La Fundación Unicaja inicia el proceso para retomar el poder en el banco

Desde que se produjo el cambio en el liderazgo de la Fundación Bancaria, quedó patente que este cambio se llevaría a cabo. La confianza en esos consejeros dominicales por parte de la nueva institución no existe, y los esfuerzos por reconducir la situación se han demostrado baldíos.

José Manuel Domínguez, el nuevo presidente de la Fundación, se estrenó en el cargo ordenando una serie de auditorías e informes sobre el comportamiento de sus representantes, por entender que no habían representado correctamente los intereses de quien los había colocado en el órgano de máxima decisión del que ahora es quinto banco de España.

¿De qué se les culpa? Básicamente, y a las órdenes directas de Braulio Medel, que dimitió el pasado mes de junio, de haber sido partícipes necesarios de las decisiones que al poco de producirse la fusión entre Unicaja y Liberbank en 2021 provocaron que los directivos de la entidad asturiana, la absorbida, tomaran el control de la sala de mandos del banco.

Ello en detrimento de su presidente y anterior 'mano derecha' de Medel, Manuel Azuaga. Ese desequilibrio en el poder conllevó además que paralelamente se produjeran movimientos que parecían evidenciar una deslocalización del banco de su principal sede malagueña, lo que conllevó una notable polémica política que finalmente se saldó con la salida del expresidente. En la tormenta, en la que llevó la voz cantante el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, llegó a mediar el presidente de la Junta, Juanma Moreno, preocupado por lo que denominó «vaciado» de la sede andaluza.

Por eso la Fundación quiere ahora sustituir a esos consejeros. En un momento crítico. El próximo año, tal y como se concretó en el protocolo de fusión, Azuaga debe abandonar las funciones ejecutivas que ahora ostenta, que habrán de pasar al consejero delegado, en cumplimiento de las actuales recomendaciones de la autoridad monetaria. La presidencia, como ya ocurre en otros bancos como Caixabank, se convertirá en un cargo más representativo.

Lo pactado es que el actual CEO, Manuel Menéndez, quien fuera máximo directivo de Liberbank, se someta a la evaluación del consejo de administración, quien debe decidir si es él el idóneo para asumir esas responsabilidades. La intención de la Fundación es que cuando eso se produzca, sus consejeros en la entidad ya sean otros, lo que puede afectar a la decisión final. El terremoto estaría servido.

El proceso no es inmediato. Lo que esta tarde se ha aprobado es sólo iniciar el camino de la sustitución de sus representantes. Antes de fin de año se celebrará otro patronato en el que se designará a los sustitos de Petra Mateos, Manuel Muela, Teresa Sáez y Juan Fraile. Éste último histórico dirigente socialista, enrolado en Unicaja desde que era caja de ahorros, ha sido el único de los cuatro que ha puesto su cargo a disposición de la fundación.

La propuesta que se presente entonces tendrá que ser elevada al banco, que hará las consultas oportunas al Banco Central Europeo, quien debe evaluar la idoneidad de esos posibles consejeros. Y luego, será una junta general de la entidad la que les dé el visto bueno. En principio, dado que la Fundación Unicaja posee el 30% del banco y posibilidad de alianzas, no debería tener problemas para sacar adelante su propuesta.

En cualquier caso, no ha sido sencillo llegar a este punto. José Manuel Domínguez, tras su nombramiento, se encontró con un patronato díscolo que le puso muchas complicaciones para tomar las decisiones con las que pretendía cerrar la polémica etapa anterior.

Pero poco a poco, aprovechando también el fin de los mandatos de algunos representantes, ha podido modelar un consejo a su medida y bien alineado con el propósito de revertir la situación tanto en la Fundación como en el banco.

El pasado mes de octubre, la salida de siete patronos le permitió acometer esa renovación. Entraron a formar parte del máximo órgano decisorio profesionales de reconocido prestigio, con mayor arraigo malagueño y andaluz que los anteriores.

Entre ellos, la catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad de Málaga Ana Salinas, la profesora de Económicas Ángela Callejón o la economista y prestigiosa pedagoga Sonia Díez, presidenta del grupo Horizonte, con varios colegios. Antes Domínguez había logrado 'fichar' al reputado oncólogo Emilio Alba. Y más tarde se incorporarían también el exvicepresidente de Unicaja Manuel Atencia y María Mata, de Salsa Inmobiliaria.