

Lo suyo no es una mera pose. Ruiz ha logrado reducir a la mitad la lista de espera en dependencia desde el inicio de la legislatura, lo que ha permitido cerrar el año con el máximo histórico de 257.227 andaluces cubiertos con 360.000 prestaciones. Le ha dado la vuelta como el calcetín a la herencia del anterior Gobierno de Susana Díaz, que tenía a 34.373 solicitantes de ayudas pendientes de valoración y ni siquiera aparecían en las estadísticas oficiales.

Moreno llegó al poder prometiendo una «revolución verde» y llenó su discurso de referencias a la lucha contra el cambio climático. Pero el eslogan se ha cumplido a medias. La Ley de Economía Circular, que la Junta había consensuado con la izquierda , y que resultaba vital para llevar a cabo ese paradigma verde no verá la luz. La causa no es un bloqueo político, sino la convocatoria anticipada de las urnas.

Pero algunos avances sí ha habido. Los ecologistas —en las antípodas ideológicas del PP— reconocieron que ha mejorado la depuración de aguas con el desatasco de infraestructuras pendientes . Esas cañas se volvieron lanzas cuando PP, Cs y Vox impulsaron una proposición de ley en el Parlamento andaluz para regularizar las hectáreas de regadío en el entorno de Doñana . El adelanto electoral ha hecho que esta proposición, más voluntarista que real, decaiga al disolverse la Cámara autonómica.

El autodenominado 'Gobierno del cambio' ha ejecutado buena parte de las 90 medidas recogidas en su programa, pero mantiene otras en el zurrón de las promesas . PP y Cs crearon la expectativa de una reducción «a la mitad» del entramado de agencias, empresas y fundaciones de la 'administración paralela' de la Junta de Andalucía, abonadas algunas de ellas a la corrupción y el enchufismo. Fue Vox el que impuso desde fuera del Gobierno someter a auditorías a 54 entidades públicas, pero la esperada reforma se ha limitado a retoques estéticos. Se ha optado por crear un organismo de nuevo cuño para integrar en él a las plantillas de otros cuatro ya existentes. Es el caso de Trade, que absorbe a IDEA, la Agencia del Conocimiento, Extenda y Andalucía Emprende . Se han liquidado escasas entidades sin trabajadores.

Los despidos del exministro Bernat Soria y de otro científico indio que estaban a sueldo en la Fundación Progreso y Salud, han sido la excepción. La dieta de adelgazamiento del sector público no se ha consumado por temor a una elevada factura en indemnizaciones y al desgaste político de un conflicto laboral incierto.

Tras 15 años abandonado a su suerte, sin destino cierto e innumerables promesas de reapertura, el antiguo Hospital Militar de Sevilla ha salido del letargo . La Consejería de Salud, que dirige Jesús Aguirre (PP), ha puesto a funcionar ocho de las doce plantas que tendrá, 320 camas, y un área quirúrgica. En Málaga se ha licitado el proyecto para su tercer hospital. Tras doce años de espera, Estepona cuenta con un nuevo centro hospitalario, al igual que la Sierra de Cazorla, en Jaén. El nuevo Hospital Materno-Infantil, demandado durante lustros por los almerienses, ha visto por fin la luz.

En cambio, el nuevo complejo sanitario de Cádiz, que llegó a prometerse en tiempos de Manuel Chaves, sigue siendo eso, una promesa. El Materno Infantil de Huelva, finalmente, se ubicará dentro del centro Juan Ramón Jiménez. Más inexplicable es el caso del hospital público de Lepe . Está terminado desde 2016, pero no se ha abierto porque carece de la carretera de acceso que debe construir el Ministerio de Fomento. Acaba de estrenarse uno privado en la localidad onubense con el que la Junta ha concertado 13 especialidades durante cinco años.

Moreno prometió crear 600.000 empleos en cuatro años antes de las pasadas elecciones. La realidad es que en tres años y medio hay 127.500 ocupados más que a finales de 2018 en la región. Imponderables como la pandemia y la guerra en Ucrania han jugado en contra de su compromiso. Nadie esperaba un tornado como el que arrasó la economía a causa del Covid. En diciembre de 2018, el desempleo alcanzaba el 21,3% de la población activa, con 834.300 parados. La Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre arroja 58.400 desempleados menos y la tasa de paro es del 19,43% .

En materia económica se han alcanzado otros hitos, como la reducción de trabas burocráticas que ahuyentaban a inversores y la gestión de la riada de fondos que envía Bruselas para la recuperación económica, de los que ha recibido los primeros 1.916 millones. Además, Andalucía ha liderado la incorporación de autónomos en España durante el último año.

La consejera Rocío Blanco (Cs) ha dado un giro al Servicio Andaluz de Empleo, que estaba noqueado por la corrupción y acumulaba 1.724 ayudas a cursos sin justificar. Bajo un nuevo modelo, ha recuperado los cursos de formación que llevaban un lustro paralizados y ha tramitado 2.000 millones de euros en ayudas (estatales y autonómicas) para los sectores más castigados por la crisis. Tuvo que devolver 376 millones al Estado por falta de solicitudes.

El Gobierno andaluz ha creado una Oficina Antifraude como cortafuegos ante la corrupción . Ya ha recibido veinte denuncias, pero aún carece de personal y medios para investigarlas. Es todo lo que ha dado de sí una legislatura que se queda demasiado corta.