INCENTIVOS

La agencia que pagaba los ERE lleva a la ruina a empresas innovadoras de Andalucía

Los afectados, que han creado una plataforma, denuncian la Junta reclama los préstamos años después para tapar «sus negligencias en la gestión»

Sede de la Agencia IDEA de la Junta de Andalucía en Sevilla RAUL DOBLADO

Antonio R. Vega

02/02/2019
Actualizado 03/02/2019 a las 14:42h.

IDEA, la agencia de la Junta de Andalucía encargada de impulsar la actividad económica, se ha convertido para decenas de emprendedores andaluces en sinónimo de todo lo contrario: un lastre que ha arruinado a sus empresas y aplastado la innovación . El denominador común ... de todos ellos es que recibieron hace años un préstamo participativo del programa Campus en condiciones ventajosas (con interés cero y dos años de carencia).

La agencia IDEA perseguía con este programa estimular el talento financiando en un 70 por ciento proyectos tecnológicos en una cuantía máxima de 200.000 euros . La paradoja es que la agencia que pagó sin ningún control previo de la Intervención las ayudas para ERE ha emprendido una ofensiva legal y judicial contra los beneficiarios de los incentivos a emprendedores que sí inventaron tecnología pionera que exportan, en muchos casos, al extranjero.

Años después, la Junta les reclama con hasta un 20% de interés , el dinero pagado tarde y mal tras endurecer las condiciones de justificación de los gastos, como reacción a los escándalos de corrupción que tienen su epicentro precisamente en la agencia IDEA.

Estos reintegros, que los afectados consideran «irregulares» e «injustos», son un efecto colateral del descontrol instalado durante años en el reparto de fondos públicos en el ente público. El anterior Gobierno de Susana Díaz tramitó hasta 111 expedientes de reintegro que, en algunos casos, han derivado en notificaciones de apremio y embargos de las cuentas y bienes de los administradores de las sociedades.

Unos cuarenta afectados han constituido la Plataforma de Afectados por las Ayudas de Innovación y Desarrollo de Andalucía para solicitar que se paralicen los expedientes de derivación de responsabilidad a los empresarios hasta que el nuevo Ejecutivo audite la agencia IDEA y su filial Invercaria. Denuncian la «inseguridad jurídica» que la propia Junta de Andalucía ha generado con sus impagos, su «nefasta gestión» del programa y oleada de reclamaciones. A su juicio, cambiaron las normas de los incentivos para recuperar a toda costa el dinero y «tapar las negligencias de los técnicos, servicios jurídicos o políticos».

Decenas de emprendedores han tenido que hacer frente a costosos procesos judiciales que podrían acarrear la pérdida de todos su bienes y abocar al cierre a sus negocios tecnológicos . La devolución de estos préstamos estaba condicionada a la marcha del negocio. Sin embargo, algunos de ellos echaron el candado después de haber invertido sus ahorros porque todo el préstamo concedido llegó tarde o nunca llegó.

José Manuel Baena, fundador de la empresa Breca Health Care ABC

José Manuel Baena: «Se jactaban de dar los mejores incentivos tecnológicos y han arruinado la vida a la gente»

«Hace diez años empecé a trabajar con la impresión 3D aplicada a dispositivos médicos y lo vi claro: esta tecnología estaba llamada a revolucionar la Medicina en diferentes campos». Con esta determinación, José Manuel Baena montó en 2011 su empresa BRECA Health Care que aplicaba la impresión 3D para fabricar dispositivos médicos personalizados. «Buscando emplazamiento para la sociedad, nos recomendaron Andalucía por los incentivos que tenían», relata este joven emprendedor afincado en Granada. Animado por la propia Agencia IDEA, solicitó un préstamo participativo de Campus, un programa para apoyar a las empresas con alto componente innovador como la suya. IDEA le concedió 200.000 euros, de los que sólo le abonaron los primeros 80.000. « Esta “ayuda” resultó un desastre, una pesadilla, que casi acaba con la viabilidad » de una empresa que actualmente exporta su tecnología y productos a veinte países. Esta intensa actividad permitió al empresario devolver los 92.000 euros (73.000 de la devolución del préstamo más los intereses) que IDEA les reclamó seis años después de que les concedieran los 200.000 que le concedieron para financiar un plan de inversión que no llegó a pagar en su totalidad argumentando que el dinero no se había justificado correctamente. Este extemporáneo reintegro le impidió contratar a tres ingenieros el año pasado. Aun así, la empresa ha duplicado la facturación frente al año anterior.

«Es una pena porque podríamos haber generado todavía más empleo. Activaron el proceso de recuperación del dinero allá por 2014 cuando la Intervención les dijo que estaban dando dinero sin controles y sin cumplir la normativa (ERE, financiación de proyectos de gente cercana al partido, cursos de formación….) y esto ha afectado también a los préstamos concedidos a los emprendedores. Lo hicieron para evitar que la culpa de conceder los fondos sin controles fuera de los directores de la Agencia IDEA. Pero los emprendedores no tienen la culpa de los errores que cometen los políticos. Es una pena porque así nadie va a querer venir a emprender a Andalucía. Esto me ha costado más de 92.000 euros, además he gastado mucho dinero en abogados y lo que es más importante muchísimo tiempo. En mi caso lo he podido pagar porque nos va muy bien », relata. Pero otras empresas han quebrado y han embargado a los administradores. «Ellos se jactaban de tener los mejores incentivos, pero lo que han hecho es arruinarle la vida a la gente. Es una pena que los emprendedores nos tengamos que dedica a esto en vez de estar centrados en nuestros proyectos. Esperamos trabajar con el nuevo gobierno para que esto no vuelva a suceder y que Andalucía sea un gran lugar para emprender», se lamenta.

Iván García, fundador de la empresa granadina IUAVS IDEAL

Iván García: «En IDEA dijeron que no había dinero e hicieron lo imposible para no pagar»

Años antes de los drones surcaran nuestros cielos, Iván García ya soñaba con aeronaves no tripuladas . La palabra dron ni siquiera estaba en nuestro vocabulario cuando este joven empezó a estudiar en el Laboratorio de Sistemas Inteligentes de Suiza gracias a una beca Erasmus. Allí, con su compañero y antiguo socio, Antonio Morales, desarrolló un dron —entonces se llamaba UAV, vehículo aéreo no tripulado— capaz de detectar ventanas en edificios para entrar en ellos. Con esta idea y grandes dosis de talento, crearon una start-up. Tan sólo necesitaban una ayuda económica. En marzo de 2011, tras varias reuniones con la agencia IDEA, les concedieron 200.000 euros. Su proyecto encajaba a la perfección en el programa Campus.

La alegría duró poco . «Desde el primer día empezaron los problemas con la Junta de Andalucía. Cuando fuimos a firmar el préstamo participativo, las condiciones habían cambiado. Ya no nos iban a dar los 200.000 euros sino que dividirían el pago en tres tramos. De ello nos enteramos en la misma notaría», relata. Aun así, tiraron para adelante y reclutaron a un investigador australiano para crear un sistema de recarga automática de baterías en drones. Ganaron premios y en ocho meses ya tenían listo el primer prototipo. Tras agotar los primeros 80.000 euros abonados y presentar la justificación del gasto, «nos dijeron que la plataforma informática donde había que subir todas las facturas no funcionaba». «Cuando quisimos cobrar la segunda parte del préstamo, no había dinero e hicieron lo imposible para retrasar el pago», lamenta. «Sin dinero, no podíamos seguir operando ni pagar las nóminas y el alquiler de la nave. Poco a poco todo empezó a desmoronarse ». Tuvieron que cancelar proyectos de investigación y presentar un concurso de acreedores tras invertir sus ahorros. Cuando parecía que todo había acabado, IDEA reclamó el dinero: 232.046 euros con los intereses.

Juan José Giraldo, en la sede de su actual empresa en Sevilla MANUEL GOMEZ

Juan José Giraldo: «Quisiera recuperar mi actividad tecnológica, pero no se me ocurre hacer nada con la Junta»

Prototec tenía todo para triunfar: una idea innovadora, personal para llevarla a cabo y hasta clientes. Sólo le faltaba un empujón económico. Éste le llegó en 2009 a través de IDEA, que le concedió un préstamo financiero de 200.000 euros, destinado a cubrir el 80% de la inversión de esta empresa sevillana especializada en la fabricación de tecnología puntera para la clasificación de productos en el campo agroindustrial. El aval era el propio proyecto. Su sistema lo mismo servía para expurgar aceitunas defectuosas que para separar naranjas por tamaño. «Por causas justificadas, nuestro único cliente deja de pagarnos», rememora Juan José Giraldo, fundador de la empresa. Ahí empezó una espiral de reclamaciones y notificaciones de embargo que les obligaron a echar la persiana a su empresa y a prescindir de los siete ingenieros que trabajaban en el proyecto. «Intenté por todos los medios de conseguir liquidez y acudí a seis entidades bancarias pero el aval, nuestra tecnología, no servía», afirma. «La Corporación Tecnológica de Andalucía nos daba un crédito pero lo descartaron porque no estábamos al corriente de las deudas», recuerda.

Con el cierre de Prototec no terminan los problemas. «Diez años después, nos requieren judicialmente los 200.000 euros que nos prestó la Junta de Andalucía más los intereses , 260.000 euros en total». «Cuando hay problemas de liquidez, todas las administraciones se te echan encima y no te dejan respirar», expone. Es un círculo vicioso. A la imposibilidad de pagar las nóminas, se unió el embargo de las cuentas de la empresa. «Las administraciones mandaron cartas a nuestros clientes para decirles que les pagaran a ellas. Esto te quita credibilidad». Giraldo ha tenido que reinventarse como músico para «sobrevivir». Ahora trabaja en unas oficinas compartidas, un «coworking», con más emprendedores de Sevilla. «Quisiera recuperar mi actividad tecnológica, pero ya no se me ocurre hacer absolutamente nada con la Junta», apunta.

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