El consejero de Hacienda advierte que Andalucía tardará una década en pagar la deuda por el Covid

En comisión parlamentaria para informar de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Bravo ha defendido un control del gasto presupuestario porque todo lo que se gaste de más «lo devolverán las generaciones futuras» y ha reivindicado que se fije una senda para la vuelta al equilibrio presupuestario a medio plazo.

Precisamente, dentro del compromiso con la estabilidad presupuestaria Andalucía asumirá como obligatorio el déficit del 2,2% del PIB que el Ministerio de Hacienda les da como referencia a las comunidades autónomas para el año 2021, y que asume en un 1,1 % el Estado y el resto vía endeudamiento de la Junta, que en total contará con unos 3.300 millones más .

Al consejero también le preocupa y le genera «alarma» el incremento de las entregas a cuentas del Estado a las comunidades, que subirán un 1,6 % en 2021 a pesar de que la economía caerá con fuerza, ya que «habrá que devolver lo que se transfiera de más a partir de los años 2022 y 2023».

En este sentido, ha recordado que esa situación ya se dio en el pasado con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se descontroló el déficit y se incrementaron las entregas a cuenta a las comunidades y ha lamentado que «Andalucía está pagando todavía esa fiesta con la devolución de 220 millones al año».

Por estos motivos, el consejero de Hacienda ha insistido en que hay que fijar la vuelta a la senda de la estabilidad presupuestaria tras la suspensión de las reglas fiscales en 2021 en la Unión Europea debido al impacto de la pandemia, ya que ha augurado que todo esto puede tener su efecto en las cuentas andaluzas a partir de 2022 y en años sucesivos.

El portavoz del PSOE en la comisión de Hacienda, Antonio Ramírez de Arellano, ha reprochado al consejero su «incoherencia en el sentido de que le horroriza la deuda andaluza pero le parece bien cuando la gestiona España, le pido responsabilidad fiscal».

Arellano ha expresado la voluntad del PSOE para llegar a acuerdos sobre el presupuesto andaluz para 2021, que ascenderá a unos 40.000 millones, con una subida del cuatro por ciento sobre el actual, si bien le ha puesto como condiciones que haya transparencia en el destino y la ejecución de los gastos y que se fortalezcan los servicios públicos, así como que se incorporen cambios normativos relativos al uso de los recursos que lleguen de la UE o a los remanentes , entre otros aspectos.

El diputado de Adelante Andalucía Guzmán Ahumada ha reclamado unos presupuestos expansivos porque Andalucía tendrá como mínimo para gastar «4.800 millones más que este año» y ha emplazado al consejero a «ser valiente en el gasto ya que se dan las condiciones idóneas y el viento sopla a favor» con el aumento del déficit y los fondos europeos y los fondos covid-19 que el Gobierno tiene que transferir a las regiones.

En representación de Vox, Rodrigo Alonso , ha alertado del «peligro de la barra libre del gasto» y le ha pedido al consejero prudencia porque el «déficit hay que pagarlo», por lo que ha abogado por eliminar los gastos superfluos y apostar por las políticas sociales y de empleo.

En el mismo sentido se ha pronunciado Carlos Hernández, de Ciudadanos , quien ha afirmado que «no se puede gastar de forma desenfrenada» porque la relajación de las reglas fiscales es una medida temporal y a medio plazo hay que mantener el objetivo de estabilidad presupuestaria.

A este respecto, Pablo Venzal, del Partido Popular, ha sostenido que los presupuestos pueden ser expansivos en un marco de déficit del 2,2 % del PIB pero «no se puede ir más allá», y ha cuantificado en unos cien euros más por habitante lo que recibirá Andalucía del Estado, sin contar el fondo covid-19.