Así será el nuevo Tívoli de Benalmádena: una caída libre, dos norias y atracciones acuáticas
El mítico parque de atracciones malagueño contará con un gran complejo hotelero y comercial. La idea es que esté abierto en 2029
Los guardianes de la ilusión en las calles vacías de Tívoli World

El nuevo Tívoli World de Benalmádena empieza a tomar forma. Hace ya más de cuatro años que el parque temático más antiguo de Andalucía cerró sus puertas, pero tras años de lucha por parte de los trabajadores y de intensas negociaciones entre el Ayuntamiento y el grupo inmobiliario Tremón, el acuerdo que alcanzaron a principios de 2025 comienza a materializarse y ya se han empezado a conocer algunos detalles de cómo será el nuevo Tívoli.
Lo primero que se sabe es que habrá una profunda renovación urbanística y funcional del espacio. De hecho, la principal novedad es que, a parte de la zona de atracciones, se construirá un gran complejo hotelero y comercial. Y serán de nueva creación. En cuanto a las atracciones, se prevé que haya una gran caída libre, una montaña rusa, dos norias y zonas con atracciones acuáticas.
Más grande y vertical
Además, el nuevo Tívoli será más grande que el actual. En cuanto a la superficie, tendrá 69.860 metroscuadrados y para maximizar el espacio, el parque crecerá más en altura que en anchura. De hecho, el nuevo parque multiplicará su techo de edificabilidad casi por tres, pasando de 16.672 a 42.220 metros cuadrados, lo que permitirá multiplicar casi por tres el techo de edificabilidad.
En concreto, habrá 35.860 metros cuadrados que se ubicarán en una parcela independiente, mientras que 34.000 metros ocuparán el vuelo de la parcela del centro comercial proyectado. Esto significa que el parque tendrá una estructura más vertical, lo que permitirá aprovechar al máximo el espacio disponible.
La zona comercial tendrá 58.000 metros cuadrados y a eso se sumarán un hotel temático en interior. «Pero nunca se podrá abrir un hotel ni un centro comercial sobre el terreno sin antes abrirse nuestro emblemático parque de atracciones», aseguró Juan Antonio Lara, alcalde de Benalmádena.

En cuanto a los plazos para la apertura, la idea es que en cuatro años ambos espacios estén en funcionamiento. El acuerdo sella que los trabajadores sean readmitidos por la empresa, pero no todos podrán. Muchos de los empleados que tenía el antiguo parque cerrado dentro de cuatro años estarán jubilados, pero acudirán con media sonrisa a ver el regreso de los niños a sus calles.
Más de 100 millones de inversión
La inversión del nuevo Tívoli World superará los cien millones de euros y se prevé que pueda generar hasta 1.000 empleos en Benalmádena, tanto directos como indirectos. Pero, a pesar del previsible acuerdo, el camino hasta que el parque vuelva a funcionar será largo.
El Pleno del Ayuntamiento debe aprobar primero un convenio urbanístico y la inclusión de esta transformación en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Esto no será complicado ya que el PP gobierna con mayoría, pero en cualquier caso, su tramitación se puede alargar unos dos años, a los que habría que añadir la remodelación de las atracciones y la construcción del complejo hotelero y comercial.
Según ha informado este jueves el Ayuntamiento, el convenio urbanístico pondrá en marcha la innovación del planeamiento mediante una actuación de transformación urbanística en el PGOU de Benalmádena. Una vez suscrito el convenio, la propiedad tiene 3 meses para presentar la documentación técnica necesaria para poner en marcha la innovación del planeamiento.

La condición para su reapertura expresa en el convenio que se somete a votación este jueves en pleno, implica la obligatoriedad de que el parque de atracciones abra antes o al mismo tiempo que la zona comercial y turística.
El convenio contiene una cláusula para garantizar la incorporación de los antiguos trabajadores de Tívoli, que se vieron afectados por el cierre del parque de atracciones. Pero no todos podrán hacerlo ya que muchos de los empleados que tenía el antiguo parque cerrado dentro de cuatro años estarán jubilados.
Tívoli World
El Tivoli World de Benalmádena fue un referente del ocio en la Costa del Sol desde su inauguración en 1972. Cesó sus actividades en septiembre de 2020, pero su declive comenzó a hacerse visible con la crisis inmobiliaria de los años 2000. En ese periodo pasó por varias manos y enfrentó diversos conflictos legales hasta que, en 2004, el empresario cordobés Rafael Gómez 'Sandokán' adquirió el parque en una época dorada para su compañía Arenal 2000.
Sin embargo, la posterior implicación de Gómez en la operación Malaya, junto con el estallido de la crisis de 2008, frenaron el desarrollo del parque y paralizaron proyectos de modernización.
De ahí en adelante, el parque entró en un declive financiero, acumulando una deuda que, según los informes más recientes, asciende a 11,5 millones de euros. El traspaso de Tívoli a la compañía Tremón en 2007 como parte de un acuerdo inmobiliario, solo empeoró las cosas. El grupo adquirió múltiples propiedades de Gómez, pero la venta quedó envuelta en disputas, ya que el empresario alegó no haber recibido nunca el dinero acordado.
Este conflicto legal ha persistido prácticamente hasta hoy, con Gómez reivindicando la propiedad del parque y Tremón reclamando la titularidad del terreno, un litigio que ha llegado incluso hasta el Tribunal Supremo. Entre tanto, un administrador judicial declaró en 2020 a Tívoli World en concurso de acreedores debido a una deuda acumulada con Hacienda y la Seguridad Social. Y el informe del administrador apuntó que el parque seguía siendo viable económicamente si se reabría, algo que no ha ocurrido pero que anima a los trabajadores a continuar su lucha.
Pero pese a todo, los antiguos trabajadores de este emblema del ocio y la diversión en la Costa del Sol han seguido cuidando el parque todos estos años porque nunca han perdido la esperanza de que se reabriera y regresaran a sus calles los niños, la alegría y la diversión.
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