Nerva se planta contra el vertedero por el envío de 110.000 toneladas de residuos tóxicos de Montenegro

El envío de 110.000 toneladas , cuya recepción en el depósito de Nerva cuenta con las bendiciones de ambas administraciones, ha movilizado al pueblo y una delegación encabezada por el alcalde, José Antonio Ayala , con presencia de otros grupos políticos, asociaciones y colectivos ciudadanos se ha trasladado al Puerto de Sevilla – donde descargan los restos procedentes de Montenegro- para que se visualice su rechazo y exigir el cierre de las instalaciones.

«Más de 25 años soportando lo que nadie quiere y en los que se han incumplido todos los compromisos con el pueblo de Nerva», ha afirmado el alcalde, que ha sacado los colores a ambas administraciones por «maltratar y no dar cumplimiento» ni a la mejora de las comunicaciones en la zona, ni a la financiación al pueblo ni al criterio de proximidad bajo el que, según la declaración de utilidad- iba a operar el vertedero. «No hay vuelta atrás», ha advertido

Según este criterio, se estableció que Nerva solo daría cabida a residuos de Andalucía occidental y, ha incidido el regidor, «ya no solamente vinieron de toda España y de Europa sino que el último atraco es que llegan más allá de la UE». «Ninguna de las dos administraciones (Junta y Gobierno central) ningún bien ni a Nerva ni a Andalucía trayendo residuos desde Montenegro»

Ayala ha considerado que, a la vista de lo ocurrido en el cuarto de siglo que llevan funcionando las instalaciones, que afirman se encuentran « colmatadas», su puesta en marcha por el Gobierno socialista de Manuel Chaves «fue un error históric o». «La declaración de utilidad pública salió con el apoyo de todos los grupos municipales (PSOE, PP e IU), todo el mundo entendía que era positivo, y ahora creemos que nunca debería haber ocurrido »

El alcalde de Nerva se ha reunido con le presidenta de la Diputación Provincial, María Eugenia Limón , que «se tiene que poner las pilar y estar a nuestro lado», y ha pedido por escrito al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) y a la Junta que paralicen este envío y pongan punto y final a la instalación lo antes posible de una manera responsable».

En este sentido, ha considerado que deben pesar los intereses municipales «que no se han vistos satisfechos en 25 años» y los trabajadores de la planta y que hay margen en esta legislatura para iniciar el camino al cierre , con aplicación legislación básica en mano. «No se pueden dar actividades molestas ni insalubres, a menos de un kilómetro de un caso urbano. Una granja de pollos a nadie se le ocurre que se pueda poner a menos de un kilómetro y aquí el vertedero está a 700 metros».