Cara y cruz de los hospitales de Jaén: televisión gratuita y habitaciones con tres camas

Para la plataforma, con todo, la sustitución de los obsoletos televisores de pago por monitores modernos por cuya programación no hay que desembolsar dinero constituye una buena noticia , derivada, afirma, de la campaña que ha desarrollado en las redes sociales para denunciar este hecho. Lamenta, no obstante, que la apuesta por la tecnología de ocio prevalezca sobre las condiciones «indignas» de los enfermos hospitalizados en Jaén.

La plataforma coincide con el sector de Sanidad de la CSIF, cuya responsable, Eva Clavero , denuncia que casi 2 centenares de pacientes estén ingresados en habitaciones con 3 camas. Este hacinamiento en un espacio reducido repercute en su intimidad, según Clavero, que reprocha a la dirección del complejo hospitalario que opte por mantener las habitaciones de 3 pacientes en lugar de abrir plantas que permanecen cerradas durante el período estival.

La CSIF asegura, en función del plan vacaciones facilitado por la dirección, que el hospital Médico-Quirúrgico mantiene inactivas durante dos meses y medio las plantas sexta B y quinta B, mientras hace lo mismo, pero durante los tres meses (del 1 de julio al 30 de septiembre), con la cuarta B y segunda B. En este sentido, la central sindical critica que se mantengan habitaciones cerradas cuando hay una afluencia de pacientes considerable, lo que provoca aglomeración en algunas habitaciones.

«Con esta situación se reduce la calidad asistencial de los pacientes y, por supuesto, hay una sobrecarga de trabajo para los empleados públicos», asegura Clavero, quien insta a la Delegación Territorial de Salud a que se abran las habitaciones necesarias para que no haya habitaciones con tres camas en el Complejo Hospitalario.

Además del hacinamiento, entre los problemas de la sanidad pública andaluza la CSIF destaca también la inseguridad. Al respecto, denuncia la reciente agresión a un trabajador en el hospital San Agustín de Linares, que no es un hecho aislado, dado que, según expone, las amenazas son una constante en este centro hospitalarios. «Prácticamente todos los días sufrimos insultos e intimidaciones por algunos de los usuarios o de sus familiares, a lo que se suma los continuos insultos en redes sociales», afirma una empleada.