Laura Luelmo sí sufrió una agresión sexual, según la autopsia

Este nuevo dato, que se desprende de la autopsia practicada este miércoles por el Instituto Anatómico Forense de Huelva , amplía los delitos por los que sería imputable el asesino confeso de Laura Luelmo, el criminal con antecedentes Bernardo Montoya, quien fue detenido este martes y confesó el miércoles de madrugada el asesinato de la docente zamorana.

Montoya, según el relato que hizo ante la Guardia Civil , se habría encontrado con la joven zamorana, a la que habría engañado para ir a un callejón del pueblo donde ambos vivían, El Campillo , en Huelva. Una vez en el callejón, contó a los agentes del Instituo Armado, le golpeó la cabeza contra el coche y, con ella inconsciente, se la llevó maniatada en el maletero para agredirla sexualmente.

« La metí en el maletero del coche y la envolví en una manta con el propósito de agredirla sexualmente después . Conduje hasta el lugar donde la encontraron», contó Montoya ante la Guardia Civil. El detenido, con antecedentes por asesinato, robo y por asalto también, nunca negó que quisiese abusar sexualmente de la joven zamorana. Sin embargo ocultó a los agentes que finalmente lo consiguió, como ahora desvela la autopsia.

«Al llegar, la desnudé de cintura para abajo y traté de violarla, pero a pesar de que ella estaba inconsciente no lo conseguí. Lo intenté pero nada», añadió Montoya. « Juro que al final no la agredí sexualmente», llegó a decir . Mentiras, a la luz de los nuevos datos enl a investigación del crimen de Laura.

En el caso del crimen de Laura Luelmo hay, de momento, muchas incógnitas. Principalmente, qué pasó con la joven en los días entre que desaparece y que muere , que es, según la autopsia, al menos 48 horas después del miércoles de la semana pasada en que se le pierde la pista .

Bernardo Montoya, que fue detenido el lunes por la muerte de la joven profesora zamorana , vivía a solo cinco metros de la joven. Desde la casa de enfrente, la obervaba en sus idas y venidas, llegó a quejarse la chica. Hasta que el pasado miércoles ella desapareció.

Las primeras sospechas cayeron sobre la casa donde vivía Bernardo. No sobre él directamente porque en realidad allí también residía su hermano gemelo , con el que guarda gran parecido físico y antecedentes por asesinato. Si bien Bernardo ya había cumplido por ese delito, el otro Montoya aún estaba en prisión cuando sucedieron los hechos, lo que le desacartaba como autor del crimen. Con esos datos, la Guardia Civil centró sus investigaciones en Bernardo , al que no tardó en detener.