Las razones por las que Juanma Moreno encomienda Fomento a Rocío Díaz, la directora de la Alhambra

El presidente andaluz premia el vuelco que Rocío Díaz ha dado a la gestión del monumento en los cuatro años que ha estado al frente

Moreno quiere proseguir el ritmo de ejecución que ha marcado Marifrán Carazo, que deja el departamento con los deberes hechos para intentar el asalto de la alcaldía de Granada

Rocío Díaz: la 'sultana' de la Alhambra que ahora se ocupará de hacer metros por toda Andalucía

Rocío Díaz, junto a Marifrán Carazo ante las obras del Maristán IDEAL

Su nombre estaba en todas las quinielas. A primeros de febrero, en el Foro ABC que protagonizó Juanma Moreno en la Casa de este periódico en Sevilla, el presidente deslizó que el sustituto de Marifrán Carazo al frente de Fomento sería de Granada, y mujer ... . Inmediatamente, muchas miradas se posaron en Rocío Díaz, hasta ayer lunes mismo directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife. Si hablamos de primeros espadas del PP en la provincia granadina excluyendo lógicamente a la propia Carazo, no salen tantos. Con perdón. Si seleccionamos por sexo, la cuestión se reduce más aún.

Parecía, no obstante, demasiado obvio. En la dupla también aparecía Concha de Santa Ana, actual directora de la Fundación Tres Culturas. Ingeniera de Caminos, además. Y después estaban los que advertían de que el presidente podía dar la sorpresa con alguna nominación que nadie esperase.

No ha ocurrido. Moreno zanjó ayer rápido su primera minicrisis del gobierno de la mayoría absoluta nombrando a Rocío Díaz consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda. Hoy martes tomará posesión de su asiento en San Telmo, habrá nueva foto de familia del Gobierno y a volar. A continuar gestionando.

Al presidente no le gusta remover su equipo, y si lo ha hecho, ni siquiera un año después de conformarlo, ha sido 'obligado' por la decisión de Carazo de intentar en mayo el asalto a la alcaldía de Granada.

La misma que se le resiste al PP desde que José Torres Hurtado fuese detenido en 2016 por un caso de corrupción. La que acarició la propia Díaz después de aquella tormenta. En aquella moción de censura en la que la ahora consejera fue candidata por el PP, los votos de Ciudadanos se fueron para el PSOE y le privaron de alzarse con la vara de mando, motivando el primer gobierno de Francisco Cuenca.

Con la elección de esta licenciada en Políticas, el presidente busca continuidad —no se esperan grandes cambios— y persigue que no se pierda el elevado ritmo de gestión que ha imprimido Carazo a Fomento durante sus cuatro años al frente.

Las tareas hechas

No es una labor sencilla. La ahora candidata a la alcaldía granadina ha sacado adelante los principales retos que el autodenominado 'gobierno del cambio' se autoimpuso al llegar a San Telmo tras las elecciones de 2018. Empezando por la nueva ley de ordenación del territorio, la Lista, pero continuando con la puesta en marcha de infraestructuras que llevaban años enquistadas, como el metro de Málaga o el tranvía de la Bahía de Cádiz.

E incluso siguiendo con obras menores olvidadas en la etapa socialista pero cuya concreción ha generado más que contento en los ámbitos afectados. Siempre, además, de la mano de un empresariado con el que se ha llevado tan bien que no quiso que asumiese el reto incierto de concurrir a las municipales del 28-M.

Pero Rocío Díaz, entienden en Presidencia, ha gestionado bien la Alhambra. Le ha dado un vuelco a su administración, acabando con las polémicas (algunas judicializadas) que marcaron el final de la etapa socialista al frente del monumento más visitado de España. Ha dado también un ritmo inusitado a las actuaciones de rehabilitación de muchos de sus enclaves, lo ha abierto para nuevas propuestas culturales y ha engrasado la relación del viejo palacio con el sector turístico.

Díaz, en el centro, visitando las obras de la Torre de las Gallinas en la Alhambra Antonio L. Juárez

Le tocó, por supuesto, lidiar con la pandemia. De golpe y porrazo, ver la Alhambra vacía. En la ciudad andaluza donde más fuerte dio el coronavirus y mayores restricciones a la movilidad padeció.

Con Rocío Díaz al frente, también, se ha tumbado por fin el viejo lamento de los lugareños en torno a que el dinero (ingentes cantidades) recaudado por el complejo nunca redundaba en beneficio de Granada. En 2020 se puso en marcha el Plan Alhambra. Y gracias a él más de 20 millones de euros procedentes de los remanentes del monumento se han destinado a otras obras pendientes en la ciudad. El Albaicín, la Casa Agreda o la huerta de San Vicente, entre otros muchos enclaves, se benefician ahora de ello.

El propio presidente escribió ayer en su cuenta de Twitter que señalando a Díaz estaba apostando por «el talento, la capacidad y la excelente gestión« desarrollada por ella. La ya exresponsable de la Alhambra mostró su agradecimiento a su ya jefe directo y destacó la »enorme responsabilidad« que supone suceder a quien también es amiga, Marifrán Carazo, »la mejor consejera de Fomento que ha habido«, dijo.

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