La política deconstructiva

Espectáculo de telecirco, palabras gruesas y hechos, pocos. Y mientras, el ciudadano abatido piensa en cómo pagará este mes la hipoteca, en cómo reabrir su negocio, en cómo levantar el ánimo para reconstruirse.

A nivel nacional el panorama es la mayor debacle de todos los tiempos pues se negocia, sin sonrojo ni honor, desdiciéndose de lo dicho. Se extirpa a los molestos , y se da gasolina a los pirómanos.

Si algo sale bien en este gobierno de descomposición es un milagro, nunca vimos tan bajo amor a la patria y tan egoístas enroques.

A nivel andaluz, el Gobierno coalicionado intenta maniobrar ante las muchas piedras en el camino , y con los chantajes monterinos que le impiden manejar la autonomía como quisieran.

Y a nivel local, ¿qué? El mismo coalicionado gobierno que el autonómico zarandea nombres de calles y plazas intenta dar pasos en Urbanismo tras un año de gestión ya y da la sensación que el ritmo en la administración de los asuntos públicos no es, ni mucho menos, el que debiera.

¿Tenemos un plan para Córdoba? La excesiva dependencia del turismo pone de manifiesto todos esas lagunas donde no hay pilares económicos modernos que sustenten la Córdoba del siglo XXI.

Cuando todo falla, se puede tirar de la obra pública , que falta nos hace para terminar conexiones en las calles, rehabilitar espacios, ajardinar, limpiar espacios públicos y terminar proyectos que hace años leemos en titulares. De todo menos estar parados.

Hay que optar por la conexión definitiva con el río , limpiar las riberas, adecentar el lienzo de murallas, iluminarlo bien e instalar pasarelas que nos dejen ver al «Señor Guadalquivir» que tanto nos ama. ¿Por qué no casetas en la ribera que coexistan con el arbolado bien cuidado? ¿Cuántas personas podrían vivir de todo esto?

Cuántos mayores de cincuenta años de edad sin trabajo desde hace años podrían ejercer de serenos cuidando de nuestras calles . Cuántos podrían estar adecentando con trabajos de albañilería, jardinería e iluminación. Cuántos podrían cuidar de nuestras sierras y ríos. Cuántos podrían cuidar a personas mayores. No es bueno un ingreso mínimo vital captador de votos . Es necesario el trabajo aunque sea con horario reducido.

Y el convento de Regina , ¿no iba a ser escuela de joyería? ¿No iba a reformarse como museo? ¿No podría formar parte de una Ruta de los Conventos cordobeses ? ¿Cuántos guías turísticos y bares se verían beneficiados?

Hay que tirar adelante ahora mismo con lo que tenemos. Y más adelante, con los cimientos puestos, apostar por una Córdoba que sea la ciudad puntera en medicina y tecnología donde toda Europa venga a operarse. Y luego dar un paseo por el río en una barca desde la que vean una gran ciudad europea con el empaque que se merece su historia milenaria.