Cae otro miembro de los Trinitarios que huyó a Países Bajos tras intentar matar a machetazos a un hombre en Granada

La operación Black Mamba ha finalizado con la captura de este miembro del Coro 717. Los Trinitarios se agrupan en grupos y cada uno tiene un número; el primero siempre es un siete porque es su seña de identidad. Tras aquella agresión, que la Policía Nacional considera un homicidio en grado de tentativa, huyó. Ahora, la colaboración entre las policías española y neerlandesa ha dado sus frutos.

Lo que ocurrió en Granada fue lo siguiente: mientras una mujer era agredida a primerísima hora de la mañana por su pareja en la calle Gran Capitán, cerca de una discoteca, un viandante medió para intentar que el hombre depusiera su actitud. Lejos de hacerlo, el agresor reaccionó yendo a su coche, de donde sacó un machete de gran tamaño con el que le provocó al bienintencionado ciudadano «heridas de extrema gravedad por las que necesitó asistencia hospitalaria».

Aunque el agresor fue identificado, consiguió abandonar España antes de ser detenido, por lo que la búsqueda continuó en el extranjero. Las pesquisas apuntaban a que podía estar en Bélgica o en los Países Bajos, por lo que la Policía Nacional pidió apoyo a la Interpol. Gracias a esta cooperación, se logró finalmente su detención.

De él se ha descubierto que estaba siendo también investigado por delitos contra el patrimonio y también por su posible pertenencia a los Trinitarios mientras residía en Granada. En concreto del citado Coro 717, que fue desarticulado el pasado 22 de junio. Cayeron trece personas, once de ellas en Granada y las otras dos en Países Bajos, lo que confirma un claro vínculo entre la facción granadina y la citada nación europea.