Andalucía
Empiezan las voladuras en la montaña para reabrir la A-397 que une Ronda con la Costa del Sol
El objetivo es eliminar las rocas de mayor tamaño para garantizar la estabilidad de la carretera y conseguir, así, reabrir la vía lo antes posible
Las obras de la A-397, que une Ronda y la Costa del Sol, durarán seis meses
Ya han empezado las voladuras en la montaña para arreglar la carretera A-397 que une Ronda y la Costa del Sol. La carretera, que usaban a diario más de 9.000 vehículos, lleva cortada desde el 9 de marzo, cuando la borrasca Jana provocó un deslizamiento de tierra que hizo que cayeran rocas de gran tamaño sobre la calzada. Según ha informado la Junta de Andalucía, el objetivo de realizar estas voladuras es eliminar las rocas de mayor porte y conseguir con ello estabilizar la ladera de la carretera.
La consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, ha detallado que con este procedimiento pretenden también garantizar la seguridad en la carretera que une Ronda con San Pedro de Alcántara
No obstante, la Junta ha afirmado que estas tareas son «verdaderamente complejas», ya que, tanto las perforaciones como la carga de explosivos sólo se podían hacer con medios manuales dado lo escarpado del terreno. Además, al tratarse de material explosivo requería de unos permisos con unos plazos de tramitación que se han tratado de acortar lo máximo posible.
El operativo, que estará coordinado con la Guardia Civil, lo está llevando a cabo una empresa experta en voladuras, después de obtener en los últimos días la autorización tanto de la Consejería de Industria, Energía y Minas como de la Subdelegación del Gobierno de la Junta en Málaga.
Mientras tanto, las labores de reparación de la carretera A-397 continúan de lunes a domingo con otras medidas de estabilización. Así, se ha empezado el bulonado definitivo de la parte superior del deslizamiento. Dada la variabilidad del material se ha empezado con una malla de bulones anclados de 12 metros de profundidad.
Una obra por fases
Según detalló la consejera, la obra se está desarrollando por fases. Primero se ha empezado a acometer la limpieza de bloques en la zona inestable, en una operación que está realizando personal especializado que se descuelga por el talud cuando las condiciones de meteorología mejoren.
Una vez se haya limpiado, se instalará una membrana de contención anclada en dicho talud, que se ejecutará de arriba hacia abajo. En paralelo, se realizará una protección parcial o la retirada de bloques de más de 400 toneladas que son potencialmente inestables y podrían movilizarse si el deslizamiento evoluciona con las lluvias. Posteriormente, se ejecutará una nueva pantalla dinámica de protección contra caídas de bloques.
Una vez ejecutadas estas medidas de protección, se procederá a retirar los bloques caídos sobre el tablero del viaducto, iniciar la demolición completa del tablero, analizar las condiciones en las que están los elementos de soporte y posteriormente proceder a su reconstrucción. Así, una vez se garantice la estabilidad del talud, se abordará la fase final de las obras con la reparación del viaducto, con el objetivo de poder reabrir al tráfico esta vía estratégica para la Serranía de Ronda.
Seis meses de obras
Pero las obras de la A-397 durarán al menos seis meses. No obstante, Rocío Díaz informó de que prevén que un carril se pueda abrir en julio. «Estamos trabajando para poder abrir un carril a los cuatro meses y medio porque conocemos la cantidad de vehículos que se trasladan hacia la costa para poder ir al trabajo y la cantidad de municipios afectados», comentó.
Díaz quiso enviar a los municipios afectados un mensaje de tranquilidad porque, según ha dicho, «no están solos en esta situación». «Somos conscientes de la repercusión que tienen los daños sufridos en la A-397 para los vecinos de la Serranía de Ronda y vamos a hacer todo lo posible para minimizarlo», indicó. En ese sentido, se comprometió con los alcaldes de los municipios afectados a seguir manteniendo «una comunicación fluida» y a mantener reuniones para «informarles con detalle del proyecto y todos los pasos que estamos dando».
Alternativas
La Junta de Andalucía ha sido clara: no es posible hacer ningún desvío ni hay ninguna actuación que pueda permitir que los coches puedan pasar por esta carretera. No obstante, mientras se arregla la vía, los usuarios habituales de esta carretera deben optar por dos opciones: por la carretera A-367 Campillos-Antequera; y Ardales (este) por la A-357; y en el caso de dirigirse a la costa más occidental, hacerlo por la A-369 Gaucín-Manilva.
Los daños
La borrasca Jana provocó una inestabilidad en los taludes de roca de esta carretera, provocando un deslizamiento que terminó con la rotura de la malla dinámica existente y la posterior caída de rocas de gran tamaño sobre la calzada. El volumen y peso de estas rocas destrozó la calzada exterior del viaducto de la carretera, con graves afecciones al menos la losa del tablero y el pretil. El resto de la carretera ha quedado enterrada por las rocas.
Además de proceder al corte inmediato de la carretera, el mismo domingo 9 de marzo se realizó una inspección visual del talud y de la estructura, ejecutada por personal especializado en trabajos verticales. Ahí ya se determinó que era inviable realizar un desvío provisional en la zona dada su orografía singular, a lo que se suma también un deslizamiento de 90 metros de altura y una superficie de 3.000 metros cuadrados.
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