Los vigilantes de las montañas de Granada avisan: «Siempre preparados, nunca confiados»
Más de veinte agentes del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim) velan todo el año por la seguridad en Sierra Nevada y parajes cercanos
Alertan de que los rescates van a más y que ha habido 110 en 2023, lo que atribuyen en parte a la mayor afluencia de gente y también a la imprudencia de algunos visitantes
Muere un hombre al caer desde una altura de 70 metros mientras practicaba alpinismo en Sierra Nevada
Los montañistas, en alerta tras las muertes en Sierra Nevada: «La inconsciencia es el mayor enemigo en la montaña»
Una operación de efectivos del Greim en Sierra Nevada
La alta montaña es un lugar hostil y muy difícil de prever. Siempre ha habido allí accidentes y, por desgracia, siempre los habrá. Revisando datos recientes, se llega a la conclusión de que la de Sierra Nevada, en Granada, no es una excepción a ... esa regla.
En diciembre de 2022 fallecieron tres personas mientras escalaban al Mulhacén, el pico más alto de la península. En enero de 2023, a un alpinista le pasó lo mismo cerca de la cima del Veleta, el segundo punto más alto del macizo granadino. En marzo, un montañero perdió la vida y su compañero de expedición resultó herido en la cara norte de esa misma montaña. En diciembre, otro alpinista sufrió una fatal caída desde una altura de 70 metros en los Tajos de la Virgen.
Son historias con final triste, como también lo es la del senderista que murió en octubre de 2023 en el término municipal de Lanjarón, o la del barranquista que corrió la misma suerte un mes después en La Tahá, en ambos casos en la comarca de la Alpujarra, que no es exactamente Sierra Nevada pero comparte con ella algunas características.
¿Hay más accidentes que antes? Iván Rodríguez, sargento y jefe accidental en Granada del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim), organismo dependiente de la Guardia Civil, reconoce que los últimos meses han sido «más negros» de lo acostumbrado, pero también deja claro que los tres accidentes mortales más recientes –el senderista, el barranquista y el alpinista, por este orden- han tenido «casuísticas totalmente diferentes».
Uno de los helicópteros asciende a un accidentado
«La temporada pasada se inició en unas condiciones malas, con la sierra muy peligrosa. En diciembre de 2022 nevó, luego llovió y la nieve que había se convirtió en hielo; después nevó sobre el hielo, más adelante hizo frío y se produjo escarcha… El suelo estuvo muy inestable, parecía una pista de patinaje», recuerda.
Pero la sierra, si se toman las precauciones necesarias, no es peligrosa. «Tiene riesgos, porque es un territorio que no nos pertenece a nosotros sino a la naturaleza, y eso de ir a la montaña no debe tomarse a la ligera», advierte el sargento, que constata que en los últimos años, sobre todo tras la pandemia, se observa más movimiento de gente «y eso influye en nuestro trabajo».
Comenta, en ese sentido, que hace seis años el Greim hacía entre 70 y 80 intervenciones de rescate mientras que ahora supera las cien al año. Entre enero y diciembre de 2023 han participado en 110 operaciones. No todas son para casos de vida o muerte, por fortuna.
En el Greim de Sierra Nevada trabajan 17 personas, a las que se suman cinco en los meses de más actividad y otras dos del llamado Grupo de Montaña, que también actúa en otros puntos de Andalucía
Aunque pueda parecer una paradoja, la situación que estos especialistas consideran más segura es la de un escenario con mucha nieve. «Cuando hay poca, la gente duda si usar crampones o qué medidas debe adoptar. Si hay un montón de nieve y está blanda todo es mucho más seguro, por supuesto», indica.
Aunque parezca amable, Sierra Nevada es un territorio hostil donde la naturaleza manda
Da un consejo clave para los no iniciados: que nunca vayan solos y que lo hagan con un guía, si es posible, o por lo menos con gente que tenga experiencia. «E incluso para los que la tienen, es fundamental que no se fíen, que miren siempre los partes meteorológicos, pero no sólo los del día siguiente sino los de días y hasta meses anteriores, porque así sabrán cómo ha sido la evolución del manto nevoso», propone.
Por lo demás, no se atreve a señalar un punto u otro como el más potencialmente peligroso. «En el Corral del Veleta ha habido accidentes, sí, pero hay algunos años en los que está muy asequible y en otros tiene muy malas condiciones. Del Barranco de Trevélez se puede decir lo mismo. Es difícil hacer esa clasificación, aunque está claro que en la cara norte de una montaña hay más hielo y por tanto debemos estar más alerta», avisa.
«No es peligroso, es alta montaña»
El alcalde de Monachil, José Morales, también incide en que sería equivocado lanzar el mensaje de que la sierra representa un peligro porque de vez en cuando se produzcan sucesos lamentables. «Hay que tener en cuenta que estamos hablando de alta montaña y eso, tristemente, conlleva accidentes en ocasiones», afirma.
A su juicio, lo fundamental es que los que afrontan la montaña «vayan preparados siempre, hasta en pleno verano y con un sol radiante, porque a más de 2.500 metros de altura las condiciones pueden cambiar de golpe y meterse el frío, la lluvia y hasta la nieve», enfatiza.
También observa el regidor que hay más movimiento en los últimos años. «No tengo datos oficiales sobre eso, pero sí notamos más actividad, a lo mejor relacionada con el hecho de que durante un tiempo la gente no pudo salir y ahora lo está deseando».
Eso, lo de que haya más gente, tiene como consecuencia que aumente la probabilidad de accidentes. «Por pura estadística, a más gente, más peligro potencial. No sé si hará falta llegar a un control del acceso, pero está claro que la masificación no es buena», concluye.