Seis víctimas en ajustes de cuentas en la Costa del Sol en «una mala racha» de dos meses

Los investigadores que llevan los casos insisten que «no hay ninguna conexión entre los diferentes ajustes de cuentas». El último una persona en un aparcamiento en Cabopino en Marbella. Dos sicarios lo mataron mientras esperaba al borde de la carretera a las puertas de un restaurante lleno de gente. Antes fue un hombre que llegaba del gimnasio en Mijas en medio de la lluvia, al que precedió un muerto y un herido grave en la zona de Alvarito Playa en Marbella, lugar apartado de desembargo de «narco lanchas». Así hasta llegar al cadáver con catorce disparos en un pinar de Istán o al hombre junto a la A-7 ejecutado y abandonado junto a una moto. Es el balance de los últimos dos meses. Un fin de año negro .

Según las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado «no hay una explicación que relacione todo» y puede deberse a «una mala racha» . Un período en el que han coincidido varias ejecuciones en un mismo territorio, pero nada tiene que ver con lo vivido en 2018 entre tiroteos y bombas. De hecho, el propio Gobierno Central ha querido extender la calma diciendo que son «incidentes aislados» . «La Costa del Sol es absolutamente segura» , afirmó este pasado miércoles en la presentación de la operación de tráfico para el Puente de la Constitución el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández.

Fernández explicó que en el último año se han «redoblado los esfuerzos» para contener la guerra dentro del narcotráfico y destacó la labor que se desarrolla desde el Servicio de Inteligencia. «Un magnífico resultado con el plan especial en el Campo de Gibraltar». La creación de grupos especiales en cuerpos en la Policía Nacional y la Guardia Civil ha conseguido asestar duros golpes a las organizaciones de tráfico internacional de drogas.

Se han desmantelado las infraestructuras de las bandas, como pisos francos, lanchas o vehículos de transporte y se ha hecho una «persecución del dinero para ver en qué sitios pueden blanquearlos» . «Es muy importante ver dónde lo invierten, porque es lo que hace que la infraestructura de la organización se pueda venir abajo», abundó Fernández. Y para los expertos en la lucha contra el crimen organizado este es un factor clave que puede explicar la última oleada.

El nexo común entre todos es que son ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico. «Pueden ser por errores que han propiciado éxitos de la Policía y la Guardia Civil en operaciones contra la droga», afirman fuentes de lucha contra el narcotráfico, que dicen que en los últimos meses ha habido muchas detenciones y se han desarticulado estructuras enteras que cuesta mucho reconstruir para volver al contrabando de droga. «Eso puede conllevar que al que falla lo maten», remarca fuentes policiales.