Málaga
Las tres rupturas políticas de Juan Carlos Maldonado, el último huido de Ciudadanos
Abandona ahora su partido después de haber dejado el PSOE y romper el pacto con el PP que le llevó a la Alcaldía de Mijas
Juan Carlos Maldonado en rueda prensa en la Diputación de Málaga
Juan Carlos Maldonado dejó Ciudadanos este pasado lunes. Lo anunció en sus redes sociales para concretar su cuarta ruptura política en ocho años . En esta ocasión una que afecta directamente a la estabilidad de la Diputación de Málaga. Ahí el PP se queda ... sin socio. La formación naranja pierde toda representación, después de que aupara a Maldonado como vicepresidente de la institución. No entregará su acta de concejal y sigue con la intención de seguir en el cargo, pero habrá que ver qué decisión toma el PP, que ya asumió a otro tránsfuga naranja, Juan Cassá , pese al pataleo del propio Maldonado porque no entregara el acta.
Fue el más beligerante entonces, pero ahora seguirá con su acta de concejal en Mijas, aunque en el pleno de este martes ya se le trataba como a un No Adscrito. Igual que lo hará con el acta en la Diputación de Málaga, donde pretende seguir ejerciendo sus funciones. Lo hace pese a que el partido por el que fue elegido le exige que entregue sus actas «por coherencia personal y respeto a los principios éticos de la formación», a la que ya no pertenece.
Ciudadanos le requiere los dos sillones, en Mijas y en la Diputación. Lo hace por lo establecido en el artículo 10.3 de los estatutos del partido y por el compromiso que firmó en la Carta Ética y Financiera al ser designado candidato .
Pero pese a la presión, todo apunta que no tendrá efecto. Maldonado está ducho en navegar estas aguas revueltas, como ya ha demostrado en tres ocasiones anteriormente. La primera fue en 2014 . Entonces era concejal en Mijas en las filas del PSOE. Quiso disputar el poder del partido a Fuensanta Lima, ahora senadora socialista, pero solo consiguió darse un batacazo. A cabó dimitiendo cómo concejal y yéndose del PSOE , donde le acusaban de forzar la crisis para poder saltar a Ciudadanos.
Alcalde con cinco concejales
Poco después, se erigió como líder naranja en el municipio. Fue el candidato a la Alcaldía de Mijas en unas elecciones que ganó el Partido Popular. Ángel Nozal, candidato del PP, temeroso de que Maldonado diera el poder al PSOE, lo hizo alcalde pese a ser la tercera fuerza del municipio . Aquello no salió bien. El detonante fue el cese que firmó el popular del jefe de la Policía Local por pérdida de confianza. A los pocos meses de la investidura, Maldonado primero les quitó las competencias a los once concejales populares, luego los expulsó y después los invitó a hacer una moción de censura .
El jaleo acabó con cinco ediles naranjas al frente del municipio y un rosario de denuncias por corrupción contra el líder del PP, que se han ido archivando en los tribunales. Así, Maldonado acabó invitando a su viejo partido a asociarse. Formó gobierno con PSOE y apoyados por la marca blanca de Podemos, Costa del Sol Sí Se Puede, pero eso también acabó en lamento.
Meses antes de las elecciones de 2019, El PSOE acabó con el pacto. Maldonado acusaba al edil socialista Nicolás Cruz de uso fraudulento de la información confidencial. El PSOE pidió convocar la reunión de seguimiento del pacto para presentar una batería de peticiones a sus socios, que el propio Maldonado rechazó. Así se forzó a una ruptura del pacto por parte de los socialistas .
Destituido en Sabor a Málaga
En Mijas se recuerda aquel «¡Josele, sube!» de José Carlos García en 2019 para entregar la Alcaldía al PSOE minutos antes del pleno de investidura . El socialista Josele González era nombrado alcalde con el apoyo de Ciudadanos, pese a que se había negociado en las ejecutivas regionales un pacto de dos años para el PP y dos años para Ciudadanos. Pero Maldonado sabía que el PP, después de años de demandas judiciales contra su candidato para mantenerlo imputado , no votaría a favor de ellos. Así, la agrupación local de Ciudadanos buscó su propia salida entrando en un gobierno con el PSOE al frente.
Ahí, Maldonado dio un paso al lado. Fue nombrado teniente de alcalde, mientras se erigía como vicepresidente de la Diputación de Málaga . Dejó el grueso de la gestión en Mijas en manos de sus compañeros para centrarse en ser el principal cargo público de Ciudadanos en la provincia de Málaga. Así debía de ser hasta el final de legislatura, pero hubo un nuevo giro de guion.
El presidente de la Diputación le tuvo que retirar las competencias de Sabor a Málaga ante las quejas del sector de la hostelería. Y ahí Maldonado vio un nuevo complot contra su gestión y para dañarlo, como en todas las anteriores. En base a eso decidió dar un nuevo vuelco a su carrera política, esta vez abandonado el partido que le protegió en toda esa historia de rupturas para quedarse solo a merced del PSOE en Mijas, que necesita a Ciudadanos, y del PP en la Diputación, que no lo necesita para gobernar.
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