El pueblo granadino de Trevélez recoge firmas para que se vaya el cura que les prohíbe hacer una procesión

Por lo pronto, ya se está montando en Trevélez una campaña de recogida de firmas para que el párroco, que también ejerce en los pueblos próximos de Pitres, Busquístar y Pórtugos, se vaya. «Es muy raro, que nos deje en paz», afirman vecinos del pueblo. El alcalde, Adrián Gallegos, va más allá y dice que la situación es «indignante» y reclama al Arzobispado que intervenga «para frenar» algo que, aclara, no es en ningún modo una «guerra» entre él y el cura.

«No hay nada personal, eso tiene que quedar muy claro. Nosotros, como ayuntamiento, tenemos que recoger las quejas de los vecinos y de la asociación de mujeres que organizaba la procesión y vamos a apoyar siempre nuestras tradiciones a nuestros vecinos«.

«Buscar el bien de éstos debería ser también el objetivo del Arzobispado», ha añadido el regidor de Trevélez, que se ha puesto en contacto oficialmente con la entidad. «La única respuesta que nos han dado hasta el momento es que está estudiando la situación«.

No va a haber procesión, ni tampoco verbena, ni se comerán las papas con matanza, como se había hecho en los últimos 35 años. La asociación de mujeres del pueblo, que organizaba todos esos festejos, entiende que, sin procesión, lo demás no tiene sentido. De ellas ha partido la idea de hacer una recogida de firmas e instalar junto a la iglesia ese día un altar en honor a San Benito.

Las desavenencias llegaron a Trevélez cuando el sacerdote empezó a trabajar en el pueblo, hace ya cuatro años. Hasta entonces, las mujeres del pueblo nunca habían tenido problemas para utilizar el salón parroquial para hacer la comida ese día de San Benito. Rubén Ávila-Arenas les negó el local y ellas decidieron que lo que recaudaban ese día vendiendo lotería no se lo darían a la iglesia directamente, sino que el dinero lo gestionarían como les pareciera.

Fue algo que enfadó mucho al párroco, que este año, como castigo, ha prohibido la procesión y ha encendido la mecha. El pueblo entero está indignado. «El 99% de nuestros vecinos está unido en esto», ha resaltado el alcalde, que ha recordado, además, que el cura local ha hecho declaraciones en sus redes más que polémicas: «Ha pedido la muerte para el Papa y que pongan una bomba en el Vaticano. También se ha declarado abiertamente en contra de los gays«.

Los ánimos están aún más caldeados después de que, según ha asegurado Adrián Gallegos, algunos pequeños periódicos digitales hayan «vertido acusaciones contra las mujeres de este pueblo«, como el haber dado »un mal uso« del dinero recaudado en la lotería que organizan. »Con ese dinero se ha pintado el muro del colegio y también la fachada de la iglesia«, ha recordado.

El Arzobispado de Granada ha emitido un comunicado en el que apoya al cura de Trevélez y "lamenta las acusaciones vertidas injustamente" contra él. Argumenta que la procesión de San Benito "no se ha celebrado de modo continuo en dicha localidad, sino sólo esporádicamente según la oportunidad valorada discrecionalmente por los últimos párrocos de lugar".

"Las cuestiones de culto en esa parroquia, como en cualquier otra, corresponden al párroco, que goza allí de la autoridad pastoral y que debe juzgar según derecho en cada momento su oportunidad o no, ya que no se trata de una celebración obligatoria de la Iglesia universal ni de esa parroquia en particular. Por tanto, apoyamos lo que el párroco, con el consejo parroquial, ha decidido", añade la nota.

Sobre las actividades que quiere desarrollar la asociación de mujeres, un colectivo "civil", el Arzobispado no entra a valorar lo que se haga "fuera del templo parroquial por la festividad de San Benito" y pide a todos los vecinos de Trevélez "cordura y buena convivencia".