Juanma Moreno irá a Moncloa para descartar un pacto bilateral

En el PP contemplan estos encuentros con Sánchez como una celada del presidente del Gobierno, una trampa para agrietar el muro que los populares pretenden levantar frente al acuerdo del Gobierno con ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de las Generalitat. Moreno acudirá a la Moncloa como Ulises ante las sirenas, con los oidos tapados para no caer en la tentación de la oferta que pueda hacer el dirigente socialista para cerrar un acuerdo bilateral que rompa la hegemonía de los presidentes autonómicos populares.

Quizás para comprometer públicamente su postura, el presidente de la Junta ha adelantado su estrategia ante dicha cita. Así, Moreno destaca en redes sociales que no admitirá ninguna negociación bilateral en este encuentro: «Soy claro: defenderé a Andalucía por encima de todo. Digo sí al diálogo, pero no negociaré bilateralmente sobre financiación. Debe convocar la Conferencia de Presidentes», ha dejado escrito Juanma Moreno en la red social X.

«Andalucía no es más ni menos que nadie», ha concluido el presidente de la Junta de Andalucía como colofón a su declaración de intenciones.

Para más certeza, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, también se ha sumado a este compromiso público de no entrar en ningún tipo de acuerdo al margen del resto de las autonomías afectadas. La consejera asegura que Moreno acude a la reunión con Sánchez «para reclamar todas las deudas pendientes del Gobierno de España con Andalucía» y matiza que «desde Andalucía nos oponemos a los privilegios», en clara alusión al cupo catalán acordado por el PSOE con los socios independentistas catalanes.

España ha recalcado que «todas las comunidades autónomas necesitan más fondos para prestar los servicios públicos con calidad y con igualdad entre los ciudadanos», por lo que «es urgente y necesario cambiar el sistema de financiación, pero con todas las autonomías presentes, sin llegar a acuerdos con nadie de espaldas al resto, como hemos visto que se ha hecho con la financiación privilegiada para Cataluña».

«Sabemos que para Sánchez va a ser incómodo escuchar todo esto, pero la defensa de Andalucía y los andaluces está por encima de todo», concluye la consejera de Economía.

Moreno y el presidente de Galicia, Alfonso Rueda, serán los primeros presidentes autonómicos del PP en acudir a Moncloa para la ronda de encuentros programada por Sánchez. Ambos lo harán el viernes, jornada en la que también está citado el presidente vasco, Imanol Pradales.

Según anunció el Gobierno socialista, el orden respeta la condición de comunidades 'históricas' –aquellas que votaron su estatuto de autonomía en la Segunda República–, como son Euskadi y Galicia. Andalucía será, por tanto, la primera comunidad no histórica en ser recibida por Sánchez.

La cuestión no es baladí. El principal objetivo de Sánchez con esta rueda de encuentros es sembrar la discordia en el PP, y la convocatoria de Moreno antes que Ayuso tiene su lectura en este sentido, ya que se trata de los dos grandes referentes autonómicos de los populares. Ayuso, quien amagó en un primer momento con no acudir a la cita, ha incidido este lunes en que no tendrá problema en reunirse con el presidente del Gobierno.

En este sentido, el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ya había señalado días atrás que «ante una convocatoria del presidente del Gobierno él siempre asistirá porque las relaciones institucionales están por encima de cualquier situación de actualidad y por muy en contra que la Junta de Andalucía se muestre a los pactos de financiación privilegiada. Andalucía siempre responderá favorablemente a una cita con el presidente del Gobierno porque aprovecharemos para hablar de todos los asuntos que preocupan a los andaluces».

La previsión es que Sánchez ofrezca acuerdos bilaterales a los territorios para que se consideren compensados en el perjuicio que les supone el cupo catalán y cedan en la oposición al acuerdo del PSOE con ERC. El reto del PP es hacer oídos sordos a estas ofertas y mantenerse firme en la demanda de que el sistema de financiación se revise en la Conferencia de Presidentes autonómicos, un órgano que el presidente del Gobierno lleva dos años sin convocar a pesar de que la ley le conmina a hacerlo regularmente.