TERESA ÁLVAREZ, Ex concejal de Disciplina Urbanística entre 1983 y 1987: «Lo de Colecor es lo más vergonzoso que ha hecho este gobierno municipal» «Mi fuerza política no ha hecho nada»
TEXTO: FRANCISCO J. POYATO FOTOS: RAFA ALCAIDE-¿Cuándo y por qué surge el primer brote importante de parcelaciones ilegales?-En 1979, cuando entra el primer gobierno local democrático, existían
TEXTO: FRANCISCO J. POYATO FOTOS: RAFA ALCAIDE
-¿Cuándo y por qué surge el primer brote importante de parcelaciones ilegales?
-En 1979, cuando entra el primer gobierno local democrático, existían asentamientos ilegales como Villarrubia, Los Mochos o Veredón de los Frailes, que hoy son ... barriadas con servicios. Carecían entonces de luz, agua y alcantarillado. Aquel ayuntamiento, cuando se encuentra con eso, dice que lo primero era darles servicios.
-¿Eran viviendas humildes?
-Muy humildes. Las conocía bien porque frecuentaba esa zona. Eran casitas de una planta muy humildes. Gente que en los años 50 y 60 no tenía vivienda y las hacen allí. Es con aquel gobierno municipal de 1979 cuando se encarga el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pues sólo existía el de 1958. El equipo redactor detecta entonces en un estudio sobre parcelaciones un total de 29, con un importante brote en la Sierra, y asegura que para ordenar el territorio hay que controlarlas, porque si el PGOU tardaba unos años en llegar, aquella situación se consolidaría. Había una realidad catastrófica, y había que controlarla.
-¿Y cómo intenta atajarlo todo?
-Pido al Ayuntamiento dos Land Rover para la Policía Local, tres parejas de agentes al mando de un cabo, con prismáticos y una cámara «polaroid». Ellos se dan cuenta de que la cosa iba en serio y colaboran de forma extraordinaria saliendo todos los días a la Sierra y la Vega, aunque aquí, prácticamente, no había nada entonces. Logramos ajustar la mecánica administrativa de tal forma que en 24 ó 48 horas, el propietario de la obra ilegal tenía el parte de paralización.
-En resumen, usted tenía pocos medios pero las ideas muy claras...
-Muy claras porque a mí me dicen lo que tengo que hacer. «Esto hay que pararlo», me ratificó Julio Anguita.
-Pues, el ex alcalde del PP Rafael Merino le echa parte de la culpa a Anguita, precisamente,...
-Eso es mentira. O no sabe lo que dice, lo cual me extraña, o se le ha olvidado, o no ha sabido nunca del tema. No quiero pensar que es mala intención. Anguita fue a atajar el problema, y a mí me dice que era la que tenía que hacerlo. Cada vez que entraba a su despacho estaba listo con el bolígrafo para que le «firmara lo que fuera».
-Entonces, ¿por qué se dispara esto después, de tal modo que de esas 29 parcelaciones que usted cita, rondamos ahora el centenar?
-Porque no se ha ejercido la autoridad ni se ha aplicado la ley. Yo salgo en 1987 del Ayuntamiento, después de que Herminio Trigo me quita de Disciplina Urbanística en los últimos meses de mandato y cerca de las elecciones de ese año, argumentando que «teme por mi seguridad»; cosa incierta, porque nunca me pasó nada y si lo temía, haberme puesto un policía detrás.
-¿La quitó por que se acercaban las elecciones?
-Sí. Me dijo que le organizara un departamento de Medio Ambiente, y tras presentarle un estudio de necesidades, me dio una secretaria y un despacho. Entonces le presento mi renuncia por escrito y me quedo sólo de concejal hasta. A mi sustituto, y a su despacho, llevaron dos montones de expedientes sancionadores de obras ilegales que se quedaron arrumbados.
-¿Cómo eran esas parcelaciones?
-Ya empezaron a aparecer las piscinas y las grandes casas. Recuerdo cómo los infractores negaban los hechos y se sorprendían de la fotografía que se les sacaba del expediente que había realizado la Policía Local. Entonces, hacer las casas costaba cinco millones de pesetas, y todas eran segunda residencia. Gente que vivía en un piso y se hacía un chalé donde podía porque el metro cuadrado costaba 115 pesetas.
-¿Y no cree que con el precio de la vivienda hoy en Córdoba, al final, la gente se ve abocada a comprar una parcela para rentabilizar más la misma inversión?
-Sí, aunque el metro cuadrado de las parcelas hoy en día está muy caro. La parcela, además, es más pequeña, y la construcción más cara. Y, sobre todo, los jóvenes no lo hacen, sino los que tienen ya su casa en la ciudad. ¿Por qué no hacen una estadística ahora para comprobar, de verdad, quiénes son primera residencia...?
Aeropuerto y Medina Azahara
-¿Cree que tiene sentido que cada vez que se toca el aeropuerto o Medina Azahara, salgan las parcelaciones como una barrera insalvable?
-Porque todo es un problema político, una táctica política.
-¿A la alcaldesa le preocupa más cuidar el voto parcelista que el aeropuerto o Medina Azahara?
-Para las elecciones quedan siete meses, en ese tiempo, esto no se arregla. Ella está jugando a eso, igual que la oposición. Se habla del problema pero no de quién lo ha creado, y no han sido otros que los políticos, que no han cumplido su obligación de aplicar las leyes. El Ayuntamiento y la Junta son los dos principales culpables. El Ayuntamiento, porque tenía que haber seguido vigilando para que no proliferaran, y le garantizo que hoy no tendríamos ese problema. Y la Junta, porque, aunque sea competencia municipal, es la que tutela a los ayuntamientos y tiene la obligación de intervenir.
-¿Y todos los partidos por igual son responsables de lo que me dice?
-Ninguno está limpio. El PP estuvo en el gobierno y no hizo nada. Desconozco con exactitud cuándo proliferaron con más virulencia, pero que todos eran conscientes de lo que había, está claro. Alguien del PP me dijo un día que mirase dónde estaba por haber sido tan inflexible con las parcelaciones ilegales. Más vale estar en la calle por haber cumplido tu obligación, que no estar dentro y no mover ni un dedo. -Pues, fíjese, que un tema como el de las parcelaciones ilegales determina unas elecciones municipales.
-Si lo de Las Pitas no se arregla pronto, y aunque se arreglara, esos señores no votarán al PSOE y sí lo harán a IU o el PP, que son los que les apoyan. Así de claro. ¿Por qué se hace una oposición tan mala...? Porque todos van a robar votos al mismo sitio. A quitar al que está para ponerse ellos en una caza furtiva de votos.
-Y se preguntará el que no es parcelista ilegal que quién le defiende...
-Los políticos son culpables, pero también el ciudadano, que no puede nunca darles el poder para que hagan lo que quieran. El ciudadano tiene que estar siempre vigilante de lo que ocurre y ver lo que está haciendo el Ayuntamiento. Pero hay que tener conciencia de ciudadano de Córdoba, no de vecino del Sector Sur, por ejemplo, al que le importan sólo sus problemas...
Acoso del PSOE al PCE
-¿Aguilar está gobernando sólo para los que protestan en un Pleno?
-(Silencio). Le pongo el ejemplo de la «Torre Prasa». Me alegra el debate que se ha abierto, porque había gente en la ciudad que quería protestar. Y, ahora, está la Torre de la Junta, que aunque parece que todo el mundo calla, los muertos de las tumbas árabes de la parcela de Noreña han salido a protestar.
-Pero es que es la Junta quien promueve esa torre, oiga,...
-Para el PSOE, Córdoba ha sido una espina clavada. Siempre ha ido a tirar al Partido Comunista. Ahí está el episodio del bulevar del Gran Capitán que se tapó en una noche por el silencio de la Junta. Y si aquello no se tapa, se traga al gobierno de Anguita. (Silencio). Yo le temo cuando la Junta hace una actuación, porque casi siempre ha sido funesta. El puente de Calatrava, regalo de la Junta al arquitecto, por los fastos de 1992, que se empeñó en hacerlo en Miraflores, y cuando se rechazó recogiendo el pulso de la ciudad, se llevó el puente. Ése y el que ahora hay no van a ninguna parte, había otros puntos en la ciudad, aunque el de Calatrava es más bonito que el que hay ahora.
-¿Me está diciendo que la pasividad que también muestra la Junta en Medina Azahara estaría relacionada con esa impostura hacia IU?
-No. Meterse con las parcelaciones es impopular. Si el que manda no cumple con la ley para frenarlas por impopularidad, no se va a meter una oposición que intenta medrar para llegar a ese poder local. Y nadie dice nada porque es bailar con la más fea.
-¿El político que toque a las parcelaciones en esta ciudad pierde?
-Eso es lo que ellos creen, pero no es así por mi experiencia. Al ciudadano, lo que le gusta realmente de los políticos es que ejerzan autoridad, si son honestos. Legalidad, y aunque nos moleste cuando nos toca a nosotros, que cumpla con su obligación. Mire Julio Anguita en su primer mandato de choques con el obispo, los posteriores roces con el PSOE y la UCD...; toma decisiones frente a los problemas y en las siguientes elecciones, 17 concejales.
-¿Cree que Rosa Aguilar no está tomando decisiones en favor de la legalidad?
-Ella me sustituye a mí en Disciplina Urbanística a partir de 1987. Si en 1987 hay 29 parcelaciones totalmente controladas, y resulta que hoy existen más de cien descontroladas y con los problemas creados en el aeropuerto y Medina Azahara, que entonces allí no había ningún problema..., pues mire, dos y dos son cuatro.
-En el último PGOU, sin embargo, se optó por una masiva recalificación de suelo con parcelas ilegales, una especie de amnistía...
-Si no hubieran existido, no tendría que haberse llegado a eso, que no es otra cosa que consolidar un hecho. Es como el argumento que ha salido ahora del Ayuntamiento de que van a dar agua en Las Pitas porque puede haber una epidemia. Vamos, eso es ganas de decirnos que somos tontos. ¿Cuándo les dejaron construir no se sabía el problema de los acuíferos contaminados que había...? Beber agua no es problema con las cajas de agua embotellada.
-Dar agua puede suponer consolidar una situación irregular.
-Lo último es que la Policía Autonómica ha detectado seis nuevas obras en Medina Azahara. ¿Qué hace el Ayuntamiento que no actúa allí...? Siento enormemente tener que decirlo, y más, de un gobierno de mi fuerza política, pero no se ha hecho nada por controlar esto. A partir de que Anguita salió y yo tuve que irme a la fuerza porque no se quería mi política, pues tanto Trigo como Rosa Aguilar, no sé quién achuchó más...(silencio). Porque a mí me dice un alcalde que haga la vista gorda y la hago en mi casa.
-Usted ordenó tirar un ático irregular en esta ciudad, algo que se ve como histórico. ¿Haría falta un gesto así en estos momentos?
-Ya no caben gestos. Entonces, sí, porque se intentaba atajar. ¿Cree que va a servir tirar un chalé si en dos o tres días salen cuatro intentos de edificar? El gesto es decir se acabó.
-¿El problema de las parcelaciones es ya irreversible?
-Claro que lo es. En la Vega o en la Sierra es grave, y no sé cómo lo van a solucionar. El tema de Medina Azahara es muy grave, cuando se trata de un bien patrimonial mundial. Lo que ha planteado la Junta , puede ser la manera de solucionarlo. Expropiar a esos señores, y que lo paguen entre los culpables: el Ayuntamiento y la Junta.
-Sí, pero al final nos costaría a todos el dinero llevarlo a cabo.
-Pues es así. Aunque sería más justo también que no se trate igual al que tenga una primera residencia que al que sea segunda residencia.
-Todo lo ocurrido con las naves de Colecor del empresario Rafael Gómez, ¿no le da la impresión de que ha sido la guinda del pastel?
-Eso es aliarse con el poder económico que se ejerce por esa empresa y de esa forma. Habrá dado y podrá dar muchos puestos de trabajo, porque ésa es otra demagogia..., pero no ha ido nada más que a infringir la ley. Ahí está también lo de la Carrera del Caballo. Me parece lógico que el empresario vaya a ganar dinero, pero no a costa de la ley. Eso es lo más vergonzoso de lo que se ha hecho por parte del gobierno municipal. Aliarse con el poder económico.
Llega a la entrevista convencida de que sus palabras no van a ser una balsa de aceite. Teresa Álvarez Lopera (Córdoba, 1936), asistente social y hoy empresaria, fue la «mano de hierro» de Anguita entre 1983 y 1987 en la Disciplina Urbanística. Hasta que, como ella admite, Trigo «me quitó a meses de las elecciones porque no le gustaba lo que hacía». Entró como independiente en unos años donde reconoce haberse jugado el tipo. «Me llegaron a enseñar una pistola por la calle», cuenta entre risas frías. Derribó un ático ilegal y llegó a multar a Manuel Benítez «El Cordobés» con 35 millones de pesetas de los 80 por parcelar una finca en la Sierra -luego, un convenio con Trigo dilapidó aquello, asevera-. Su sustituta fue Rosa Aguilar al frente de un departamento del que no salió bien parada en 1990. ¿Por qué las parcelaciones se han ido de la mano...? «Nadie ha querido cumplir la ley. Siento decirlo, pero mi fuerza política no ha hecho nada».
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