La iniciativa, que ha anunciado durante el debate del estado de la ciudad celebrado este miércoles 26 de marzo, es un paso de cara a la consecución de un objetivo que Carazo propuso en el programa electoral que la llevó a la alcaldía en 2023: invertir la tendencia y hacer que Granada, en vez de perder población, la gane.
En efecto, en las últimas décadas la propensión ha sido abandonar Granada, debido sobre todo al precio de las viviendas, e instalarse en núcleos del Área Metropolitana, algunos de los cuales, como Armilla, Maracena o Las Gabias, superan los veinte mil habitantes. Granada está en torno a los 234.000 y la idea es llegar a los 250.000.
Eso pasa, obviamente, por abaratar los precios. «Tanto la compra como el alquiler no han hecho más que subir con el Gobierno de Pedro Sánchez, algo que intentamos resolver desde este Ayuntamiento«, ha dicho la alcaldesa, que ha añadido que, en consecuencia, en Granada hay que construir nuevos pisos, »sobre todo de protección oficial«. En ese sentido, ya hay promociones en marcha, fundamentalmente en zonas como Albayda y La Alquería.
Un «adecuado desarrollo urbano» puede servir, además, para dar más vuelo al proyecto estelar del gobierno que preside Marifrán Carazo: ser capital cultural europea en 2031. Crecer de manera «sostenible» pondría en evidencia la «capacidad de transformación« de la ciudad, algo que es fundamental dentro del plan estratégico para la candidatura granadina.
Al igual que ocurre con la Diputación, el cheque irá destinado a personas residentes en algún punto de la capital que, a lo largo de 2025, tengan o adopten un bebé. Por el momento, la alcaldesa no ha aclarado más extremos sobre ese proyecto.
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