Juana Rivas insiste en que su hijo fue maltratado y la defensa de Arcuri replica que lo que se investiga es su secuestro

La comparecencia deja una impresión de perplejidad: mientras que la defensa de Juana Rivas dice haber aportado numerosas pruebas de que el segundo hijo de la pareja –el mayor, Gabriel, vive con su madre en Granada- ha sido sistemáticamente maltratado por su padre, el abogado de éste, cuyas preguntas Juana Rivas no ha contestado, ha defendido que eso no es lo que está siendo objeto de la investigación.

«Lo que aquí se está dilucidando es si Juana Rivas incumplió o no una sentencia emitida por un juzgado de Cagliari el 18 de febrero de 2025 que ordenaba el regreso de su hijo a Italia con su padre. Todo lo ocurrido con anterioridad no es objeto de debate en esta causa», ha indicado Enrique Zambrano, abogado en España de Arcuri, quien ha añadido que esos presuntos malos tratos a los que se refiere la otra parte «ya están dilucidados por la sentencia de custodia que se está incumpliendo».

«Hay que olvidarse de lo anterior», ha insistido el abogado ante las preguntas de la prensa sobre la decisión adoptada el pasado 7 de enero por el Juzgado de Instrucción número 4 (el mismo que ahora lleva esta causa) y que permitió que Daniel continuara con su madre en Granada tras agotar el permiso de Navidad al que ella tenía derecho. «Aquí lo que se investiga es por qué ella no entregó a su hijo cuando un tribunal de Italia, que es la jurisdicción competente, lo pidió el 18 de febrero».

Aunque aún no ha hablado hoy con Arcuri, su abogado ha resaltado que Daniel está muy bien con él en Italia. «El niño está fenómeno, cualquiera que vaya a verlo puede atestiguarlo, esa casa es un hervidero donde no para de entrar y salir gente y el chico está muy bien».

La versión de Carlos Aránguez, abogado de Juana Rivas –ella sólo ha contestado a sus preguntas en la comparecencia judicial, no a las formuladas por la acusación- es totalmente diferente. Entiende el letrado que es «muy positivo» que los órganos judiciales españoles hayan podido conocer ahora «todas las pruebas que ya habíamos presentado en Italia y que han llevado a Arcuri al banquillo como presunto maltratador».

«La Justicia ya escuchó una vez a Daniel y le creyó. Ahora ha escuchado a Juana y ha podido analizar todas las pruebas que hemos presentado: fotografías de las lesiones, partes de las lesiones, grabaciones en las que él grita, recrimina e insulta… Ahora la Justicia española podrá ver también que Francesco Arcuri es un maltratador».

«No ha habido una sustracción de menores -ha continuado- sino un intento de una madre de proteger a su hijo. Su hermano, Gabriel, ya escapó del infierno, pero Juana y Daniel todavía están atrapados en un laberinto jurídico que ya dura una década, es hora de que la Justicia actúe y salve a Daniel antes de que cumpla los 16 años y pueda escapar como hizo su hermano».

Juana Rivas, perseguida literalmente por los periodistas, apenas ha hecho declaraciones, pero sí ha dicho alguna frase aislada: «No voy a rendirme jamás, mi hijo está con un maltratador, estoy cogiendo más fuerzas que nunca para acabar con esta violencia que se está ejerciendo contra mi hijo, no voy a parar hasta sacar de ahí a mi hijo», han sido las más significativas.